EL PAíS › LA CUMBRE DE LAS AMERICAS CERRO SIN DOCUMENTO FINAL

Cuba, el eje de la discordia

Estados Unidos vetó el ingreso de Cuba a esta cumbre y eso hizo caer la declaración que incluía un artículo sobre Malvinas. CFK agradeció el apoyo de los más de 30 países que se habían manifestado a favor del reclamo argentino.

 Por Fernando Cibeira

Desde Cartagena de Indias

La Presidenta compartió la mesa con el anfitrión colombiano, con Evo Morales, Dilma Rousseff y Hillary Clinton.
Imagen: Télam.

La Cumbre de las Américas venía mal y la conclusión será que no tendrá documento final. Pese al muy amplio apoyo conseguido al reclamo, Estados Unidos vetó el ingreso de Cuba a esta cumbre. El veto a un artículo no fue aceptado, lo que hizo caer toda la declaración que, aclararon en la comitiva argentina, incluía un artículo sobre las Malvinas. Cuando le tocó hablar, la presidenta Cristina Kirchner agradeció “desde el fondo de su corazón” el apoyo de los más de 30 países que explícitamente se habían manifestado a favor del reclamo argentino y su solidaridad “en la lucha contra el colonialismo”.

Cristina Kirchner subrayó que el centro histórico de Cartagena de Indias era un lugar adecuado para debatir la cuestión porque se encuentra rodeado de murallas que se levantaron para impedir los ataques de los piratas ingleses. De acuerdo con el relato que hicieron los negociadores argentinos, el borrador de declaración final contenía también un reconocimiento al esfuerzo del país por solucionar pacíficamente la cuestión. Pero finalmente no tomará estado público porque la declaración se cayó completa, poniendo en evidencia la fractura que existe en el continente entre lo que piensan 32 países por un lado y Estados Unidos y Canadá por el otro.

La jornada arrancó al mediodía con el presidente anfitrión Juan Manuel Santos y su mujer recibiendo a los representantes de los 34 países participantes del evento. Habían extendido una alfombra roja a lo largo de la explanada de entrada del Centro de Convenciones que obligaba a los mandatarios a una extensa caminata bajo el inclemente clima caribeño de esta ciudad. Algunos se tomaron su tiempo para hacerlo. El premio era el intenso aire acondicionado del interior.

La ceremonia inaugural arrancó con el himno colombiano que, tal como se había promocionado intensamente, interpretó Shakira, de camisa y corbata. Luego hubo un video protagonizado por una niña de 10 años, que después ingresó al auditorio y ofreció a Santos el colibrí símbolo de la cumbre. Logo en mano, Santos se paró para el discurso inaugural. La primera mitad de su mensaje recorrió los lugares comunes de estos eventos, insistiendo en la necesidad de crear puentes en la región. La segunda fue más interesante porque identificó los problemas que se debatían. Primero, habló de la situación de Haití, que consideró era un caso al que América no debía descuidar. Acto seguido habló de Cuba. Sorprendió por su reclamo y condena al bloqueo. “En el mundo de hoy no se justifica ese camino. Es un anacronismo que nos mantiene anclados a una era de Guerra Fría superada ya hace varias décadas. Así como sería inaceptable otra cita hemisférica con un Haití postrado, también lo sería sin una Cuba presente”, afirmó Santos tras destacar “el proceso de cambio al interior de Cuba que es reconocido cada vez más ampliamente y que debe continuar”.

También identificó otros problemas como el de despenalización del consumo de drogas o el de las bandas que operan en Centroamérica. Terminado el mensaje, fue saludando a los presidentes ubicados en la primera fila. La segunda era Cristina Kirchner que no sólo lo saludó sino que también le hizo algún comentario, posiblemente le reprochó que no hubiera mencionado a las Islas Malvinas en su discurso. No fue posible comprobar el dato en la delegación argentina.

Aseguraban que ya caída la posibilidad de emitir un documento final, los mensajes de los presidentes fueron menos tensos y cada uno se dedicó en la sesión a los temas que le importaban.

Uno de los grandes ausentes del encuentro fue el venezolano Hugo Chávez, quien volvió a La Habana para seguir su tratamiento de radioterapia y fue reemplazado por su canciller Nicolás Maduro. En el cierre de su discurso, Cristina Kirchner pidió a los presidentes que recen y se acuerden de él, que ella sabía de la conducta solidaria de Chávez con muchos de países de la región. La aplaudieron por esa mención. Como sucedió con varios de los que hablaron, CFK reiteró que esa debía ser la última cumbre americana sin Cuba.

Quien no hizo mención a la isla fue Obama, quien prefirió centrar su intervención en los temas comerciales y de integración económica. El presidente norteamericano había participado a la mañana en el cierre del Foro Económico que se organizó en paralelo a la cumbre. Compartió escenario, sentados en sillones, con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y con Santos. Hubo cruces, aunque de tono amable. Rousseff le dijo a Obama que si bien su país y su economía tienen la característica de ser poderosos, además de contar con el liderazgo en ciencia y tecnología, le corresponde el papel de desempeñar una labor que permita que las relaciones con la región sean de igual a igual. Obama tuvo una fina ironía sobre los planteos que le hacían por Cuba. Sin hacer ninguna referencia a la isla, dijo que no tenía sentido debatir problemas de hacía más de 50 años, de antes de que él naciera.

El problema será antiguo, pero él no le encontró la solución. Por eso este mediodía la Cumbre de las Américas cerrará sin documento final.

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