“Vamos a recurrir a la Justicia”, anticipó Hugo Moyano en la sede de la calle Azopardo apenas se notificó de la decisión del Ministerio de Trabajo, y mientras convocaba a una reunión de su Consejo Directivo. Aunque esta resolución del conflicto con la CGT Alsina era la previsible, ayer el camionero se pintó como blanco de la persecución de la Casa Rosada. “Esta es una maniobra más del Gobierno contra todos aquellos que no piensan como ellos”, sostuvo.

En el círculo cegetista Azopardo, sin embargo, reconocían que no esperaban otra cosa que la anulación del congreso en el que reeligieron al camionero para un tercer mandato. Hace tiempo que los asesores legales del sector –ahora sin la asistencia clave del laboralista Héctor Recalde, que tomó distancia, disconforme por el pase de Moyano a la oposición– venían analizando que el tema iba a terminar en los tribunales.

“Claramente no estamos sorprendidos, sabíamos que iba a suceder”, reconoció el dirigente del Sindicato del Seguro Jorge Sola. “Tomada fue recusado por nosotros por parcialidad manifiesta y cumple órdenes. Sabíamos que el camino es el judicial y lo vamos a iniciar.”

Aunque sus declaraciones fueron muy breves, Moyano tuvo unas palabras sobre lo que será la estrategia legal que seguirá para ir a los tribunales. El dirigente anticipó que se centrarán en defender la legalidad de la convocatoria al congreso que lo convalidó como secretario general de la CGT por tercera vez consecutiva. “Hicimos la convocatoria conforme a los estatutos y las leyes”, remarcó . Al finalizar la reunión, los dirigentes se retiraron sin anunciar, como había circulado durante la tarde, la fecha de un próximo paro nacional. En cambio, Sola ratificó que acompañarán la movilización que realizará la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, el jueves, a la Superintendencia de Servicios de Salud para reclamar por el fondo de las obras sociales sindicales.