EL PAíS
Los contactos de Grassi
Julio Grassi no dudó en utilizar a los niños desprotegidos para cultivar una excelente relación con el poder político, económico y eclesiástico. Carlos Menem y Domingo Cavallo les donaron 67 hectáreas de tierras públicas y 5 millones de dólares del presupuesto nacional cuando Felices los Niños era sólo un proyecto. Ex funcionario de Juan Carlos Rousselot, Grassi también estrechó amistad con Fernando de la Rúa, Carlos Ruckauf, Aníbal Ibarra y Eduardo Duhalde, quien le cedió en comodato la quinta Don Tomás después que el cura obtuvo la “libertad morigerada”, procesado por “abuso y corrupción de menores”. Dentro de la Iglesia fue un “dolor de cabeza” para el ex obispo de Morón, Justo Laguna, pero siempre contó con aval protector de su confesor: el cardenal Jorge Bergoglio. Otro obispo, el ex vicario castrense Antonio Baseotto, fue el que difundió y preparó el desembarco de la fundación de Grassi en Santiago del Estero.