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Una orden de desalojo impartida por la Justicia provocó ayer momentos de tensión en la plaza Cortázar, del barrio de Palermo Viejo, donde se produjeron discusiones entre la policía y los artesanos, que se negaron a abandonar el lugar y anunciaron que hoy rearmarán sus puestos. Agentes de la comisaría 25ª se apostaron por la mañana en los alrededores de la Plaza Julio Cortázar, en Borges y Honduras, para impedir por orden judicial que los vendedores instalen sus puestos, como ocurre los sábados, domingos y feriados.
Los artesanos decidieron, en asamblea, suspender ayer el armado de los 150 puestos que funcionan en la plaza, pero hoy lo harán y eso podría derivar en enfrentamientos con la policía.
La orden de desalojo fue dictada por la fiscalía número 7, a cargo de María del Carmen Gioco, según informó en el lugar la diputada porteña por el Interbloque Legislativo de Izquierda, Susana Etchegoyen. “Vamos a estar todos los diputados del Interbloque para impedir este desalojo y asegurar los puestos de trabajo. Nosotros les dijimos a los policías que los artesanos van a armar sus puestos”, confirmó Gioco. Los artesanos resolvieron pasar la noche en la plaza para resistir cualquier intento de desalojo. En las cercanías de la plaza permanecían cuatro carros de la Guardia de Infantería, mientras que varios patrulleros seguían recorriendo la zona. Los artesanos reclamaron la presencia del jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.