SOCIEDAD › EL TRIBUNAL ORAL 12 DEBERá DEFINIR ANTES DEL PROCESO SI MARTíN RíOS ES IMPUTABLE

El tirador de Belgrano, a juicio oral

La jueza Fontbona de Pombo decidió que Martín Ríos es imputable y elevó el caso a juicio oral. El TOC 12 realizará nuevas pericias antes de iniciar las audiencias. En caso de ser imputable y si lo encontraran culpable, recibiría la condena de reclusión perpetua.

El caso del tirador de Belgrano, Martín Ríos, fue elevado a juicio oral por la jueza María Fontbona de Pombo. Ríos fue acusado del asesinato de Alfredo Marcenac y de herir a otras seis personas, mientras caminaban por la avenida Cabildo, en el barrio de Belgrano, el 6 de julio de 2006, sin que haya existido un motivo. Además, fue acusado de herir a otras cinco personas en otros dos episodios en el mismo barrio; de daño agravado y portación de arma de guerra (aunque, en este caso, atenuado por ser tenedor autorizado). La jueza elevó el caso como homicidio por placer, según el artículo 80º inciso 4. De encontrarlo culpable, la única condena contemplada en el Código es la prisión o reclusión perpetua. El caso tiene como nudo del debate el estado mental de Ríos al cometer el ataque. Será el tribunal oral 12 el que deba definir, previamente al juicio, y mediante nuevas pericias, si Ríos es considerado imputable, lo que le abriría la puerta al juicio, o si es inimputable y quedaría internado en un psiquiátrico. Es probable que el juicio se realice en la segunda mitad del año.

La causa recayó en el Tribunal Oral Criminal 12 porteño, integrado por los jueces José Méndez Villafañe, Carlos Bruno y Alfredo Rizzo Romano, mientras que el fiscal de juicio será Carlos Giménez Bauer.

A lo largo del proceso de instrucción, el debate estuvo centrado no en quién cometió los hechos sino en si Ríos pudo determinar en ese momento que constituían delitos, o sea, que estaba infringiendo la ley. Según el primer fiscal del caso, Mariano Solessio, subrogante, Ríos es esquizofrénico, padece “una enfermedad mental que lo privó del ámbito de libertad y autodeterminación imprescindibles para responsabilizarlo penalmente” y entendió que debía recibir un tratamiento “en atención a la seria peligrosidad para terceras personas evidenciadas en su conducta y médicamente corroborada en los peritajes”.

Pero al retomar el fiscal del caso, Fernando Fiszer, éste pidió la elevación a juicio el 4 de febrero pasado, sobre la base de lo dictaminado por el fiscal de Cámara Fabián Céliz, quien consideró que las pericias psiquiátricas realizadas a Ríos no aportaban “certezas” sobre que el acusado sea inimputable.

Adrián Marcenac, padre de Alfredo, se mostró conforme con la decisión de la jueza y dijo que “queda demostrado que los jueces, fiscales y cuerpo médico de la Justicia tienen la posibilidad de ser eficientes o ineficientes. No es una cuestión del sistema sino de quiénes se desempeñan en él. Sabemos que nada nos devolverá a Alfredo, nuestro hijo. Tampoco queremos venganza ni la pena de muerte para el asesino. Sólo queremos y pedimos que la Justicia defienda la vida de las víctimas, como nuestro hijo Alfredo y tantos otros ciudadanos de nuestro país”, concluyeron Adrián Marcenac y Mónica Bouyssede.

Por su lado, el defensor de Ríos, Angel Ramallo, dijo que la jueza “no tuvo la valentía de sobreseerlo. Pese a que todas las pericias oficiales que se le hicieron a Martín determinaron que es un enfermo mental que no comprende la criminalidad de sus actos, esta jueza lo mandó a juicio igual. No quiso ser la mala de la película”.

Pero Marcenac salió a responder a Ramallo. “Son declaraciones mentirosas y tendenciosas para confundir a la opinión pública. En todo el proceso de instrucción –sostuvo Marcenac– los únicos que expresaron que Ríos ‘no comprendía’ fueron los psiquiatras del Cuerpo Médico Forense, además de los de la defensa. Todos los demás profesionales, tanto del penal de Marcos Paz, como los de la U20 que lo ven y analizan diariamente, como las psicólogas del Cuerpo Médico Forense y los profesionales que lo analizaron inmediatamente después de su detención, como todos los profesionales que aparecen en las historias clínicas de Ríos, anteriores, en los hospitales Italiano y Pirovano, dicen lo mismo, ‘trastorno de la personalidad y/o simulación’.”

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Adrián Marcenac, padre de Alfredo, se mostró conforme con la decisión de la jueza y discrepó con la defensa.
 
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