Si se quieren buscar causas a las ocupaciones de espacios públicos y de viviendas, basta con ver las cifras de ejecución presupuestaria de los programas habitacionales de la ciudad. En el primer trimestre del año, el Instituto de Vivienda de la Ciudad utilizó apenas 2,5 millones de pesos sobre un total de 76,4 que tiene asignados para todo el año. Esto representa sólo un 3,36 por ciento, cuando se supone que en el primer cuarto del año se debe ejecutar en promedio un 25 por ciento. Y eso que se trata de un período preelectoral.

“Los ingresos tributarios vienen creciendo por encima del 40 por ciento, pero se chocan con la incomprensión de Macri, que lo lleva una vez más a subejecutar obras sensibles y urgentes”, dijo ayer a este diario el diputado Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires). “Los desalojos en Soldati se corresponden con el paupérrimo 3 por ciento devengado por el Instituto de la Vivienda”, enfatizó.

De acuerdo con el análisis realizado por el legislador a partir de datos oficiales, el Ministerio de Desarrollo Social gastó 122 de los 800 millones que tiene para enfrentar la pobreza, apenas un 15 por ciento. “¿Qué podemos esperar para los meses posteriores a la elección?”, se preguntó el legislador.

Por su parte, el diputado Gonzalo Ruanova (Nuevo Encuentro) sostuvo que las ocupaciones de La Veredita o de las viviendas de Soldati resultan por “la inexistencia de una política habitacional” de parte de la gestión de Mauricio Macri. “Hay una falta de decisión política e incapacidad de la actual gestión para resolver el déficit habitacional de la ciudad”, afirmó Ruanova.