“La jueza tiene que tener en cuenta lo que declararon los testigos presenciales, dos vecinos que vieron que Bruno estaba en el piso, sin posibilidad alguna de defenderse, ni de atacar, cuando el policía metropolitano le disparó a mansalva.” Claudia Beatriz Resina insistió ante Página/12 en cuanto a que su hijo de crianza, Bruno Germán Pappa, de 26 años, fue “asesinado sin miramientos” por el policía metropolitano Enzo Fabián Alvarez, de 25, en los sucesos ocurridos el jueves pasado en la zona de Chacarita. Por su parte, los diputados porteños Gonzalo Ruanova (Nuevo Encuentro) y Francisco Nenna (Encuentro Popular para la Victoria) esperan que esta semana se pueda tratar en la Comisión de Seguridad de la Legislatura porteña el proyecto de ley que ellos impulsan y que propicia que los agentes de la Metropolitana “permanezcan desarmados cuando se encuentran fuera de servicio”, teniendo en cuenta que el de Alvarez es el tercer episodio de “gatillo fácil” que miembros de la policía porteña protagonizaron en apenas dos meses.

“Yo lo crié después de la muerte de su mamá biológica. Es cierto que él tuvo problemas y cayó alguna vez en el delito, pero se había recuperado y estaba trabajando como chef. Yo no creo en la versión de la Metropolitana que dice que lo mataron cuando intentaba robar al agente. Lo que creo es que lo tenían ‘marcado’. Para un chico que cayó en el delito es muy difícil la recuperación, porque ya queda señalado y la misma sociedad lo sigue condenando. De eso se vale la policía para matarlos sin tener en cuenta que son seres humanos”, aseguró Claudia Beatriz Resina, en diálogo con este diario.

Por su parte, el Observatorio de Derechos Humanos (ODH) de la Ciudad de Buenos Aires expresó su repudio “al asesinato de otro joven perpetrado por un agente de la Policía Metropolitana”. En un comunicado, el ODH exigió “una completa investigación sobre los hechos, prestando principal atención a familiares y amigos que han denunciado el caso como inmerso en la lógica del ‘gatillo fácil’”. El ODH recordó que este nuevo hecho “se suma a los sucedidos en Avellaneda, el 15 de agosto pasado, en los que un efectivo de esa fuerza –vestido de civil– asesinó a dos personas, en un colectivo de la línea 79. De las primeras pericias surge que el policía fue la única persona que disparó, descartándose la existencia de un tiroteo”.

El legislador kirchnerista Francisco Nenna le dijo a este diario que “es necesario revisar la instrucción que reciben los agentes de la Policía Metropolitana, porque la fuerza fue creada en su momento para proteger a los vecinos de la Ciudad y no para reprimirlos o asesinarlos”. Nenna sostuvo que “mientras en la Legislatura analizamos la formación que reciben los agentes, debe aplicarse una medida urgente para frenar esta escalada de violencia. Lo que pretendemos es que los agentes de la Metropolitana no porten armas cuando están de civil”.

Estaban fuera de servicio, y sin su uniforme, el policía Alvarez, al igual que el que mató a dos personas en el colectivo de la línea 79 y un tercero que asesinó a su vecino, en la zona sur del conurbano, usando su arma reglamentaria para poner fin a una discusión.

El diputado Ruanova recordó que “en policías modernas como las de Canadá o de los países nórdicos, los agentes dejan su pistola reglamentaria en la sede de la institución cuando están fuera de servicio”. El legislador precisó que en la actualidad “si un policía está de franco, cenando con sus amigos en un restaurante, igual debe identificarse y actuar en caso de que entre un ladrón, hecho que pone en riesgo al policía y a posibles víctimas inocentes”. Ruanova admitió que el debate sobre el tema debe extenderse también a la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura, cuyos miembros también deben “actuar ante un delito”, aunque estén de civil, francos del servicio.