SOCIEDAD › UN POLICíA MATó A UNA CHICA DE 17 AñOS DE UN TIRO EN LA CABEZA Y PROVOCó UNA VIOLENTA REACCIóN

Aimogasta, de la parsimonia al volcán

Un patrullero intentó intervenir en una pelea entre jóvenes en Aimogasta, al norte de La Rioja. Hubo un forcejeo y el arma policial fue disparada. Una bala mató a Belén Brizuela. Detuvieron a dos uniformados y renunció el jefe de la policía provincial.

La muerte de Belén Brizuela, de 17 años, de un balazo en la cabeza disparado por un policía, transformó la habitual parsimonia pueblerina de Aimogasta, al norte de La Rioja, en un volcán. Ayer, a las 4.30 de la madrugada, una pelea entre jóvenes a la salida de un baile en el club Sportivo San Francisco derivó en un brutal intento policial por calmar los ánimos a los tiros. Uno de los uniformados disparó al aire, aparentemente se produjo un forcejeo entre jóvenes y el policía, y el arma volvió a ser disparada. Un proyectil dio de lleno en la cabeza de la adolescente, que murió en el acto. En instantes, los jóvenes reaccionaron, incendiaron la camioneta policial, apedrearon los frentes del Registro Civil, de la Municipalidad y la comisaría. El ministro de Seguridad y Justicia provincial Felipe Alvarez ordenó la detención de los dos uniformados que intervinieron, removió a la cúpula de la Regional III con asiento en la comisaría de Aimogasta, y finalmente aceptó la renuncia del jefe de policía riojano, Luis Angulo. Anoche se desarrollaba una marcha vecinal que cargó de tensión las calles aimogasteñas.

A 100 kilómetros al norte de La Rioja, muy cercana a la frontera con Catamarca, Aimogasta es la cabecera del Departamento de Arauco. Hasta ayer, se destacaba en las marquesinas provinciales por la roca con perfil humano que los locales sostienen que se trata del perfil de Jesús, y por el olivo de más de 400 años, el único que sobrevivió a una tala ordenada por el rey Carlos III de España. Ayer, el perfil de Aimogasta viró brutalmente a las páginas de violencia policial, cuando un uniformado mató de un disparo a Belén Brizuela, hija de un reconocido folklorista, Carlos Brizuela (Los Cantores del Alba), quien ya había sufrido la muerte de otra hija, Silvina, en un accidente de auto.

Alrededor de las 4.30, a la salida del club San Francisco, un grupo de jóvenes se enfrentó con otro. Intervino la policía. Una camioneta se desplazó al lugar. Uno de los uniformados, aparentemente con una escopeta, intentó aplacar el fuego con nafta, y disparó al aire. Supuestamente, según fueron recorriendo las versiones oficiales (que descartan que haya disparado al cuerpo), forcejearon y en el tira y afloje el arma volvió a ser disparada. El impacto dio en la cabeza de Belén, de 17 años, que se desplomó muerta en el instante.

El disparo y la imagen del cuerpo de Belén desparramado en la calle no hicieron otra cosa que actuar como catalizadores en contra de los uniformados, que debieron retirarse hacia la comisaría, mientras el grupo de enardecidos prendía fuego a la camioneta policial, avanzaba a las pedradas contra los frentes de la Municipalidad, del Registro Civil y de la comisaría. Un camión de bomberos fue atacado a pedradas impidiendo que extinguiera el fuego que envolvía a la camioneta. Una ambulancia recién pudo recoger el cuerpo de la chica una hora más tarde.

Desde la capital provincial, Felipe Alvarez ordenó la detención de los dos policías intervinientes, Lucero y Mendoza sus apellidos, y su traslado a la comisaría de Anillaco con estricto ánimo de evitar un linchamiento. El jefe de la policía provincial, Luis Angulo, removió de sus cargos a los jefes de la Unidad Regional III, con asiento en Aimogasta, los comisarios Jorge Miranday y Marcelo Ogas. Alvarez se dirigió durante la mañana al encuentro de la familia de Belén. “Le hicimos conocer a la familia de Belén cuáles fueron las primeras medidas que tomamos en el caso, como lo son el apartamiento de los jefes de la Regional y las comisarías. Además ya está actuando la unidad de Asuntos Policiales Internos y dejé mi compromiso de que vamos a llegar hasta las últimas consecuencias.”

Angulo llegó a dar la versión oficial de la muerte de la adolescente: “A la salida de un baile, llegó un móvil policial para intervenir ante un desorden ocurrido a media cuadra de la plaza. De él bajaron dos efectivos que fueron agredidos por jóvenes que estaban en el lugar. Dispararon un tiro al aire con la escopeta pero los jóvenes forcejearon con los policías intentando quitarle el arma. En medio de ese forcejeo hubo un disparo hacia el costado que impactó en la cabeza de la joven. Después del disparo se generó una situación de descontrol, se prendió fuego al móvil policial y hubo un ataque a la comisaría, pero la situación está controlada”. Después, debió renunciar. Lo reemplazó, provisoriamente, el director de Seguridad, José Bonader.

La jueza de Instrucción, María Dolores Lazarte, intervino en el caso. Ayer llegó al lugar del hecho aun antes que la ambulancia. En una conferencia de prensa confirmó que Belén había fallecido por un “impacto de bala” en la cabeza e informó de lo realizado hasta ese momento: se habían tomado dermotest, se pidió el listado de policías que se encontraban de guardia, y confirmó las detenciones de los dos uniformados.

Anoche, una marcha vecinal avanzaba por las calles de Aimogasta para reclamar justicia por la muerte de Belén.

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Los restos carbonizados de la camioneta policial, después de la furiosa reacción juvenil.
Imagen: Télam
 
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