SOCIEDAD › PIDEN LA PREVENTIVA POR EL DOBLE CRIMEN DE CAÑUELAS

El robo pesa más que la venganza

El fiscal de Cañuelas César Robatto solicitó ayer al juez de Garantías platense Guillermo Atencio que convirtiera en prisión preventiva la detención de los acusados del doble crimen de los hermanos Leonardo y Marcelo Massa, Fernando Marconi (36) e Ignacio Chavero (28), imputados del delito de doble homicidio “criminis causa”, es decir, cometido para ocultar el robo fallido. En realidad, hasta ahora, Robatto había asegurado que el doble crimen había sido cometido por venganza. Precisamente, uno de los detenidos, Marconi, había estado preso hasta marzo pasado por cometer un asalto en el que el mismo Marcelo Massa sufrió heridas y perdió un riñón. Ahora, Robatto cambió de opinión y sostuvo que no hubo venganza sino un simple asalto.

Para la Fiscalía, Chavero habría sido el autor material de las ejecuciones, mientras que Marconi operó como un partícipe necesario al conducir la moto en la que llegaron hasta el supermercado de los Massa y en la que escaparon. Pero Marconi rompió el silencio desde la cárcel y se consideró un virtual chivo expiatorio por haber participado en un robo anterior del que fue víctima Marcelo Massa: “Yo nunca los mandé matar, nunca los amenacé”, afirmó en una entrevista. Su defensa, en tanto, sostuvo que “la causa se está desvaneciendo” y afirmó que su cliente está preso sin pruebas. “La causa contra Marconi se está desvaneciendo. Las pruebas no son contundentes –afirmó el abogado Rubén Carazzone–. Cuando el hecho se terminaba de cometer y el clamor popular exigía una respuesta, hasta yo hubiera dirigido la mirada hacia Marconi porque era el candidato justo.”

Leonardo y Marcelo Massa, dueños del supermercado Doña Rosa de Cañuelas, fueron asesinados el domingo 1º de julio, a las 19.30, cuando un hombre que había llegado con un cómplice a bordo de un moto ingresó al local, cruzó algunas palabras y disparó a quemarropa contra los propietarios. Leonardo fue fusilado de un tiro en la cabeza, mientras Marcelo recibió tres disparos.

Pero la madre de los dos comerciantes asesinados está convencida de que se trató de una venganza.

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