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La situación judicial de los ex directivos del Hogar Don Tomás de la Fundación Felices los Niños parece haber empeorado en la causa por “corrupción, abuso deshonesto y violación de menores agravados”. Las declaraciones ante la fiscal de dos de las menores que estuvieron internadas allí “confirmaron los abusos” a los que habrían sido sometidas. El abogado de las víctimas y el ex colaborador que realizó la denuncia penal por lo sucedido en el hogar que funcionaba en la quinta que fue de la familia Duhalde dialogaron con Página/12, hablaron de los “tormentos” que soportaron los chicos, de la red de complicidades que intentaron tapar el tema y de las demoras de la Justicia.
La causa cobró nuevo impulso a partir de la publicación que Página/12 hiciera la semana pasada de las denuncias y los testimonios vertidos por las víctimas y varios empleados del hogar.
“El abuso está absolutamente comprobado, en lo otro que tenemos que seguir avanzando es en el tema de las violaciones, aunque creo que también existieron”, afirmó a este diario el abogado Rodolfo Ameri. Ameri representa a dos familias con ocho chicos que estuvieron internados en el Hogar Don Tomás, en San Vicente, de Felices los Niños, pero agrega que “hay siete familias más que no conocen a fondo lo que les pasó a sus hijos y que no tienen sostén legal”, en la causa cuyos principales acusados son el ex “vicedirector” del hogar, Oscar Ernesto Jara, y su esposa, Nélida Molinelli, la directora.
“Dos de las menores que tenían que declarar ya lo hicieron, aunque ya lo habían hecho de varias maneras: sus propios dichos reproducidos por los mayores que trabajaban en el hogar también constan en la causa, como así también el testimonio que aportó la psicóloga, a la que el principal acusado confesó su ‘enfermedad’, en el que aclara que las versiones de los chicos son totalmente creíbles”, señaló Ameri. Pero para el abogado una de las preocupaciones principales es que “todos los niños necesitan tratamiento médico y psicológico urgente, es una de las preocupaciones que más nos apuran. Un tema que no nos garantizan ni la Justicia penal ni la de menores. Este nuevo abandono es una forma de tortura para los chicos”.
Froilán Cruz es maestro de matemáticas y un ex colaborador del hogar Don Tomás. Fue quien acudió a la Justicia penal después de que “vi que la causa en la Justicia de menores no avanzaba y nadie hacía nada para que avanzara”, confió a Página/12. “Tenemos una discusión con Nélida Molinelli y entonces planteé que iba a hacer una denuncia –relató Cruz–, pero en contra de ella, por entregadora de los menores, por abandono de persona y contra el marido (Jara) por abuso deshonesto con y sin acceso carnal y por violación de menor. Esto en San Vicente lo sabía todo el mundo.”
Cruz, que colaboró con el hogar aun después del desplazamiento de Jara, resaltó el valor de los trabajadores pero remarcó más la “valentía” de las menores que destaparon “los abusos”: “Si no lo hubieran descubierto, si esta nena no hablaba y no les daban la oportunidad de que hablaran las otras, Ernesto Jara jamás hubiera dicho que estaba enfermo –insistió Cruz– y, lo que es peor, hoy seguiría siendo un señor, y no habría desaparecido el hogar y los nenes no estarían en el otro calvario que seguramente debe ser la Fundación Felices los Niños”.
El sacerdote Julio César Grassi hizo saber a Página/12 que con anterioridad a la inauguración de dicho hogar, por disposición de la Subsecretaría de Minoridad de la provincia de Buenos Aires, se encontraba impedido de ingresar a los establecimientos de la Fundación. Una cuestión que, según Cruz, “no le impedía manejar la Fundación”. Cruz relató a este diario que “Grassi dio el visto bueno” para que él se encargara de los viajes al centro turístico de Chapadmalal para los chicos del hogar Don Tomás: “Cuando yo me presenté al hogar a ofrecer mi trabajo ad honorem, elsacerdote le dijo a Nelly, desde una quinta enfrente de la sede de la Fundación en Hurlingham, que me conocía y sugirió nos movamos con pies de plomo porque ‘San Vicente es un distrito donde se politiza todo y no vaya a ser que le pongan un palo en la rueda en el avance del hogar’. Todo se le pregunta y consulta a él más allá de quién sea figurativamente el presidente de la Fundación Felices los Niños”.
Pero para el abogado, “cuando la Justicia es lerda no es Justicia”. Una apreciación que comparte Cruz: “Con los elementos que hay todavía no se dictó ningún auto de detención ni llamaron a declarar a los acusados. Si a una persona le interrumpen la patria potestad y pasa a depender de un juez, ese juez cumple el papel de guardador y no puede quedarse de brazos cruzados si a ese chico le pasa algo”.