SOCIEDAD › LA IDENTIFICACIóN DE LOS RESTOS

Un proceso tortuoso

 Por Raúl Kollmann

El Cuerpo Médico Forense (CMF) y los familiares afrontan días más que difíciles. “En cualquier accidente aéreo usted ve un motor, algo del fuselaje, una cola –razonó un veterano médico forense–. En las imágenes de este caso no se ve nada. Eso le da a usted una idea de la desintegración del avión y de los cuerpos. Por eso no se puede hablar de cuerpos, hay que hablar, lamentablemente, de restos.” El protocolo que se utiliza tiene aspectos asombrosos. Se deben hacer radiografías de los restos, para descartar la existencia de proyectiles. Hay que someter lo que se pueda a toxicología, para descartar la existencia de drogas como motivo del accidente. Y, por supuesto, habrá que identificar los cuerpos. Es posible que no se hayan encontrado restos de las 22 víctimas, tal vez por desintegración. En ese caso, tendrán que realizarse los procedimientos por desaparición de persona.

El juez federal de Bariloche, Leónidas Moldes, ordenó que los restos fueran enviados a Buenos Aires, al Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema de Justicia. El magistrado dio ese paso, considerado muy adecuado por todos los especialistas, porque iba a ser muy difícil hacer la identificación con los recursos existentes en Bariloche. La tarea en el CMF será más que ardua. Basta con decir que en el Hércules que aterrizó ayer a la mañana vinieron 21 bolsas con restos, pese a que los fallecidos fueron 22. Esto da una idea de la desintegración.

El primer problema que surge es la calidad de la búsqueda. Según los cuatro forenses consultados por Página/12, la detección de restos debe continuar y hay que hacerla en varios kilómetros a la redonda. “Puede haber restos en otros lados y, además, es imperioso volver a peinar toda la zona. Allí trabajaron unos veinte hombres. Se necesitan cien para hacer relevamiento correcto”, señaló uno de los actuales integrantes del CMF.

Según explicó a este diario Osvaldo Raffo, el forense con más cantidad de autopsias en el país, el CMF tiene un protocolo que debe seguir al pie de la letra.

- “Es obligatorio hacer una radiografía de todos los restos –señaló Raffo–, porque debe descartarse la existencia de algún proyectil.” Los forenses explicaron que no sólo se busca identificar cuerpos, sino que el trabajo también consiste en aportar a la investigación penal. Existe un viejo mito sobre la muerte de Carlos Gardel en Medellín. Se ha dicho que hubo un tiroteo en el avión y que el accidente fue producto de ese tiroteo. Lo que se hace con las radiografías es justamente descartar esa eventualidad como motivo de la caída del Saab.

- “También es obligatorio someter a estudios toxicológicos todos los restos que se pueda –agregó Raffo–. Esto tiene que ver con que es necesario descartar que en el accidente, en los pilotos, haya jugado algún papel el consumo de estupefacientes.”

Más allá de esos pasos, la tarea principal del CMF será la identificación de los restos. “Es vital la información que nos brinden los parientes –explicó uno de los forenses que trabajan sobre los restos–. Tendrán que consultar con los dentistas de las víctimas para describirnos los tratamientos que hicieron. La identificación por dentadura será muy importante. También si fueron operados, si sufrieron una fractura, necesitamos descripciones de cadenitas, anillos. Todo eso será clave.”

–¿Puede ocurrir que de una persona no se haya encontrado ningún resto? –preguntó este diario.

–Sí, por supuesto. El nivel de desintegración es muy grande –explicó Raffo–. Esos cuerpos fueron sometidos a explosiones, a temperaturas siderales. Desde ya que puede ocurrir. Y allí habrá que afrontar algo muy pero muy doloroso que ya tuve que afrontar en mi vida de forense. Los familiares están muy ansiosos. Por mandato ancestral quieren hacer un entierro, llevar flores a una tumba. Es una situación desesperante. Pero el trabajo del CMF es riguroso y a nadie se le pueden entregar restos de otra persona. De manera que si de una víctima no se encuentran restos, no se le puede entregar nada. Lo más doloroso es que en ese caso tendrán que hacer el trámite por persona desaparecida, lo que además de ser dramático es una seria complicación burocrática.

Otro forense reafirmó lo dicho por Raffo: “No se puede hacer cualquier cosa. Si no están los restos de una persona, si no hay restos que se puedan identificar como de esa persona, no quedará otro camino que hacer la gestión por desaparición. Imagínese usted que sin restos se dijera que sí, que Fulano estaba en el avión. Y, de golpe, Fulano aparece vivo, diciendo que finalmente no subió al avión en Neuquén. En ese caso, el CMF habría incurrido en un delito serio. Es lamentable, tremendo, pero las cosas son así. Será muy difícil para los familiares y lo importante es que se los deje que afronten esto sin hostigamiento de los medios”.

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