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Jueves, 18 de octubre de 2012

PSICOLOGíA › DEL LIBRO CLíNICA DE LA VIDA CONYUGAL. MALESTAR, SíNTOMAS E INVENCIóN

En lo imposible de la pareja

El carácter controversial radica su intención subversiva: ningún psicoanalista (y, quizá, ninguna persona) puede dejar de interrogarse acerca de las condiciones de la vida conyugal. El propósito es encontrar el fundamento estructural.

 Por Patricia Cuestas*

El libro Clínica de la vida conyugal. Malestar, Síntomas e Invención parte de un anudamiento: el de mi práctica --lo que de ella puede escribirse-- y la lectura, especialmente de otros trabajos que se interrogaron sobre el mismo tema.

El carácter controversial que intento darle al tema elegido radica en que tiene una intención subversiva: ningún psicoanalista (y, quizá, ninguna persona) puede dejar de interrogarse acerca de las condiciones de la vida conyugal. Pero esta pregunta de por sí no permite fabricar una clínica. "Subvertir" quiere decir volver a poner ante los ojos aquello que suele quedar en un estado no interrogado. De este modo, una de las razones por las que me aventuré en esta publicación fue el propósito de encontrar el fundamento estructural de lo que se presenta como obvio: la vida en pareja.

En un sentido amplio, el lector podría creer que hablar de "clínica de la vida conyugal" es una especie de sinónimo de "psicoterapia de parejas". Sin embargo, en un sentido estricto, debo decir que quien busque orientaciones técnicas para lo segundo se encontrará defraudado al respecto.

Este libro parte de la premisa de que la vida conyugal no es el tema de una especialización en psicoanálisis, sino que puede convertirse en un hecho clínico, en la medida en que se interroguen los aspectos estructurales de la relación no complementaria entre los sexos, que nos preguntemos por aquello que "no anda" entre hombres y mujeres, así como las diversas respuestas (que los analistas llamamos síntomas) que se presentan para tapar esta falta constitutiva de los seres hablantes.

En términos generales, podría decirse que para dar cuenta de esta cuestión me aboqué a releer las siempre ricas referencias freudianas, cuando se refirió al matrimonio, sus síntomas y sus avatares en La moral sexual cultural y la nerviosidad moderna (1908), o bien en las Contribuciones a la psicología del amor --cuyos artículos son analizados en la primera parte de este libro--, que lleva el título Con Freud.

Luego, en la segunda parte, que di en llamar Con Lacan, examino las referencias de este autor en torno a su famoso "no hay relación sexual", axioma que debe leerse como imposibilidad lógica indagando la articulación en su enseñanza entre los conceptos de Inconsciente y Sexualidad con la necesaria tripartición en Real, Simbólico e Imaginario.

En la tercera parte, interrogo la posibilidad de una "Clínica de la vida conyugal" que radicalice ciertos planteos de Lacan más allá del mero comentario de citas. En este punto, el lector encontrará ciertas referencias a la práctica que permitan delimitar el alcance de las reflexiones teóricas.

Para concluir esta introducción, quisiera precisar la posición ética desde la cual he enfocado la tarea de escritura de este libro: situar lo real de la experiencia analítica implica un saber hacer con la falta de armonía entre los sexos, así como rechazar toda medida normal para el goce. En el recorrido de los capítulos quedarán explicitadas las dificultades de la conyugalidad a partir de tener en cuenta lo Real que anida en ese lazo o que incluso lo determina en sus modalidades concretas (no menos Imaginarias o Simbólicas). De acuerdo con esta perspectiva, me he permitido salir del intento de encontrar soluciones, para tratar de estar más cerca de la invención que de la cura.

En última instancia, el propósito principal de este libro apuesta a delinear los aspectos más sobresalientes "del hecho clínico" que constituye la vida conyugal, entendiendo que si bien no hay una especificidad discursiva o de estructura propias del matrimonio, sí hay razones en la obra de Freud y de Lacan que nos permiten encontrar las manifestaciones singulares propias de ese lazo y poder transmitirlas.

*Psicoanalista. De la Introducción del libro.

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La vida conyugal no es el tema de una especialización, sino que puede convertirse en un hecho clínico.
 
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