Dos meses después de que los habitantes de Transcarpatia, ubicada a 812 kilómetros de Kiev, y que representan un 12 por ciento de la población de Ucrania, reclamaran a las autoridades de Kiev la doble ciudadanía, el presidente de Hungría, Viktor Orban, respaldó la solicitud y una mayor autonomía para los 200.000 húngaros que viven en Ucrania.

"Hay que adoptar las leyes necesarias y prever financiación en el presupuesto estatal para las minorías étnicas", advirtieron entonces los representantes de la comunidad húngara al presidente interino Alexander Turchinov, en una avanzada que, probablemente, imiten los 150.000 rumanos que viven actualmente en Ucrania.

La Cancillería ucraniana, por su parte, censuró las declaraciones de Orban. "Estamos preocupados por las declaraciones del jefe del Gobierno húngaro sobre la autonomía y la doble nacionalidad para los húngaros que contradicen la legislación de Ucrania y no favorecen un alivio de la crisis en el país", comunicó el portavoz de la cartera de Exteriores, Evgueni Perebiynis, quien agregó que su ministerio llama a los socios húngaros a adoptar enfoques más equilibrados en las cuestiones étnicas y nacionales.