Miércoles, 14 de enero de 2009 | Hoy
DEPORTES › VOLCO TERRANOVA, UN MOTOCICLISTA EN COMA Y SUSPENDIERON LA ETAPA DE HOY
El tránsito por el desierto de Atacama resultó más exigente de lo esperado. A la Argentina vuelven a ritmo de enlace.
La décima etapa del Rally Dakar 2009, atravesando las aterradoras dunas del desierto de Atacama, les hizo honor a los pronósticos más funestos. Pese a que las autoridades de la prueba quisieron restarle una cuota de dramatismo acortando 200 de los 670 kilómetros del alucinante especial en territorio desértico, el desafío se cobró su precio, cuando el motociclista español Cristóbal Guerrero quedó en estado de coma al caerse de su máquina y el argentino Orlando Terranova sufrió un espectacular vuelco, al caer al menos cuatro metros de una duna, teniendo que desertar de la prueba cuando se había convertido en el líder de la etapa. Los organizadores decidieron suspender la etapa de hoy, la última “excursión” al desierto de Atacama, argumentando “razones climáticas”.
Acaso envalentonado por el buen resultado de la etapa anterior, cuando se clasificó cuarto después de haber ido segundo durante la mayor parte de la jornada, Terranova salió ayer a atacar a fondo desde el inicio. Al paso por el primer control horario, a los 87 kilómetros de lanzado el especial, Terranova aventajaba a Robby Gordon (Hu-mmer) por 46s, y mantenía la vanguardia en el segundo control, a los 178 kilómetros, con 23s sobre Giniel De Villiers (VW).
Pero dos kilómetros más adelante, al subir una duna se encontró de frente con un participante en motocicleta. Por intentar esquivarlo, Terranova dobló hacia la derecha y se encontró con un barranco. El BMW cayó allí, desde una altura de aproximadamente cuatro metros, dando tres tumbos. El mendocino y su navegante, el francés Alain Guehennec, salieron ilesos, pero advirtieron que al deformarse la jaula antivuelco no podían seguir compitiendo en condiciones normales.
“Nunca nos dimos cuenta de que nos íbamos para abajo –relató luego–. De pronto sentí que no teníamos nada debajo y luego un golpe seco. El tablero se desarmó íntegro. Me dijeron que así no podíamos seguir, porque veníamos en los puestos de adelante y a buena velocidad y nos podía volver a tocar.”
Veinte kilómetros antes, el andaluz Guerrero, de 49 años, debutante en el Dakar a bordo de la KTM Nº 198, sufrió una caída por causas desconocidas. El sistema Iritrack de comunicaciones se activó por efecto de la caída y un helicóptero de la organización arribó al lugar 28 minutos después. Guerrero fue conducido al hospital Regional de Copiapó, punto de partida y de llegada de la etapa, donde se lo indujo al coma para preservar su estado de salud. Una intensa neblina había demorado dos horas y media la partida, lo que obligó a los pilotos a correr cuando el sol castigaba más duramente la zona más seca de todo el planeta.
Guerrero, que estaba 76º en la general, quedó internado en terapia intensiva, con fracturas múltiples y graves, incluido un traumatismo encéfalo-craneano abierto. Permanece en estado “comprometido y con riesgo vital”, según los exámenes a los que fue sometido. El motociclista de Málaga tiene cuatro hijos, uno de los cuales fue campeón del mundo de Enduro en 2005 y ostenta actualmente el título español de la categoría.
El líder de las motocicletas, Marc Coma, se perdió en el desierto y terminó en el décimo lugar de la etapa, que ganó otro catalán, Jordi Vilarons, que tardó más de seis horas y media en completar el especial y descontó 12 minutos sobre el líder. Sin embargo, pese a perderse, Coma amplió a una hora y 24 minutos su ventaja sobre el escolta, el francés David Fretigné.
Pese a la dureza del terreno, Carlos Sainz volvió a ganar: fue su cuarta etapa consecutiva, la sexta en lo que va del rally, con 21s de ventaja sobre Gordon. Ahora lleva 27 minutos sobre su coequiper Mark Miller.
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