Impulsado por el sueño de ingresar a la Sudamericana, Argentinos arrancó mejor que Estudiantes, que volvió a mostrarse irregular, lejos del nivel exhibido en los últimos torneos y, para colmo, no pudo contar con el apoyo de sus hinchas, que no pudieron estar presentes en el estadio Diego Maradona, debido a los incidentes provocados frente a Huracán. Pero duró poco la diferencia, no tanto porque Estudiantes haya mejorado, sino porque Argentinos pareció quedarse rápidamente sin ideas, y se cayó.

El partido aflojó en intensidad y hubo que esperar casi 20 minutos para ver algo de peligro en ambos arcos: un remate de Mercado desviado y una definición de Blandi ante Orion, que no fue gol porque Sarulyte despejó en la línea. Un cuarto de hora más tarde, Oberman probó suerte con otro remate, pero nada. Y enseguida hizo lo mismo Carrillo, pero Ojeda controló sin problemas. El partido era malo y se jugaba lejos de las áreas.

La segunda parte fue similar. Argentinos tenía más la pelota, pero no encontraba la profundidad como para lastimar a Estudiantes. El pibe Auzqui le puso un poco de pimienta al partido con un buen zurdazo desde afuera que Ojeda mandó al corner. Y después probó suerte González con un derechazo al segundo palo, pero Ojeda respondió. Troglio buscó más desequilibrio con el ingreso de Ramírez por Rius y, en la primera que tuvo, éste sacó un violento derechazo de 30 metros que exigió a Orion, en la que fue su mejor atajada del partido.

Un remate de González, otro de la Gata Fernández y un cabezazo de Mercado pusieron a Estudiantes al borde la victoria. Pero Argentinos no se resignaba y atacaba como podía. Salcedo desperdició una chance clarísima y después se le escapó a Bogado. No había caso. Más allá de las intenciones, trabajaron para un empate clavado.