Mauro Boselli quiso volver de Europa en busca de continuidad y la opción de Estudiantes lo sedujo. Con la mente puesta en lo que será su debut ante Newell’s, en Rosario, el delantero señaló que el equipo platense “no perdió la fortaleza anímica y la solidez” que lo caracterizaban cuando el atacante emigró hacia el Wigan de Inglaterra.

–Estoy muy tranquilo, con la cabeza pendiente de lo que será un comienzo de temporada muy interesante y en la que intentaremos ser candidatos desde el principio. En lo personal, necesitaba conseguir un poco de ritmo. Por eso, esta oportunidad de restablecerme en Estudiantes no la de-saproveché. El equipo está muy concentrado y no perdió la fortaleza anímica y la solidez que mostraba en el momento que me fui a Europa. Los jugadores mantienen esa unión y se nota las ganas de seguir creciendo y acentuando la jerarquía individual y colectiva.

–Son situaciones distintas. Aquel equipo había encontrado el rumbo y parecía que no lo iba a perder nunca. Tenía bien en claro cuáles eran las maneras de superar a los rivales y no se movía de esos parámetros. Ahora hay un nuevo entrenador, que conoce muy bien el club y a varios de los futbolistas del plantel. Por supuesto que habrá que tratar de encaminar rápidamente con victorias nuestro andar en el Apertura, pero nos tenemos que dar la posibilidad de conocer una nueva manera de trabajar con (Miguel Angel) Russo. Estudiantes ya adquirió una forma y tiene un estilo propio de juego. Ahora habrá que amoldarse a lo que necesita el técnico.

–Nos sentimos obligados a mantener el nivel que supo mostrar Estudiantes en el último tiempo. Por ese prestigio conseguido, debemos seguir priorizando el objetivo de ser protagonistas, de no perder la brújula que nos llevó a ser uno de los planteles más importantes del fútbol argentino. Es verdad que los refuerzos permiten una renovación, y será clave que tratemos de adaptarnos pronto a lo que necesita el grupo. Con el armado que posee Estudiantes, la confianza que les brinda a las incorporaciones va a hacer que nos sintamos cómodos rápidamente.

–Experiencia. Lo que me permitió aquel fútbol es saber posicionarme, encontrar los espacios. También fue importante en la adaptación para rendir más en la cuestión física. Fue difícil hallar un lugar cuando llegué, y eso te obliga a ser paciente, a no desesperarte, a no volverse loco si te dan la oportunidad y no convertís. En Europa encontré calma para el momento en que los goles no aparecían.

–A eso volví. Para recuperar esa cuota goleadora que me permitió elevar mi nivel y de todo el equipo. Sentirme con confianza y tratar de superar lo que obtuve en mi anterior paso por el club.

–Es un entrenador con muchísimos conocimientos. Puede ayudar a encontrar serenidad, a darles calma a los jugadores en un momento en que está todo convulsionado después de lo que sucedió con la Copa América.

Entrevistó: Matías Quercia.