De nada importó que Chicago haya ganado, porque Huracán se sobrepuso a los nervios que generó el gol de desventaja y consiguió empatarle a Belgrano. Así, sumó el punto que necesitaba para quedarse en Primera, mientras que el conjunto cordobés ganó su derecho a participar de la Liguilla Pre-Libertadores, en la que jugará contra Independiente en Avellaneda. Una situación parecida, aunque sin goles, se vivió en el estadio de Temperley, donde el local y Argentinos se atacaron poco y lograron la unidad que buscaron. El equipo de Ricardo Rezza para asegurar su lugar en la elite del fútbol y el elenco de Néstor Gorosito para participar de la Liguilla Pre-Sudamericana, en la que visitará a Banfield. El cálido recibimiento a Mario Bolatti y el buen presente del equipo en el plano internacional hicieron que la gente llegara distendida al estadio Tomás Ducó. Aunque Lucas Zelarayán, el hombre más adelantado de un equipo ultradefensivo, le puso suspenso a la tarde. Primero se animó en un corner, en el que lo buscó olímpico, y luego definió como un goleador un buen centro rasante de Lucas Rigoni.

“Movete, Globo, movete, movete, dejá de joder”, gritaba la hinchada local, que no podía creer lo que pasaba porque ya se había enterado de que Chicago le ganaba a Quilmes. Pero el amor propio pudo más. La velocidad de San Román se asoció con la técnica de Toranzo, que lo habilitó para su subida, y el centro atrás terminó con un rechazo defectuoso de Claudio Pérez que finalizó en su propio arco. En el complemento, ambos equipos firmaron un pacto implícito de no agresión y lo más destacable fue el festejo local bajo la lluvia.

En el sur del Gran Buenos Aires se vivió un partido monótono. Temperley cortó una racha de cinco derrotas en fila. Por su parte, la visita controló más la pelota, pero no pudo ni pareció querer inquietar . Las luces volvieron a fallar y el estadio quedó prácticamente a oscuras en combinación con el clima. Al final, el punto sumado por ambos pareció iluminar una jornada polémica.