DEPORTES › EL CONTROL DE LOS FUTUROS NEGOCIOS EN EL CENTRO DE LA ESCENA

Apuestas y TV paga en la pelea por la AFA

Detrás del conflicto entre Segura y Tinelli hay dos filones en disputa. El rol de Angelici para frenar al showman de Canal 13 y a Cristóbal López, uno de sus principales competidores en el mercado del juego.

 Por Gustavo Veiga

Los dirigentes patinan sobre la resbaladiza cubierta del Titanic. Están sin botes y no les importa demasiado. Lo saben, que hasta lo confiesan con descaro: “Estamos boludeando”, dijo Daniel Angelici. “Tranquilamente la AFA podría estar intervenida”, agregó Nicolás Russo. “Quedamos como infradotados”, reconoció Armando Pérez. Las frases que describen la desordenada transición hacia ninguna parte son de ese estilo. Sin anestesia, porque no hace falta. La audiencia que consume este culebrón está anestesiada hace años. El conflicto que separa a Luis Segura y Marcelo Tinelli parece una puesta en escena que oculta la verdadera puja por el control de dos futuros negocios: las apuestas en el fútbol y el sistema de televisión paga (pay per view) que, de aplicarse hoy, sería considerado un sacrilegio.

Si no fuera patética, la frase del presidente de Boca que completa el uso del verbo boludear tiene pretensión de profecía autocumplida: “No tomamos en cuenta lo que pasa en la FIFA y estamos desaprovechando la oportunidad de tener representantes a nivel internacional”. Angelici se parece a Quico y, como el personaje del Chavo, en esta novela es uno de los principales actores. Está a la par de la dupla que se roba todo el cartel. Tinelli y Segura son los candidatos en pugna por la presidencia, pero él juega su propio partido. Empresario de bingos, no es ajeno a la idea de instalar un sistema de apuestas en el fútbol. Ese objetivo no es ninguna boludez.

En agosto del 2014, cuando nadie hubiera imaginado el papelón electoral de la AFA, decía que “las apuestas existen y tiene que haber una regulación fuerte y controlada. La gente que juega a las apuestas deportivas ya lo está haciendo. Hay un montón de páginas y el dinero se va para afuera. Hay que regularlo”. Su competidor en el mercado a futuro es Cristóbal López, el número uno de los casinos y tragamonedas, ex socio de Tinelli en la productora Ideas del Sur y a quien se le atribuye un interés semejante al de Angelici: controlar un sistema de apuestas basado en los campeonatos argentinos, además del canal AFA TV, un proyecto que nunca provocó beneficios sustanciales y que sería reflotado para acercar más millones a la escuálida tesorería de la asociación civil. Para verlo, habría que pagar algo más que el abono del cable.

Las apuestas en el fútbol tienen mala prensa. Se las asocia a menudo –y no les falta razón a sus detractores– con el arreglo de partidos, que es un delito. Hay legales e ilegales, va de suyo. Las primeras se canalizan a través de agencias como Bwin, Bet365, William Hill y otras. Las segundas provocan escándalos masivos cada tanto. En febrero de 2013, una investigación policial de Interpol arrojó que hubo quince países implicados, 380 partidos en Europa y 300 en América latina, Africa y Asia, 13.000 correos electrónicos intervenidos, cincuenta detenidos y unas ochenta órdenes de arresto más. Las cifras del negocio, sólo en la Unión Europea, alcanzaron ese año los 12 mil millones de euros anuales.

Distinto es el caso del sistema pay per view, un sistema lícito de comercialización televisiva pero que perdió legitimidad desde la instauración del Programa Fútbol para Todos. Lo demuestra que ni el presidente Mauricio Macri decidió suprimirlo cuando se trata de una conquista del gobierno de Cristina Kirchner. Ahora se le modificó su encuadre en el organigrama del Gobierno: ya no dependerá más de la Jefatura de Gabinete. Estará a cargo del secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis. La deuda pendiente es la comercialización del producto que recupere, al menos, una parte de la inversión del Estado. También un mayor control sobre el despilfarro en que incurren las tesorerías de la AFA y sus clubes afiliados. Un tema que se criticó en estas páginas muchas veces.

La disputa por el control de las ansiadas apuestas y lo que se recaudaría para ver determinados eventos por pay per view subyace en el árido conflicto por las candidaturas de Segura y Tinelli. Los indicios son evidentes. Angelici y López son los titiriteros.

La situación que se plantea hoy es la de un gobierno provisorio del actual presidente de la AFA acompañado por una comisión normalizadora que represente a los dos sectores. A esta conducción remendada se le dará plazo hasta junio y podría desembocar en la salida de Segura, una vía libre para que acceda Tinelli al máximo cargo o un tercer candidato como alternativa para la crisis. El anuncio se formularía el próximo 23.

Está claro, a esta altura, que Macri no quiere a ninguno de los dos candidatos por diferentes razones. Segura no representa el cambio que el Presidente de la Nación se arrogó en su campaña electoral. Es el pasado. Pero Tinelli, que también pregona el cambio para el fútbol, no es demasiado confiable para el oficialismo. Se le reprocha el desaire contra el candidato de Cambiemos cuando privilegió a Daniel Scioli para invitarlo a su programa de TV en el cierre de campaña electoral. Pero sobre todo, lo resiste Angelici por su relación con Cristóbal López, amparándose en una encuesta que nunca mostró donde los socios e hinchas de Boca se pronunciaron contra el conductor televisivo en el caso de que llegara a la presidencia de la AFA.

“Se le nota la bronca con algunas copas de vino”, dijo uno de los dirigentes que apoya a Segura. Se refería a la comida bien regada que ofreció Claudio “Chiqui” Tapia en su casa de Barracas y donde Angelici la emprendió contra Tinelli una vez más entre partidos de truco. El presidente de Barracas Central, pero sobre todo su suegro, Hugo Moyano, desaceleraron la marcha arrolladora del conductor de TV hacia la presidencia.

“Lo más significativo es que con todo el poder que tiene, su rating, el programa de Mirtha Legrand y otras notas que le hicieron, no le pudo ganar a Segura”, comentó otro hombre que respalda al actual presidente. La amenaza de acefalía también provocó especulaciones sobre una presunta intervención. Alfredo Dagna, segurista y presidente de Olimpo de Bahía Blanca, afirmó: “La intervención nunca estuvo en el pensamiento de nadie, porque el fútbol lo debemos arreglar los dirigentes. El gobierno presionó para que haya un acuerdo y lleguemos a una situación de normalidad para trabajar porque tenemos muchos temas postergados”.

Cansados de este sainete, dirigentes de clubes del Ascenso también dijeron lo suyo, como el vicepresidente de Villa Dálmine, Jorge Milano: “Si hablan Segura y Tinelli también podemos hacerlo nosotros. Vamos a tratar temas como el estatuto, la judicialización del fútbol y la unión de los clubes de ascenso. Queremos ocupar los lugares que nos merecemos. No podemos dejar que algunos clubes de primera nos avasallen”.

Desde este sector clave para sumar voluntades a cada candidatura se escucharon las denuncias más duras. Leonardo López, vice de Independiente Rivadavia y aliado de Tinelli, acusó a Tapia de haberlo querido sobornar con 500 mil pesos. El presidente de Chacarita, Luis López, denunció a Eduardo Spinosa, el titular de Banfield, tesorero de la AFA y uno de los hombres más cercanos a Tinelli, de ofrecerle un millón de pesos en sponsors para su club. Casi todos se revolearon con lo que tienen a mano. Ahora cualquier dirigente se envalentona. Cuando Julio Grondona presidía la asociación, no volaba ni una mosca. Por eso, Dagna pidió: “Que todos pongan los huevos sobre la mesa”. ¿Los tendrán?

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Angelici, empresario del juego, presidente de Boca y operador de Segura.
 
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