Desde Belo Horizonte

Minas Gerais (Minas Generales) es uno de los estados más poderosos del Brasil, cuya economía era impulsada por los ciclos del oro y los diamantes, y una gran producción de café, y ahora es un enorme productor lácteo y de naranjas. En estas tierras que fueron motivo de orgullo en la época colonial, y en las que hoy se destacan la intensa y rica historia cultural y su pasión por el arte y las fiestas religiosas y paganas, que han convertido a su capital, Belo Horizonte, en uno de los centros turísticos y de negocios más importantes de este país, surgieron un puñado de jugadores que han dejado su firma en las principales página de historia del fútbol internacional, como campeones del mundo.

Entre los mineiros campeones se encuentran el defensor Mauro Ramos, un futbolista elegante que levantó las Copas de Suecia ’58 y Chile ’62; el también defensor Roque Junior, quien participó en la conquista del tetracampeonato en el mundial de Corea y Japón 2002, donde también jugó como titular el volante Gilberto Silva.

Entre los equipos que hicieron historia se anota otro mineiro, Wilson Piazza, quien conquistó el tetracampeonato en México ’70, equipo en el que también se lució otro jugador de buen pie y mejor visión de juego, el crack Tostao. Todos estos fueron grandísimos futbolistas, pero ninguno se compara con el mineiro nacido en Tres Corazones, un municipio serrano al sur de Minas Gerais, hijo de Doninho, un ex futbolista de Fluminense y Atlético Mineiro, y a quien por estos lugares se lo reconoce como el más grande jugador brasileño de todos los tiempos: Edson Arantes do Nascimento, Pelé, O Rei, el único jugador en la historia del fútbol mundial que conquistó tres campeonatos mundiales: Suecia ’58, Chile ’62 y México ’70. A diferencia de lo que ocurre con los astros del fútbol actual, Pelé hizo toda su carrera como jugador en Santos, de San Pablo, donde anotó 1087 goles en 1120 partidos; y sólo para darse el gusto de ser internacional, jugó dos temporadas para un club fuera de su país: el Cosmos de Nueva York, entre 1975 y 1977, donde marcó 64 goles en 107 partidos.