DEPORTES › UNA CLASE MAGISTRAL QUE ESTUDIANTES LE DIO A BOCA

Cómo se gana una final histórica

 Por Facundo Martínez

Fue un partido espectacular. No le faltó nada. Llenó los ojos. Por todo lo que ofreció, fue el mejor partido del torneo. Y se lo llevó Estudiantes jugando bien al fútbol, luchando cada pelota hasta el final, como un gran campeón. Le dio vuelta el partido a Boca y terminó ganándolo en el complemento, con un golazo de tiro libre del chico José Sosa y una avivada del goleador Mariano Pavone, la figura del encuentro. Boca volvió a mostrarse errático y con serias dificultades para controlar la pelota, la contracara exacta de lo que había sido en las primeras fechas.

Cuando Sergio Pezzotta pitó el arranque, la sensación era que se venía un partido de ésos para alquilar balcones: Estudiantes, agrandado como nunca, ganador, implacable, ante un Boca, alicaído, que había desaprovechado dos chances, pero que mantenía intacta la ilusión. Así fue, de punta a punta. Estudiantes salió a toda máquina y enseguida puso a Boca entre las cuerdas. Alayes conectó de cabeza un tiro de esquina de Verón y todos los platenses suspiraron al unísono.

La reacción de Boca para sacar al equipo de atrás fue tal que, a los 3 minutos, se iba a encontrar ganando 1-0. El gol lo anotó Palermo, estirando la pierna sobre el segundo palo, tras un buen centro de Ledesma. No lo festejó, pero igual los hinchas platenses no se lo perdonaron. Quedaba mucho por delante, todo en realidad.

Ahí, en la mala, apareció la virtud del equipo de Simeone. Que no se desesperó y siguió buscando fallas en la estructura boquense, sobre todo por el lado de Cahais, la sorpresiva inclusión de La Volpe. Con un remate de Lugüercio, que salvó Díaz, y cabezazo de Ortiz, los platenses volvieron a mostrar los dientes.

Boca se vio obligado a adelantarse para que Estudiantes no se le viniera encima y entonces pasó por su mejor momento en el partido, con seguidilla de situaciones incluidas: Palermo tuvo una oportunidad franca para ampliar, pero falló su disparo sobre el primer palo de Andújar. Después pasó cerca un remate de media distancia de Ibarra y otra vez Palermo, con un remate alto que pasó por arriba del travesaño.

Pavone primero y luego Sosa, con chances en continuado, reacomodaron las cosas. El empate parecía estar cerca. Sin embargo, con Estudiantes adelantado e intentando acorralar al conjunto de La Volpe, Palacio iba a tener otra oportunidad, habilitado por un pelotazo largo de Gago, pero tras enganchar ante Alayes en el área, intentó repetir frente a Ortiz y terminó perdiendo la pelota.

El partido era de ida y vuelta. Así fue hasta que llegaron las expulsiones de Ledesma (lo mejorcito de Boca) y Alvarez, por agresiones mutuas. Estudiantes ganó con las expulsiones, porque aprovechó el espacio que Boca, con tres delanteros, descubría en el medio. Pavone metió un disparo en el palo y el partido se fue al descanso 1-0. Pero Estudiantes estaba para más.

En el complemento, los platenses arrasaron con todo. Le quitaron la pelota a Boca que, inexplicablemente, quiso mantener su tridente ofensivo. Duró poco la apuesta del técnico. Boca no paraba una pelota y entonces La Volpe mandó al campo a Calvo por Schelotto. Llegó tarde con la modificación, porque Estudiantes se había ya adueñado del medio y había desgastado a Gago, con las muy buenas actuaciones de Verón y Sosa.

Fue Sosa, justamente, quien con un tiro libre espectacular anotó el gol del empate. Boca, o su espectro, sintió el golpe y de ahí en adelante no hizo otra cosa que correr desde atrás las exigencias del trámite.

Un error de Cahais y una salida apurada de Bobadilla, que hasta ahí había cumplido, le permitió a Pavone coronar una gran actuación. Fue el gol del campeonato: la levantó con el pie ante la salida del arquero y cabeceó al arco. La pelota se fue metiendo lentamente, incluso a pesar del esfuerzo de Morel por despejar sobre la línea. Y Boca se derrumbó.

Estudiantes tuvo la frialdad necesaria para terminar el partido y festejar a lo grande, cerrando merecidamente una campaña que será histórica tanto por la final ante Boca como por el 7-0 en el clásico platense, la frutilla del postre.

Compartir: 

Twitter

Pavone, Calderón (que no jugó), Verón y el capitán Ortiz levantan el trofeo soñado. Dos semanas atrás estaban a 4 puntos de Boca, ayer dieron la vuelta olímpica.
SUBNOTAS
 
DEPORTES
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.