EL PAíS › CARRIO INICIO SUS CONTACTOS INTERRELIGIOSOS CON EL RABINO BERGMAN

Contra los ‘70, Chávez y el Gobierno

En un bar en Recoleta, Carrió y el rabino Bergman coincidieron en sus críticas. Dijeron que no piensan en un armado electoral.

 Por Werner Pertot

Quedó claro que no se cuadran ante lo políticamente correcto. Con un vestido azul electrizante y anteojos de carey, Elisa Carrió compartió un desayuno con el rabino Sergio Bergman, a quien se ve últimamente en todo acto del ingeniero Juan Carlos Blumberg. Ambos criticaron la política de derechos humanos oficial y pidieron una autocrítica a las organizaciones armadas de los setenta. También coincidieron en los cuestionamientos a Irán, al presidente venezolano Hugo Chávez y, por supuesto, al Gobierno nacional. Al final del encuentro –que forma parte del diálogo interreligioso– Carrió descartó que el rabino se sume a la coalición cívica. “No vamos a desnaturalizar el diálogo con una especulación electoral”, dijo.

En las terrazas de Buenos Ayres Design, el paquetísimo Champs Elysées rebosaba de público. Entre los concurrentes estaba el ex jefe de Gobierno Enrique Olivera y la legisladora María Eugenia Estenssoro. Se pudo ver también a la titular de Unión por Todos, Patricia Bullrich, que pululaba en los alrededores del café de Recoleta. Carrió inició la charla con elogios hacia el rabino: “Seguramente lo acusarán de mediático. Decí que no sos gordo, que sos bastante lindo y que la kipá que tenés es maravillosa”, bromeó Carrió. “Te agradezco que salgas a testimoniar. No lo veo igual en mi Iglesia, salvo en el cardenal (Jorge) Bergoglio”, acotó.

–Soy una judía goy. Para mí el Pesaj es tan importante como la Navidad.

–Junto con la rabina Carrió vamos a tocar algunos temas de la mística judía –se sumó Bergman.

“Lo que viene desarrollando Lilita la hace uno de mis referentes”, sostuvo Bergman. Además de su sempiterna presencia en los actos de Blumberg, Bergman tiene buen contacto con macrismo y con el jefe de Gobierno Jorge Telerman. Esto produjo rumores de que lo relevarían del templo de Libertad. El rabino se desmintió esas versiones y su lanzamiento como candidato. Por ahora. “Uno tiene que ser rabino y contribuir con la política”, señaló. Y pidió a la comunidad judía “salir del ghetto”.

En seguida, les apuntó a Irán y al Gobierno por su cercanía con Chávez. “La responsabilidad que tiene la Argentina se llama Chávez. No podemos permitir que a cambio de dinero se entregue a quien sostiene un régimen fundamentalista y terrorista. Eso es prostitución”, arremetió. “Se está haciendo un congreso en Irán sobre si la Shoá existió o no. Es una cosa impensable”, coincidió Carrió.

Bergman exaltó el “ejemplo de Misiones” y llamó a “pedir las reformas constitucionales donde la reelección está permitida”. “Es una profanación para lo sagrado de la Constitución. Los derechos humanos no pueden ser tomados como banderas de derecha o de izquierda, ni del pasado”, disparó. “Perdonar no es olvidar. Es la manera civilizada de hacer justicia. La manera incivilizada es la venganza, es la revancha”, consideró.

“Tuvimos subversión y fue un problema de las víctimas de la subversión. Tuvimos terrorismo de Estado y era un problema de las Abuelas y de las Madres”, enumeró. “Aprendamos de los chilenos que hicieron un país de verdad sabiendo concertar”, afirmó. En sintonía, Carrió volvió a plantear la necesidad de una reconciliación. “En la Argentina, me doy cuenta de que cuando se habla de perdón parece que estás pidiendo lo que piden algunas plazas, cuando piden impunidad. No. El perdón es un acto de liberación”, remarcó. “Las organizaciones guerrilleras ejecutaron al interior de la propia organización. Esto es lo que está cerrado a un debate”, aseguró.

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La líder del ARI, Elisa Carrió, y el rabino Sergio Bergman, en el bar Champs Elysées.
 
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