Un día después de que el titular de la pastera Ence anunciara en Buenos Aires su relocalización, el presidente Tabaré Vázquez dijo que será su gobierno “el que dirá si autoriza o no” la instalación de la empresa española en el departamento de Colonia. El presidente uruguayo hizo estas declaraciones poco antes de que Ence presentara formalmente en Montevideo el proyecto para construir la nueva planta 250 kilómetros al sudoeste de Fray Bentos, sobre el Río de La Plata. El mandatario aclaró que la empresa “deberá hacer los trámites y será el ejecutivo uruguayo el que dirá si la autoriza”. Desde esta orilla, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, acusó a Vázquez de “sostener lo que Botnia dice”.

La reacción de Tabaré se produjo luego de que el titular de Ence, Juan Luis Arregui, diera a conocer la nueva ubicación de la planta de celulosa con una conferencia de prensa en la Casa Rosada, ofrecida luego de reunirse con el presidente Néstor Kirchner. La “primicia” de Arregui al gobierno argentino, se notó, enojó a los uruguayos.

Tras el anuncio, ayer Ence llevó a la presidencia y los ministerios de Industria y Medio Ambiente uruguayos un memorial del proyecto. El gerente general de Ence, Emilio Rodríguez, anticipó que hoy irán a la intendencia de Colonia. “Lo que presentamos es un proyecto básico, que consiste en una serie de capítulos, la disponibilidad de materia prima, el marco legal, la ubicación física de la planta, un análisis básico del mercado y una memoria descriptiva del diseño del proceso de producción, entre otras cosas”, detalló.

El directivo subrayó que la decisión de instalarse en Colonia había sido anunciada primero en el Edificio Libertad, sede del gobierno, aunque no hayan convocado a una conferencia de prensa. “Ence no tiene ninguna estrategia de informar en un sitio o en otro”, trató de aclarar. Pero el clima en Montevideo ya se había caldeado.

En respuesta a las declaraciones de Vázquez, en Buenos Aires el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, volvió a criticar la postura del Uruguay. Fernández consideró “difícil” que se produzca un diálogo con Tabaré si persiste en apoyar a Botnia. “El gobierno uruguayo ha tenido una actitud de sostener lo que Botnia dice, y así es difícil dialogar. Debe haber voluntad de revisar lo ocurrido para encontrar una solución. Si lo único que se nos ofrece es ir a aceptar las condiciones impuestas, como una suerte de contrato de adhesión, eso no tiene tanta forma de diálogo”, evaluó. Al mismo tiempo, Fernández admitió como “posible” que Botnia no sea relocalizada: “Es una hipótesis razonable para pensar. Si la empresa no lo hizo cuando no había construido nada, ¿por qué lo va a suspender ahora?”.

El nuevo entredicho por las pasteras también generó repercusiones en Botnia, que salió a responder las críticas. Voceros de la empresa de Finlandia dijeron que Botnia “nunca cerró la puerta del diálogo” y “está dispuesta a compartir las ideas” que puedan encaminarse en ese sentido.

De todas formas, los voceros ratificaron que la planta no se mudará de Fray Bentos. “No se puede comparar la realidad de Botnia con la de Ence, nuestra planta está construida en un 75 por ciento y a mitad del año próximo están previstos los primeros períodos de prueba, como antesala del comienzo de la producción, que se dará por octubre o noviembre”, dijeron.

El memorial que Ence entregó a las autoridades uruguayas sostiene que el nuevo emplazamiento fue elegido teniendo en cuenta “aspectos como la separación de núcleos urbanos, el caudal y la orientación de vientos dominantes”. El proyecto “duplica la capacidad de producción” respecto del original, ya que tendrá un capacidad de producción de un millón de toneladas de pasta de celulosa al año y supondrá una inversión de 1250 millones de dólares.

En el mismo tono que el presidente Vázquez, el viceministro de Medio Ambiente uruguayo, Jaime Igorra, estimó que los trámites que deberá realizar Ence para conseguir la autorización “demandarán aproximadamente un año”. Igorra señaló que la empresa “deberá recorrer el mismo camino que en 2003, cuando proyectó su pastera en Fray Bentos”. Al cabo de ese proceso, remarcó, “será el gobierno de Uruguay el que determine si la zona elegida es apropiada”.

La nueva planta de Ence estará ubicada en Punta Pereira, a unos 50 kilómetros de Colonia del Sacramento y a 60 de Carmelo. Según el intendente de Colonia, Walter Zimmer, el sitio “no tiene función forestal ni turística”. Es “un lugar en donde ningún emprendimiento es apto”, en el que hay una cantera abandonada y una vieja arenera, que tiempo atrás transportaba pedregullo a la Argentina. “No afecta para nada visualmente hacia ningún lado”, sostuvo Zimmer, para quien lo que sí se va a modificar es “el movimiento en la zona” por lo que están proyectando construir una ruta nueva.

Por su parte el intendente de Fray Bentos, Omar Lafluf, rescató que la pastera se quede en su país. “Lo más importante es que no se vaya, y la relocalización contribuye a eso. Que las plantas se instalen en Colonia o en otro lado, pero que lo hagan dentro del país”.

La ambientalista María Selva Ortiz, titular de Redes Amigos de la Tierra de Uruguay, rechazó la instalación de Ence en Colonia porque “la dimensión productiva de la nueva planta duplicaría la proyectada en Fray Bentos, pasando de 500.000 toneladas (de fabricación de pasta de celulosa) al año a un millón, lo que provocaría aún más contaminación”. Otros vecinos entrevistados por radios uruguayas respaldaron el proyecto. Aníbal Cabrera, presidente de la Junta Local de Conchillas, una antigua colonia inglesa del departamento de Colonia, dijo que la zona “se estaba despoblando desde que se fue la arenera”.