ECONOMíA › SUSPENSIONES Y REDUCCION HORARIA EN AUTOMOTRICES Y EL COMERCIO

El tsunami financiero ya salpica

El impacto de la crisis financiera internacional no fue directa sobre la economía argentina, pero ya empiezan a llegar repercusiones indirectas. Pese a que el sistema financiero argentino no estuviera comprometido con la debacle de los gigantes financieros de la economía mundial, ni cubierto por una burbuja, la economía real comenzó a recibir los golpes derivados de una caída en la demanda mundial y en el precio de los exportables de la región. El eslabón más sensible a la penetración de la crisis resultó ser la industria automotriz: las políticas globalizadas de las terminales ha llevado a que en Argentina se produjeran suspensiones e intentos de despidos anticipados, como reflejo de la pérdida de ventas en otras plazas antes que en el mercado local. A los recortes en las terminales le siguieron otros en industrias vinculadas al circuito productivo automotor. Las plazas de Córdoba y Gran Rosario aparecen como las más amenazadas.

El secretario general de trabajadores aceiteros de San Lorenzo (Gran Rosario), Pablo Reguera, denunció esta semana que 300 trabajadores del sector fueron obligados a tomar vacaciones anticipadas y otros 200 fueron suspendidos. El dirigente gremial precisó que en el sector se desempeñan en la actualidad unos cuatro mil trabajadores. Estimó que todo el personal tercerizado (sin relación de dependencia directa reconocida por el empleador del sector) se encuentra afectado con la disminución horaria o por suspensiones, representando en su conjunto al “40 por ciento del personal que cumple tareas normalmente en las empresas, desde hace ya unos diez años”. Reguera aseguró que “desde hace 30 días se estaba trabajando normalmente con una producción en los mismos niveles del año pasado, en el que se embarcaron 60 millones de toneladas de granos, aceites y subproductos”.

Por otra parte, la CGT de Rafaela, también en la provincia de Santa Fe, informó que “se produjeron 250 despidos” en distintas empresas y comercios de la zona. En General Motors, también en la zona de Rosario, continúan las negociaciones entre la empresa y el sindicato de mecánicos (Smata) para frenar los despidos de 300 operarios de planta.

También se informó que en la ciudad capital de Santa Fe, unos 80 empleados de una cadena de venta de electrodomésticos y una financiera fueron cesanteados. El presidente de la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario, Carlos Ghioldi, denunció que “se produjo un centenar de despidos en el último mes”, y precisó que, “en su gran mayoría, es personal que trabajaba en grandes comercios”.

En Córdoba, el Smata hizo saber que más de 300 empleados eventuales de la empresa Volkswagen, con planta en la provincia, serán suspendidos durante cuatro fines de semana, aduciendo disminución de la actividad por efecto de la crisis. Los trabajadores afectados “recibirán un 75 por ciento de los haberes caídos”, indicó Leonardo Almada, secretario de prensa de la organización. El dirigente gremial explicó además que la medida obedece a la pérdida de un contrato por 90 mil cajas de velocidad, sin dar referencias sobre su destino, aunque se presume que se trata de la filial brasileña de la marca alemana.

Las ventas de unidades cero kilómetro cayeron en octubre, tanto con respecto a septiembre como a octubre del año 2007. Es la primera vez en 51 meses que se verifica una baja interanual de las ventas. En el mismo mes, en Argentina también se verificó una caída interanual en las ventas, pero en su caso por primera vez en 70 meses.

La baja en el mercado brasileño fue atribuida por voceros del sector a las trabas crediticias. Pero al mismo tiempo, los directivos industriales expresaron su apoyo a las medidas lanzadas por el gobierno para dar nuevo impulso a la economía (ver aparte).

Octubre no resultó un mes promisorio para la industria automotriz prácticamente en ninguna parte del mundo, según parece. En Gran Bretaña, las ventas registraron el índice más bajo de los últimos 17 años, con colocaciones inferiores a las de 2007 en un 23 por ciento.

En Alemania, el poderoso sindicato IG Metall culminó con éxito su sexta jornada de paro en demanda de mejoras salariales. Dos mil trabajadores del turno noche de la planta de Ford en Colonia se plegaron a la medida, y en Renania del Norte-Palatinado lo hicieron cerca de 25.000 trabajadores, según un despacho de la agencia alemana de noticias DPA. En toda Alemania, los trabajadores metalúrgicos en paro llegaron a los 70 mil.

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La industria automotriz resultó ser la hendija por la que se colara la crisis.
Imagen: AFP
 
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