ECONOMíA › OBAMA APURA AL SENADO PARA LA APROBACIóN DEL PLAN DE ESTíMULO A LA ECONOMíA. SALVATAJE DE BANCOS

Crean un “banco malo” para el nuevo rescate

El plan para sanear las cuentas de los bancos es borrando de sus balances los “activos tóxicos”, que se sumarían en una nueva entidad. El Senado aprobaría hoy el plan de Obama.

 Por Tomás Lukin

Mientras espera impaciente que el Senado apruebe el plan de estímulo, el gobierno de Estados Unidos anunciará hoy un nuevo plan de rescate para el sector financiero. La idea central será borrar del balance de los bancos los activos tóxicos. La novedad es que el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, estaría buscando que sean inversores privados quienes compren esos papeles. La iniciativa busca reducir las necesidades inmediatas de financiamiento público, pero principalmente apunta a diferenciarse del rescate impulsado por Bush, donde todo el peso y riesgo de la operación caían sobre el Estado. Para atraer a los inversores el gobierno garantizará un piso para el declinante precio de los activos. El plan contemplaría la creación de un “banco malo”, encargado de reunir todos los papeles ilíquidos. Además, inyectará más liquidez y aliviará la carga de deuda sobre propietarios hipotecados al borde de la ejecución.

El anuncio se iba a realizar ayer, pero el gobierno decidió esperar un día más y seguir presionando al Congreso para que apruebe el plan de estímulo fiscal. Para eso, Barack Obama dejó Washington y se fue de visita a Elkhart, una de las ciudades con mayor desempleo de Estados Unidos. “No puedo decirles con total seguridad que todo en este plan funcionará exactamente como esperamos. Pero no hacer nada no es una opción, puedo decirles con total confianza que una demora interminable o una parálisis en Washington frente a esta crisis sólo provocará un desastre más profundo. Pido al Congreso que apruebe esta medida inmediatamente”, señaló el presidente estadounidense con la misma fórmula que utilizó durante toda la semana pasada, cuando se conoció que la desocupación llegó hasta 7,6 por ciento, el máximo desde 1992.

Para el nuevo plan de rescate del sector financiero, el gobierno no pretende pedir plata fresca. La propuesta sería atraer a los inversores privados y utilizar los fondos que todavía no fueron asignados de los 700 mil millones de dólares del rescate impulsado por Bush. “Todavía estamos haciendo algunos ajustes menores, pero estamos listos para anunciar lo que creemos que será un plan amplio y de largo alcance”, señalaron desde el Tesoro.

Las medidas para el sector financiero que se presenten hoy serán sólo un esbozo del plan que irá quedando más claro con el correr de los días:

- Según trascendió, el gobierno continuará inyectando liquidez en los bancos, pero impondrá condiciones más duras para acceder a los fondos. Para recibir las facilidades las entidades serán sometidas a un examen que determinará si tienen suficiente capital. Las firmas que no lo aprueben accederán a mayores montos. Si en un período de tiempo los bancos no pueden cancelar sus deudas, podrán ser liquidados o declarados en default.

- El “banco malo” que reuniría todos los activos tóxicos podría ser financiado por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos, pero el objetivo del gobierno es que la mayor parte de los fondos provengan de inversores privados como fondos de riesgo, fondos de títulos privados, hasta aseguradoras.

- Un punto complicado es el de la valuación de estos activos ilíquidos, cuál es el precio que se debe pagar por un activo que nadie quiere y, si es el Estado quien los adquiere, cómo se evita el sobreprecio. Por eso el gobierno se limitaría a ofrecer un piso para atraer a los inversores.

- Los anuncios de un programa de alivio para propietarios serán una parte fundamental del plan, pero podrían hacerse por separado. El objetivo será frenar las ejecuciones hipotecarias. Además se espera que incrementen el financiamiento para un proyecto impulsado por la anterior administración que incentiva a los inversores privados a financiar préstamos estudiantiles y deudas de tarjetas de crédito.

“No podemos permitirnos esperar y ver qué pasa, esperando que todo se solucione. No podemos seguir con las mismas ideas fallidas que nos llevaron a esta crisis en primer lugar y que el pueblo estadounidense rechazó en las urnas el pasado noviembre”, afirmó Obama en referencia a la reticencia de los republicanos a aprobar el plan. Para despejar dudas, el presidente aseguró que el destino de los fondos podrá ser seguido por Internet. El viernes pasado el Senado llegó a un principio de acuerdo sobre el plan de estímulo fiscal. La versión de la Cámara alta ronda los 800 mil millones de dólares, 100 mil millones por debajo de lo aprobado por los diputados. La votación en el Senado sería hoy y los demócratas necesitan contar con el apoyo de dos republicanos como mínimo. Pero aun cuando se apruebe, ambas cámaras deberán negociar la versión final del plan. Las principales diferencias de los proyectos se encuentran en sectores como salud, educación, seguro de desempleo y la compra de autos más eficientes, donde los demócratas accedieron a realizar importantes recortes.

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Barack Obama salió a la “calle” para presionar al Senado.
Imagen: AFP
 
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