ECONOMíA › PREOCUPACIóN EN EL INTERIOR POR LA FALTA DE COMBUSTIBLES. LAS PETROLERAS PROMETEN UNA PAULATINA NORMALIZACIóN

Escasez que empezó en el pozo y ahí se soluciona

Las empresas del sector aseguran que los conflictos que afectaron la actividad y distribución de los yacimientos entre abril y junio todavía no permiten que las refinerías operen a plena capacidad. Aseguran que se irá normalizando desde la semana próxima.

 Por Raúl Dellatorre

El panorama generalizado era ayer de extendida y federalizada preocupación: varias provincias, desde Mendoza a Salta, y ciudades con fuerte concentración de población, como Mar del Plata y Rosario, denunciaban la carencia de nafta súper en surtidores y, en algunos casos, también de gasoil. Los directivos de las cámaras empresariales de expendedores, sin mucha información, trazaron horizontes dramáticos, anticipando “varios meses” sin combustibles. Mientras algunos se regodeaban imaginando un proceso preelectoral caótico, desde las firmas petroleras empezó a aparecer, tímidamente, la información que daba cuenta del origen del problema: los conflictos en yacimientos y los que interrumpieron el transporte del crudo vienen afectando desde hace semanas la carga (la entrada de materia prima) a las refinerías, situación que sólo se irá resolviendo en cuestión de días. Conclusión: el abastecimiento se irá normalizando, pero paulatinamente. Lo que hace prever todavía una semana o dos, al menos, con dificultades en diferentes puntos geográficos del territorio nacional.

“La salida del crudo desde yacimientos ya está operando casi con normalidad, ahora el problema es la logística (el transporte), que está prácticamente colapsada”, comentó a este diario una alta fuente del sector. La observación se corroboraba con la información proveniente de Salta: en ciertos puntos del norte de la provincia, como Tartagal, después de varios días sin combustibles había llegado el abastecimiento por camiones desde Córdoba. Pero era tal la demanda postergada de automovilistas que quedaron con los tanques vacíos, que los surtidores agotaban las existencias en pocas horas. “Ahora hay que esperar al menos otros dos días para que repongan”, se quejaban los automovilistas que no habían llegado a reabastecerse.

Juan Manuel Urtubey, gobernador de la provincia, recientemente reelecto, intentó tranquilizar a la población señalando que la solución llegaría en cuestión de días. “La información que nosotros tenemos es que a partir de la semana que viene el tema del combustible empieza a normalizarse –señaló–. Tenemos un problema focalizado con serias implicancias en la zona norte, desde la provincia de Córdoba hasta Jujuy, y en el Litoral también.” Pero Urtubey cambió el tono tranquilizador cuando agregó: “Claro que hasta el lunes faltan seis días, la idea es que los vehículos que ya tengan nafta puedan sostenerlo”.

Con bastante menos sentido de la moderación, el presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior, Daniel Giribone, advirtió desde Rosario que “la situación se va a complicar en los próximos dos meses”, prolongándose la falta de combustibles. “Luego podríamos estar un poquito mejor, ya que hay algunas instalaciones que están siendo remodeladas para aumentar su capacidad, pero los faltantes van a estar”, agregó como para mostrar un tono no totalmente negativo. El problema, a su criterio, se focaliza en que mientras que se han mantenido los mismos cupos de entrega de combustibles a estaciones de servicio desde 2009 por parte de las petroleras, “el incremento del consumo y el aumento de autos que han aparecido hacen la diferencia”.

En provincias del Nordeste, Mesopotamia y cordilleranas del norte se denunciaron problemas parciales de abastecimiento en algunos departamentos. En el caso de Mendoza, la escasez habría estado directamente vinculada con el exceso de demanda por el arribo de unos veinte mil chilenos (en autos y micros) para presenciar los partidos de la Copa América. En las regiones más alejadas, se atribuye a problemas de logística la ausencia de combustibles líquidos en todos los puntos de venta.

Desde las empresas intentaron llevar tranquilidad. Voceros de YPF desmintieron que haya desabastecimiento en la red de estaciones de la compañía, que es la más grande del país. Y desde Esso, Tomás Hess, su director de asuntos externos, aseguró que el abastecimiento está asegurado y que existen problemas puntuales que se irán resolviendo en los próximos días.

“Los yacimientos estuvieron trabajando con dificultades por conflictos desde abril, luego hubo diversos problemas para distribuir el crudo por bloqueos a las instalaciones, no sólo de petroleros sino también de docentes y otros gremios”, recordaron coincidentemente ayer fuentes privadas y públicas. Hasta el mes de mayo se registraba un uso de capacidad potencial en refinerías del 70 al 80 por ciento, que subió entre cinco y diez puntos en promedio en junio. A partir del inicio de este mes, se empezó a normalizar. “Pero faltan camiones para la carga, por lo que el abastecimiento no es total en plantas destiladoras”, indicaron fuentes del sector. Después de eso, habrá que ir resolviendo el transporte de combustible una vez producido para llegar a regiones muy desabastecidas. A partir de la próxima semana prometen una paulatina normalización. Pero paso a paso.

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En varios puntos del país, principalmente en el Norte, se repitió la escena: no hay nafta súper ni gasoil.
Imagen: AFP
 
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