ECONOMíA › LA DIVISA LLEGó A SUBIR CINCO CENTAVOS, PERO EL BANCO CENTRAL ACOTó EL ALZA A SOLO UNO

En la city hubo baile con el dólar

La cotización del billete verde cerró la semana en 4,24, pero antes la fuerte demanda y el corrimiento del Central la hicieron escalar hasta 4,28 en algunas agencias. La autoridad monetaria terminó aplacando la suba y castigando a los especuladores.

 Por Tomás Lukin

La cotización del dólar en los bancos y agencias de cambio de la city porteña terminó la semana en 4,24 pesos, un centavo por encima del cierre del jueves. Durante la activa jornada de ayer el precio de la moneda sorprendió por su volatilidad y llegó a ofrecerse a 4,28 pesos. Las ventas del Banco Central en el segmento mayorista junto con las operaciones en los contratos a futuro aplacaron los movimientos alcistas y desactivaron posiciones especulativas. El tradicional comportamiento preelectoral, la fuga de capitales que supera los 10 mil millones de dólares y la crisis financiera internacional son los principales focos de presión sobre la demanda de dólares. Las novedades en la política monetaria de Brasil, que bajó las tasas de interés, y el real frenó, al menos temporalmente, su proceso de apreciación, sumaron un nuevo elemento que es seguido de cerca por el Gobierno (ver aparte).

En ese escenario, el Banco Central viene permitiendo leves aumentos en el precio de la divisa que compensan parcialmente la apreciación del tipo de cambio real por la inflación. Así, en lo que va del año, la divisa acumula un aumento de 23 centavos, una devaluación nominal del 5,7 por ciento. El “poder de fuego” que posee el BCRA con 49.949 millones de dólares en reservas implica que todo movimiento en el valor del dólar está convalidado por la autoridad monetaria. “En el mercado existe una expectativa errónea de que habrá algún tipo de devaluación luego de octubre. El tipo de cambio no va a experimentar ningún movimiento brusco, ésa es una certeza que el mercado va a asumir. El Banco Central posee un poder de fuego latente para desactivar cualquier tipo de operación”, indicaron desde la autoridad monetaria.

La particularidad de la jornada de ayer estuvo en la volatilidad que reflejó el mercado mayorista y minorista. El jueves la cotización para los grandes operadores –fundamentalmente bancos extranjeros y las principales entidades de capital local– cerró en 4,23 pesos. Ayer, producto de las ventas al contado del Banco Central que superaron los 200 millones de dólares, el precio retrocedió hasta 4,20 pesos, un fuerte e inusual movimiento. La cotización minorista acompañó esa tendencia. Entre los operadores estimaban que la intervención del sector público alcanzó los 500 millones de dólares, sumando las operaciones a futuro. Las reservas de la entidad retrocedieron 2250 millones de dólares durante los primeros nueve meses de 2011, producto de los pagos de deuda y las crecientes intervenciones en la plaza para aplacar la demanda.

El comportamiento del mercado de ayer reflejó un cambio de estrategia en la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont: mayor volatilidad y menos previsibilidad para los operadores que pujan en la plaza cambiaria. La entidad no trabaja sola en la administración de “un tipo de cambio competitivo, estable y sin sobresaltos”. Se trata de una estrategia donde también participan el Banco Nación y la Anses. Ambos organismos intervienen activamente con distintos mecanismos –desde compraventa de divisas hasta operaciones con bonos– para controlar el rumbo de la cotización del dólar ofreciendo dólares cuando es necesario. De esa forma, explicaron en el Ministerio de Economía, se distribuye la carga de las operaciones al interior del sector público y se limitan los movimientos en el stock de reservas internacionales.

El jueves pasado, durante la cena por el Día de la Industria en Tecnópolis, el presidente del Nación, Juan Carlos Fabrega, explicó a este diario que “el dólar va a seguir administrado por el Banco Central, no van a existir sobresaltos, estamos articulando las intervenciones”.

La reciente decisión del Banco Central de Brasil de bajar medio punto porcentual sus tasas de interés de referencia hasta 12 por ciento tuvo como correlato una leve devaluación del real. Hasta ahora, la moneda del país vecino venía evidenciando un sostenido proceso de apreciación que era resultado directo de su política monetaria.

“El riesgo más grande para Argentina es que Brasil entre en recesión. El tema cambiario no es determinante en el vínculo bilateral. Incluso si devalúan pueden crecer más rápido y así demandarán más bienes argentinos”, afirmaron a Página/12 desde el directorio del Banco Central, donde siguen con atención los movimientos del real. De todas formas, enfatizan que el tipo de cambio real bilateral con Brasil se encuentra 48,9 por ciento por encima del promedio 1995-2001 y el multilateral se ubica 40,3 por ciento arriba del mismo período.

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La devaluación del peso en lo que va del año sigue siendo moderada, del 5,7 por ciento.
Imagen: Micaela Gualtieri
 
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