ECONOMíA › AUMENTA EL SUPERáVIT, EN MEDIO DE UNA CAíDA SIMULTáNEA DE IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES

El factor Brasil debilita el intercambio

El retroceso de las importaciones en agosto alcanzó el 20 por ciento respecto del año pasado. Cayeron las exportaciones un 12 por ciento. El peso de la menor demanda brasileña.

 Por Federico Kucher

La balanza comercial de agosto arrojó un superávit de 899 millones de dólares, lo cual representa un alza del 145 por ciento respecto del mismo mes de 2013. En lo que va del año, el intercambio con el exterior computa un excedente de 5386 millones, con una caída interanual del 9 por ciento, según informó ayer el Indec. El mes pasado, las importaciones sufrieron una baja del 20 por ciento, por menores compras de autos, de combustibles y de componentes para bienes de capital. A su vez, las exportaciones anotaron una caída del 12 por ciento, por la desaceleración de las ventas del complejo agropecuario y de las terminales automotrices. El estancamiento de la economía brasileña fue el elemento central para explicar la floja performance de los despachos de vehículos. La tensión en el comercio exterior también se reflejó en el mercado cambiario: el complejo sojero liquidó en agosto 287 millones de dólares menos por exportaciones respecto de lo ingresado en el mismo mes del año 2013.

Las importaciones alcanzaron a 5700 millones de dólares el mes pasado, cuando habían sido de 7107 millones de dólares en 2013. En el acumulado de los ocho primeros meses del año, llegaron a 44.714 millones de dólares, contra 49.905 millones del mismo lapso de 2013. La caída resultante es del 10 por ciento. La desaceleración de la actividad económica durante 2014 fue un factor central para explicar la merma de las compras al resto del mundo. El crecimiento de la demanda agregada pasó del 3 por ciento en 2013 a una variación cercana a cero este año, lo cual generó una menor compra de bienes provenientes del exterior. El Indec precisó que en agosto por bienes intermedios se importaron 1600 millones de dólares, con un retroceso del 4 por ciento; las de combustibles y lubricantes totalizaron 1040 millones (merma del 31 por ciento), las de piezas y accesorios para bienes de capital, 1045 millones (-29 por ciento), las de bienes de consumo, 561 millones (-11 por ciento), y las de vehículos automotores de pasajeros, 300 millones (-60 por ciento). En cambio, se registraron alzas en las compras de bienes de capital (1134 millones de dólares, más 7 por ciento).

En lo que se refiere a las exportaciones, anotaron en agosto 6599 millones de dólares, por debajo de los 7474 millones de dólares vendidos al exterior un año antes. En lo que va del año, las colocaciones en mercados externos acumulan 50.100 millones de dólares, con un retroceso de 10 por ciento contra los 55.794 millones del mismo período del año pasado. Uno de los elementos que pesó en contra de los despachos argentinos al resto del mundo fue la pobre performance de la economía brasileña. Las proyecciones de crecimiento para el principal socio comercial del país bajaron del 2,5 por ciento a menos del uno por ciento para todo 2014. El menor movimiento económico de la mayor economía de la región provocó una fuerte caída de las exportaciones a ese mercado, principalmente del complejo automotor. Los despachos de rodados bajaron 13 por ciento en agosto.

El desagregado del informe del Indec precisó que las exportaciones de productos primarios fueron el mes pasado de 1791 millones de dólares, cuando habían sido de 1908 millones en 2013. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que el complejo de la soja (semillas y frutos oleaginosos) realizó ventas por 640 millones de dólares, cuando lo había hecho por 927 millones el año pasado.

En cuanto a las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario, se registraron en agosto 2513 millones de dólares, con una caída del 13 por ciento respecto del año pasado; las manufacturas de origen industrial sumaron 1979 millones de dólares (retroceso del 13 por ciento) y las de combustibles y energía, 316 millones (-21 por ciento), entre las que el petróleo crudo empezó a ocupar un lugar destacado.

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A la desaceleración de las exportaciones de soja se agrega el impacto del retraso en las liquidaciones.
Imagen: Leandro Teysseire
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