EL MUNDO › LA EX ASESORA DE DILMA ROUSSEFF RENUNCIO POR DENUNCIAS DE CORRUPCION

Cayó la jefa de gabinete de Lula

Medios brasileños denunciaron que el hijo de Erenice Guerra habría pedido coimas para que una empresa aérea ganara una licitación con el Estado. Sucede a dos semanas de los comicios.

En medio de un escándalo por tráfico de influencias y a dos semanas de los comicios, renunció la jefa de gabinete de Luiz Inácio Lula da Silva. La salida de Erenice Guerra podría afectar a la candidata oficialista para la presidencia, Dilma Rousseff, que lleva la delantera en las encuestas.

La partida de la funcionaria más cercana a Rousseff se oficializó en la tarde de ayer, cuando el vocero del Palacio del Planalto, Marcelo Baumbach, leyó la renuncia. Medios brasileños denunciaron que el hijo de Guerra habría apelado al tráfico de influencias y habría pedido coimas para que una empresa aérea ganara una licitación con el Estado. Israel Guerra se desempeñaba como asesor.

El opositor diario Folha de Sao Paulo publicó ayer la declaración de Rubén Quícoli, de la empresa paulista EDRB, que relató que el hijo de la jefa de ministros le habría exigido el pago de una comisión del 5 por ciento para facilitar un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes). Quícoli aseguró que Erenice Guerra estaba al tanto del proyecto que el empresario presentó en busca de financiamiento. Y agregó que incluso la abogada habría participado de una de las reuniones. La Policía Federal también investiga otro presunto soborno en el que estarían vinculado Israel Guerra y su empresa. En esa oportunidad, el hijo de la ministra de Lula le habría cobrado a una compañía de transporte de cargas para renovar un contrato con el Correo estatal.

Según los medios brasileños, Guerra se habría reunido con el ministro de Comunicación, Franklin Martins, antes de abandonar su cargo. Martins le habría planteado que la situación era insostenible por el grado de vinculación que tenían sus asesores y familiares con el caso de coimas.

Erenice Guerra presentó su dimisión al presidente junto con una carta en la que denunció una campaña de descalificación contra ella y su familia. “Las pasiones electorales no pueden justificar el vale todo”, dijo la ex asesora de Rousseff. “Me cabe, de ahora en adelante, la misión de luchar para que la verdad de los hechos sea restablecida”, agregó.

Desde el inicio de la denuncias, el propio Lula le pidió al ministro de Justicia, Luiz Paulo Barreto, que movilizara de inmediato a la Policía Federal para investigar. La idea del mandatario era situar el caso en el terreno judicial y correrlo del campo de la campaña electoral.

Desde la oposición habían pedido la cabeza de Guerra para facilitar las investigaciones. “La renuncia es una solución política del Planalto. Es evidente que hicieron la evaluación de que ella iba a causar mucho daño a la campaña de Rousseff”, remarcó Sergio Guerra, titular del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Por su parte, el líder del partido Demócratas, principal aliado del PSDB, reclamó que Rousseff también sea investigada por las denuncias que pesan sobre la ex ministra. El líder del PT en la Cámara de Diputados, Fernando Ferro, catalogó como lamentable la renuncia de Guerra y atribuyó la decisión a la intención de evitar el uso electoral del caso.

La renuncia de Guerra puede tocar a la candidata oficialista, que se perfila con posibilidades de ganar en primera vuelta en las elecciones del 3 de octubre próximo. Dentro del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) temen que este escándalo pueda arrancarle votos a Dilma y llevarla a la segunda vuelta, aunque descartan que saldrá victoriosa en la contienda electoral. En las filas del partido de la economista recuerdan que un escándalo por un supuesto caso de espionaje rozó a Lula en la campaña presidencial de 2006 y le costó caro. Hace cuatro años habían vinculado a integrantes del PT con la compra de información sobre José Serra. El caso, que ocupó las primeras planas de los diarios opositores y llenó varios minutos de los noticieros, terminó colocando a Lula en segunda vuelta con Gerardo Alckmin.

En las últimas semanas, el socialdemócrata Serra intentó vincular a Rousseff con un asunto de espionaje bancario contra su hija. Pero los sondeos de opinión siguieron augurándole a la candidata de Lula un triunfo cómodo, sin necesidad de ira a ballottage. Según Datafolha, la última encuesta le da 51 puntos a la economista y sólo 27 al principal candidato opositor. “Las denuncias no afectan la imagen de la candidata del PT y mantiene un escenario muy consistente de triunfo”, dijo el director de esa consultora, Mauro Paulino.

Por ahora, el cargo de Guerra será cubierto interinamente por Carlos Eduardo Esteves Lima, un funcionario de la Jefatura de Gabinete. Lula se tomará una semana para decidir quién sucede en su cargo a la abogada de 51 años, dijo el vocero presidencial. La prensa local especula que la elegida podría ser la actual coordinadora del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), Miriam Belchior. Antes de que Baumbach hiciera el anuncio, Lula declaró a los medios: “Cuando uno está en una máquina pública no tiene derecho de equivocarse. Si nos equivocamos hay que pagar”.

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El presidente Lula junto a la hoy ex jefa de gabinete Erenice Guerra.
 
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