A diferencia de 2008, los ex contrincantes del precandidato republicano Mitt Romney que se turnaban para destruirlo en las primarias de ese año ahora suman elogios y lo defienden de los ataques de sus correligionarios. Los popes republicanos John McCain (senador por Arizona y ex rival del presidente Barack Obama en 2008), el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani y el ex senador por Arkansas Mike Huckabee se sumaron en las últimas horas para abroquelarse detrás de la candidatura cada vez más afianzada de Romney de cara a las presidenciales de noviembre. McCain compartió escenario en las primarias de New Hampshire diciendo que Romney gobernará desde el frente como Reagan, y no desde atrás como Obama. Huckabee le dio respaldo en temas anti aborto y, lo más importante, declinó apoyar otra alternativa republicana. Inclusive Giuliani, la última incorporación de Romney, denunció a sus competidores de las primarias, Newt Gingrich y Rick Perry, por criticar el desempeño del mormón durante su época en la firma de inversiones Bain Capital. Sus competidores lo acusan de destruir puestos de empleo y obligar a cerrar compañías que Bain Capital tomaba para reestructurar.

McCain y Huckabee utilizaron en 2008 el mismo argumento que Gingrich y Perry para sacarse de encima a Romney en las primarias. “Considero que atacar a Romney con lo que realmente es la esencia de lo que los republicanos creemos, la economía, es un error y forma parte del último manotazo de ahogado de una campaña desesperada”, dijo McCain ayer. No contento con este nuevo cambio de postura, el senador por Arizona tuvo una definición para lo opuesto a lo que era la compañía de inversiones de Romney. “Comunismo”, dijo sin titubeos. Huckabee envió un email a su lista de simpatizantes el jueves, pidiendo que cesen los ataques de los republicanos a Romney. “Es sorprendente ver a tantos republicanos abrazarse al argumento de izquierda en contra del capitalismo”, escribió en el email, haciendo alusión a los ataques a Romney por sus declaraciones acerca de su gusto por echar a sus empleados. “Es terrible que los trabajadores pierdan sus trabajos. Pero si la reestructuración puede cambiar el rumbo de una empresa en problemas, por lo menos eso ayuda a que no se pierdan todos los puestos de trabajo”, intentó salvarlo. El inesperado apoyo de Huckabee es la otra cara de la moneda de 2008, cuando dijo: “Romney tiene el aspecto del tipo que te echa, no del que te contrata”.

Por su parte Newt Gingrich profundizó sus ataques contra Romney, pidiendo que el gobernador de Ma-ssachusetts demuestre si creó los 100.000 puestos de trabajo que dijo durante la campaña. “No podés ser candidato a presidente si la mitad de tu campaña es acerca de tus grandes logros y no los demuestras”, fustigó.