EL MUNDO › CON LA ASUNCIóN DEL EMPRESARIO Y DIRIGENTE DEPORTIVO VUELVE LA PRINCIPAL FUERZA POLíTICA DEL PAíS

Asume Cartes y Paraguay se pinta de colorado

Enfrenta desafíos: disminuir la pobreza, controlar un Estado prebendario y aportar soluciones para el conflicto por la tierra.

Horacio Cartes asumirá hoy la presidencia de Paraguay, poniendo fin al interregno que significó la destitución de Fernando Lugo el año pasado. Su llegada al poder significa la vuelta del Partido Colorado, el regreso de Paraguay a Unasur y una posible reincorporación del país al Mercosur. Entre los mandatarios que asistirán a la ceremonia de asunción se encuentran el chileno Sebastián Piñera; el peruano Ollanta Humala; el príncipe Felipe de Borbón; el uruguayo José Mujica; la argentina Cristina Fernández; la brasileña Dilma Rousseff y el mandatario de Taiwan, Ma Ying-jeon. El presidente venezolano Nicolás Maduro no fue invitado por la incorporación de su país al Mercosur durante la suspensión de Paraguay. Su par ecuatoriano Rafael Correa decidió no enviar un representante de su país en solidaridad con su aliado político.

El sucesor del liberal Federico Franco, que asumió la presidencia del país luego del golpe contra Lugo, deberá enfrentar tres desafíos centrales: disminuir los índices de pobreza –de los más altos de Sudamérica–, controlar un Estado prebendario y teñido de corrupción, y avanzar en una salida para el permanente conflicto por la propiedad de la tierra.

Cartes deberá lidiar también con su propio partido, porque su estilo de conducción personal chocará con los esquemas ortodoxos de los colorados, acostumbrados a prácticas que históricamente convirtieron al Estado en una administración clientelista. El Estado paraguayo es el principal empleador del país, y por eso debe destinarse casi el 80 por ciento del presupuesto nacional al pago de salarios.

Más allá de la ceremonia formal de jura, buena parte de la atención de mañana estará en las conversaciones que Cartes mantendrá, por separado, con sus pares de Uruguay, José Mujica; Argentina, Cristina Fernández, y Brasil, Dilma Rousseff, porque se delineará entonces el lugar de Paraguay en el bloque. Será más complejo recomponer el vínculo de Asunción con Caracas, porque las relaciones bilaterales están virtualmente cortadas desde junio del año pasado, tras el golpe contra Lugo. Venezuela ingresó al Mercosur en paralelo a la suspensión de Paraguay.

Respecto de la Unasur, el bloque ya anunció el fin de semana que levantaba la suspensión, y Cartes podría estar en la próxima cumbre sudamericana, el 30 de agosto en Surinam.

Por su parte, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, anunció que su país decidió no enviar representantes a la investidura de Cartes, porque no se invitó a Venezuela, pero envió a los paraguayos sus deseos de que les vaya bien con su nuevo gobierno. “La decisión responde a que no se invitó a un país hermano –Venezuela– cuyo mandatario, Nicolás Maduro, no fue tomado en cuenta para dicha ceremonia”, sostuvo el canciller. “Nos parece que el que no se haya invitado a un país hermano no es saludable para mejorar el nivel de entendimiento en Sudamérica”, agregó.

Cartes será el octavo presidente desde el final de la larga dictadura de Alfredo Stroessner, en 1989, y su asunción marca la vuelta al poder del tradicional Partido Colorado, que gobernó por seis décadas hasta el breve período de Lugo y el ahora mandatario saliente Franco.

Nacido en 1956, multimillonario, empresario y dirigente deportivo, Cartes se ganó el lugar principal del Palacio de López en abril, cuando ganó las elecciones al frente de una fórmula que completó Juan Afara. Su carrera dentro de la Asociación Nacional Republicana (el nombre oficial del Partido Colorado) fue veloz. Se afilió en el 2009, logró una reforma de la carta orgánica interna en el 2010 para poder ser candidato, llegó a la postulación en el 2012 y ganó un año después.

Habrá en total unos 4000 invitados oficiales, 450 de ellos extranjeros, para una fiesta que los organizadores buscan convertir en un acontecimiento ciudadano: será al aire libre, frente a la costanera de Asunción y con espacio para 30 mil personas. El costo de los actos es de 1,2 millón de dólares.

En vez de la tradicional ceremonia ante el Congreso, Cartes jurará en el Palacio de López, donde inmediatamente después hará asumir a un gabinete que presentó el lunes, al que definió como una selección de lo mejor y que tiene un notable perfil técnico. Sin embargo, en la jornada de hoy se mezclarán festejos y protestas, porque a los docentes se sumarán trabajadores de la salud, estatales, y empleados y ex empleados de la represa binacional de Yacyretá, que también anuncian concentraciones.

Por otra parte, en su último día como presidente, Franco pidió disculpas y entregó reconocimientos a sobrevivientes y familiares de víctimas de la larga dictadura que encabezó Alfredo Stroessner. “Este gobierno pide disculpas en nombre del pueblo paraguayo a los familiares de las víctimas por la dictadura, a los que lucharon por la democracia, a los héroes del Movimiento 14 de Mayo que ofrendaron sus vidas”, remarcó Franco en el acto, realizado en el Palacio de López.

Franco, que hoy entregará el mando a Cartes, se declaró “feliz por haber dedicado su último acto público a hacer el desagravio a los militantes del Movimiento 14 de Mayo”, una organización armada formada en el exilio, que buscaba derrocar a la dictadura de Stroessner.

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Cartes buscará negociar con sus invitados el regreso de Paraguay al Mercosur.
Imagen: AFP
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