EL MUNDO › TEBARTZ-VAN ELST ADMITIó QUE EL MONTO PARA RENOVAR EL PALACIO EPISCOPAL SE HABíA DISPARADO A 31 MILLONES DE EUROS

Francisco suspendió al obispo millonario alemán

En un gesto de último minuto, Franz-Peter Tebartz-van Elst voló a Roma durante el fin de semana para explicar sus gastos exorbitantes. La Conferencia Episcopal alemana investiga qué falló en los procesos de control.

El obispo alemán, que desató la indignación de su diócesis, fue suspendido después de caer en desgracia con el papa Francisco. En un gesto de último minuto, el obispo de Limburgo, Franz-Peter Tebartz-van Elst, voló por Ryanair a Roma durante el fin de semana después de haber sido convocado para explicar sus gastos excesivos, a continuación de las protestas de los fieles de la Iglesia local.

Pero parece que Francisco, que se modeló a sí mismo como el ascético Santo de Asís, no se impresionó después de escuchar los intentos de Tebartz-van Elst de justificar las mejoras de su casa y las renovaciones que totalizaron 31 millones de euros, más del doble del estimado de 13,5 millones. “El Santo Padre ha estado continuamente y objetivamente informado de la situación”, dijo ayer un vocero del Vaticano.

El obispo encargó la renovación del palacio episcopal en la ciudad medieval de Limburgo, sede de la diócesis desde hace 200 años, en donde planeó una residencia para el obispo de turno. Al principio se habló de un gasto inferior a los 3 millones de euros. Después, de unos 5 millones y más tarde, de 10 millones. Pero Tebartz-van Elst admitió hace unas semanas que el presupuesto se había disparado hasta los 31 millones de euros. Se cree que esta suma podría quedarse corta y que la nueva casa obispal costará en total más de 40 millones de euros. Incluye estancias privadas construidas con materiales nobles y detalles lujosos, como una bañera de 15.000 euros.

La Conferencia Episcopal alemana investiga desde el pasado viernes qué falló en los procesos de control para que los gastos se disparasen de esa manera. Sus críticos creen que la explosión de los costes se debió a los requerimientos del obispo. La fiscalía de la región está comprobando si el prelado malversó el patrimonio secreto de la diócesis, estimado en unos 100 millones de euros.

La noticia llega dos días después de la audiencia que Tebartz-van Elst, de 53 años, mantuvo con el pontífice para darle su versión de lo ocurrido en Limburgo, donde es duramente cuestionado por su forma de gobernar la diócesis y por el costo millonario de su nueva residencia. Durante el tiempo en el que el obispo se mantenga alejado de los asuntos de la diócesis, al frente de la misma estará el sacerdote Wolfgang Rösch.

Se ha llegado a una situación por la cual el obispo “no puede ejercer su ministerio episcopal en este momento”, señala el comunicado del Vaticano. En la actualidad, una comisión designada por la Conferencia Episcopal alemana está analizando los costos que desató la indignación después de gastarse 15.000 euros del dinero de la diócesis en una bañera y otros 350.000 en trajes. Hasta que se conozcan los resultados, el Vaticano “considera oportuno autorizar” a Tebartz-van Elst a pasar un tiempo “fuera de la diócesis”. El Vaticano no precisó si le adjudicarán otros trabajos en la Iglesia o si podrá regresar a su diócesis tras la suspensión indefinida.

El obispo es objeto de una polémica por su estilo de gobierno, pero sobre todo por los 31 millones de euros que cuesta la reforma de su residencia en Limburgo. Además, podría ser sancionado por mentir en una declaración jurada sobre un viaje a la India en primera clase y la fiscalía de Limburgo estudia si abrirle una investigación por denuncias de deslealtad y otras irregularidades.

El obispado de Limburgo es escenario de enfrentamientos desde hace tiempo. En marzo de 2012 un grupo de sacerdotes acusó a Tebartz-van Elst de tener un estilo autoritario y a mediados de este año el malestar llegó a las bases con una carta abierta firmada por más de 4000 personas contra la forma de ejercer su ministerio. En el obispado viven unos 650.000 católicos. Limburgo es una ciudad de aproximadamente 33.000 habitantes en el estado centro-occidental de Hesse.

El padre Wolfang Rösh, designado para sustituir temporalmente al obispo, es una persona de confianza de Tebartz-van Elst. De 54 años, había sido nombrado vicario general a partir del 1º de enero de 2014. El vicario general es el representante del obispo diocesano ante la administración general. Sucede en el cargo a Franz-Josef Kaspar, al que se acusa de haber colaborado con el obispo en la construcción de la nueva sede. Personas próximas a la diócesis culpan a Kaspar de haber ocultado sistemáticamente los gastos reales de la sede.

El uso extravagante de los fondos por parte del obispo choca con el estilo sencillo y espartano que el papa Francisco introdujo en el Vaticano desde su elección en marzo, y por eso se mira con atención la forma en que el pontífice aborda este escándalo. Francisco dijo que quiere que la Iglesia Católica de hoy se parezca a la Iglesia de los pobres de Francisco de Asís. El pontífice se ha negado a mudarse al espléndido palacio papal en el Vaticano.

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En marzo de 2012, un grupo de sacerdotes acusó al obispo de Limburgo, Tebartz-van Elst, de tener un estilo autoritario.
Imagen: EFE
 
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