EL MUNDO › MIENTRAS CONTINUABA EL ESCRUTINIO OFICIAL QUE LO DABA AMPLIO GANADOR EN BOLIVIA

Evo llevó el festejo a Cochabamba

“Casi después de diez años de presidente seguimos ganando las elecciones con más del 60 por ciento”, dijo Morales. Y reprochó a los asistentes de la localidad de Bulo Bulo que sus rivales hayan obtenido 400 votos frente a los 15 mil del MAS.

A dos días de consagrarse en las elecciones generales de Bolivia, el reelecto presidente Evo Morales, que se alza con el 55 por ciento de apoyo con el 62,6 por ciento de los votos escrutados, aseguró que con estos resultados el pueblo ha dicho que no quiere volver al pasado. Mientras finaliza el recuento oficial, Morales afirmó ayer en diferentes actos en la localidad de Bulo Bulo, Cochabamba, que su deseo era llegar al 70 por ciento de los votos y expresó su esperanza de que finalmente se acerque al menos a un 65 por ciento. “Casi después de diez años de presidente seguimos ganando las elecciones con más del 60 por ciento”, sostuvo, y recordó que desde el 2005 ganó tres votaciones con más del 50 por ciento y cuatro con más del 60 por ciento. En esa serie, Morales incluye todas las elecciones hechas bajo su mandato, incluido un referéndum sobre su gestión en 2008 y la aprobación en una consulta en 2009 de la nueva Constitución.

En uno de los actos en Bulo Bulo, Morales reprochó a los asistentes que en esa población los opositores Quiroga, Doria Medina y Del Granado hubieran obtenido alrededor de 400 votos frente a los más de 15.000 conseguidos por su candidatura. El gobernante dijo que no entiende que los opositores logren votos entre los campesinos porque, a su juicio, Quiroga aplicó políticas de erradicación forzosa de cocales, Doria Medina como ministro privatizó empresas estatales y Del Granado es un “pasa-pasa”, es decir que militó en diferentes partidos. Para el mandatario, los votos logrados por la oposición en áreas rurales pueden deberse a falta de reflexión o a que “los abuelitos se equivocan”.

El lento escrutinio oficial confirmó la victoria del oficialismo en ocho de los nueve departamentos del país, dato que ya habían adelantado las encuestas. El Movimiento al Socialismo, partido de Morales, pierde por el momento en la región amazónica de Beni frente a la postulación de Samuel Doria Medina, cuyo candidato a vicepresidente, Ernesto Suárez, es originario de ese departamento y tiene allí altos índices de popularidad. Morales logra ganar por primera vez en el próspero departamento oriental de Santa Cruz, que históricamente ha sido feudo de la oposición y años atrás fue también epicentro del movimiento autonomista.

Los datos del escrutinio comenzaron a publicarse el lunes por la tarde en Bolivia, tras un silencio de más de 24 horas después del fin de la votación debido a problemas técnicos y a una supuesta amenaza de piratería informática contra el sistema del TSE. Sin contar con datos oficiales, el gobierno, la oposición y la prensa habían dado por válidos los resultados de los sondeos al pie de urna difundidos el domingo por los medios, que otorgaron a Morales un apoyo abrumador. La misión de observación electoral enviada a Bolivia por la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el ex presidente de Guatemala Alvaro Colom, consideró a comienzos de semana, en su informe, que no era conveniente que se sacaran todas las conclusiones a partir de las encuestas al pie de urna. El organismo supranacional también calificó de extremadamente lento el proceso oficial de cómputo, transmisión y divulgación de actas electorales y recomendó desarrollar un sistema eficaz de transmisión y difusión de resultados preliminares.

Morales agradeció ayer, durante un acto de promulgación de nueva normativa, las recomendaciones de los organismos de observación electoral y sostuvo que él no intentó poner a su disposición a los vocales del TSE, como lo acusó varias veces la oposición.

“Veremos, todavía habrá tiempo, pero primero los resultados”, dijo en una rueda de prensa el candidato opositor Jorge Quiroga, quien aseguró que tiene suficiente salsa de tomate y también llajua (salsa picante boliviana) para cumplir su promesa. Frente a datos oficiales difundidos hasta ahora, los sondeos al pie de urna publicados durante la noche electoral daban a Morales la victoria con casi un 60 por ciento. En septiembre, Quiroga anunció, luego de conocerse los primeros sondeos sobre las elecciones, que si seis de cada diez personas votaban por Morales se comería su reloj. Ahora que parece que los pronósticos se cumplirán, numerosos bolivianos le reclaman con sorna, a través de las redes sociales, que cumpla su promesa. “Por eso Evo Morales está queriendo el 60 por ciento, para verme comer mi reloj”, ironizó el ex mandatario. Quiroga denunció que el TSE, al que calificó de servil e ineficiente, está manipulando los resultados para robar bancas a la oposición e inflar la votación por Morales en áreas rurales. “Nunca en la historia reciente democrática de Bolivia se ha tenido semejante demostración de ineptitud, incapacidad e ineficiencia del órgano electoral, lo que hace pensar que están manipulando y cocinando lo resultados”, sostuvo Quiroga. Por su parte, la candidata del PDC a la vicepresidencia, la indígena quechua Tomasa Yarhui, se mostró convencida de que hubo un fraude electoral en Bolivia. Esta es la segunda vez que Quiroga es derrotado por Morales en unas elecciones: se enfrentaron en los comicios de 2005 en los que el actual gobernante se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.

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Morales dijo que con los resultados que obtuvo el domingo el pueblo ha dicho que no quiere volver al pasado.
Imagen: AFP
 
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