La imagen del cadáver de una niña siria sacada del mar tras naufragar un barco con refugiados que intentaban llegar a Grecia (foto) volvió a recorrer el mundo y las redes sociales a un mes de la recordada foto que retrató la muerte en el mar del niño Aylan Kurdi.

La Guardia Costera griega informó que otros tres chicos y un bebé murieron en el mismo naufragio, ocurrido cerca de la isla griega de Lesbos, en el que falleció la niña, de quien no se informó su nombre ni edad o ciudad de procedencia dentro de Siria. La pequeña viajaba desde Turquía hacia Lesbos junto a otras 38 personas a bordo de un bote de madera que chocó contra una embarcación de patrullaje griego, presuntamente por el fuerte oleaje y los vientos que se desencadenaron.

La desgarradora imagen de la niña, con su pelo suelto despeinándose bajo el agua, las zapatillas puestas y un inútil chaleco salvavidas, volvió a causar estupor y recorrió las redes sociales y portadas de los diarios digitales europeos. El diario español El Confidencial tituló “A esta niña ya no le importa lo que hoy decida Europa”, en referencia a una cumbre de dos días de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) que comenzó ayer en Bruselas para discutir la crisis de refugiados que afecta al continente. Por su parte, el periódico español El País, en su edición digital, tituló “Otra foto, otro niño”, y recordó la imagen de Kurdi, el chico procedente de la ciudad siria de Kobani que murió el 2 de septiembre en una playa cerca de Bodrum, Turquía, y cuyo cuerpo fue retratado en una playa a orillas del mar.

Por otro lado, el ministro de Asuntos exteriores heleno, Nikos Kotzias, rechazó una propuesta formulada por Alemania a la que el lunes se sumó el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, que consiste en que Grecia efectúe patrullajes coordinados con Turquía. El funcionario sostuvo que si se permitiera que barcos turcos entraran en aguas territoriales griegas se crearía una situación que conllevaría a consecuencias a largo plazo, dado que ambos países tienen una histórica disputa en el mar Egeo sobre aguas territoriales.

Kotzias propuso como una herramienta para combatir el flujo masivo de migrantes y refugiados a Europa crear centros de registro en Turquía, a similitud de los que se van a establecer en suelo griego, pero con la diferencia de que si se abren en el país vecino se evitarían las peligrosas travesías en el mar. Desde esos centros se determinaría si el solicitante puede seguir su viaje hacia Europa en calidad de refugiado o debe regresar a su país.

El gobierno heleno se comprometió ante sus socios europeos a abrir en las próximas cinco semanas cinco puntos de registro en las principales islas del Egeo por donde entran la mayoría de los migrantes y refugiados (llamados “hot spots”), requisito necesario para poder participar en el programa de reubicación de refugiados a otros países de la Unión Europea. Con el establecimiento de estos “hot spots”, la UE quiere asegurarse de que los recién llegados son convenientemente identificados para evitar flujos descontrolados internos hacia el centro y norte de Europa, como sucedió en el apogeo de la crisis, entre agosto y septiembre.