EL MUNDO

La nueva campaña de John Kerry

El candidato demócrata a arrebatarle la presidencia a George W. Bush aparecerá en nuevos spots publicitarios que harán hincapié en presentar quién es. John Kerry, condecorado héroe de Vietnam, senador de trayectoria, líder fuerte.

Por Rupert Cornwell *
Desde Washington DC

El candidato presidencial demócrata, John Kerry, lanzó ayer su primera importante ofensiva publicitaria desde que ganó la nominación de su partido, en una apuesta por relanzar su campaña por la Casa Blanca. Y cuenta con nuevos recursos. El aporte del magnate Warren Buffett en la campaña de Kerry fue celebrado por éste y sus colaboradores. Buffett, el segundo hombre más rico del mundo, anunció que ayudaría al senador Kerry en su campaña para remover a Bush.
El inversionista, cuya fortuna se calcula en 40 mil millones de dólares, dijo que disiente profundamente con los recortes de impuestos para gente rica como él. “Bush tiene una filosofía política muy distinta a la mía”, dijo Buffett. Su compañía, Berkshire Hathaway, es dueña de partes de enormes empresas norteamericanas incluyendo la Coca-Cola. Buffett es quien generalmente apoya a los triunfadores. Sin embargo, el candidato demócrata no descuida a las minorías y prevé diversificar el origen étnico de su grupo de colaboradores y anunció una nueva campaña en español, dirigida a la comunidad latina.
Todavía faltan seis meses para las elecciones, pero algunos demócratas están preocupados de que Kerry prácticamente no haya aprovechado el momento más vulnerable del presidente, quien se enfrenta a un caos creciente y a las bajas en aumento en Irak, además de las dudas que tiene la opinión pública sobre su atención a la amenaza terrorista antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Kerry no ha capitalizado el trance más difícil por el que pasa Bush desde que asumió. Después de ganar la nominación en marzo, el demócrata ha vuelto a caer en las últimas encuestas, aun antes de que entrara en la ecuación el desafío del tercer partido con su candidato Ralph Nader, un activista por los consumidores.
A pesar del lío en Irak y de un alud de libros best-sellers críticos de su administración, la aprobación de Bush ha vuelto a rozar la marca del 50 por ciento. Dos de cada tres norteamericanos creen que hará un mejor trabajo de luchar contra el terrorismo que Kerry.
Irak es, sin embargo, parte del problema Kerry. Con todas sus quejas sobre la forma en que Bush manejó la crisis, Kerry ha buscado una política diferenciada. También ha trabajado para alinear las críticas actuales y su voto de aprobación a la guerra en octubre de 2002. Los republicanos, con gran placer, han aprovechado esta oportunidad para criticar al senador de Massachusetts por oportunista y por los cambios en sus puntos de vista políticos, y sostienen que no se le puede confiar la defensa nacional.
El demócrata sostiene de manera inflexible, al igual que Bush, que en este momento de tensión los Estados Unidos no puede simplemente “levantar campamento” e irse de Irak. El resultado, sin embargo, es una apertura inesperada para Nader, que quiere que las tropas norteamericanas se retiren de Irak en seis meses. El mensaje claramente resuena con muchos demócratas antiguerra: las encuestas muestran que el apoyo de cuatro por ciento de Nader (comparado con el 2,8 por ciento que tenía en 2000) es a costa de Kerry.
Los nuevos mensajes publicitarios, que se transmitirán en 18 estados no definidos, buscan revertir este patrón. El objetivo es presentar al candidato a un país que tiene poca idea de quién es. Los spots muestran a Kerry como un condecorado héroe de la guerra de Vietnam y un senador con experiencia, que podría ser un líder fuerte y competente.
Los demócratas esperan que los avisos ayuden a ganar el terreno perdido después de la campaña publicitaria de Bush y Cheney, casi toda dedicada a denigrar a Kerry, de 50 millones de dólares. Pero los estrategas dicen que el demócrata deberá producir un mensaje simple que defina su candidatura, como el slogan de campaña, “conservadurismo compasivo”, de Bush de 2000. Con todo, las posibilidades de ganar de los candidatos están totalmente sometidas a los eventos que ocurran en Irak y a la recuperación de la economía nacional.
A Kerry le podrá faltar el atractivo de Bill Clinton, pero está en una posición mucho más fuerte en comparación con el mismo momento de Clinton en las primarias de 1992, cuando se enfrentaba a Bush padre y al rebelde hombre de negocios de Texas, Ross Perot.
La performance de los últimos 12 meses demuestra que Kerry funciona mejor cuando está entre la espada y la pared. Unas semanas antes de los caucuses (asambleas partidarias) del 19 de enero, estaba prácticamente derrotado. Pero a principios de marzo se había alzado con la nominación.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.

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