EL MUNDO › CONTINUABAN NEGOCIANDO CON UN
COMANDO DE PRESUNTOS SEPARATISTAS CHECHENOS

El terror amenaza a los escolares rusos

Unos 17 atacantes mantenían secuestradas a 300 personas en una escuela, entre ellas 132 chicos, con un saldo inicial de nueve muertos. Exigen que se liberen a detenidos en Ingushetia y piden la mediación de un médico. Hace una semana ocurrió el doble ataque aéreo.

Por Rodrigo Fernández *
Desde Moscú

Un grupo de unos 17 hombres y mujeres armados irrumpió a tiros en la mañana de ayer en la Escuela Nº 1 de la ciudad norosetia de Beslán, en el Cáucaso ruso, dejando nueve muertos y cuatro heridos. El comando está compuesto por suicidas, ya que llevan explosivos adosados a sus cuerpos y amenazan con hacer volar el colegio en el que retienen a unas 300 personas, de las cuales 132 son niños y los restantes padres y maestros, si el Kremlin da a sus soldados la orden de asalto. Además, han advertido que ejecutarán a 50 escolares por cada guerrillero muerto y 20 por cada herido. Este secuestro se produce ocho días después del doble acto terrorista contra dos aviones rusos, probablemente cometido por dos mujeres chechenas, que dejó 90 muertos. Anteayer, una mujer se voló en el subterráneo de Moscú, matando a 10 personas.
Se supo que dos civiles y un secuestrador murieron en los primeros tiroteos y que más tarde por lo menos cuatro personas murieron en el hospital. Quedan otros siete heridos hospitalizados, sin contar los que se encuentran en el interior de la escuela donde oficialmente estudian 895 alumnos de entre 7 y 17 años y trabajan 59 profesores. Rusia convocó a una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU. Al cabo de la misma, se condenó el hecho y se pidió la liberación de los rehenes. El presidente Vladimir Putin se vio obligado a interrumpir nuevamente sus vacaciones en Sochi, a orillas del mar Negro, y regresó urgentemente a Moscú, donde en el mismo aeropuerto de Vnukovo mantuvo una primera reunión con los jefes del Servicio Federal de Seguridad, Tropas Guardafrontera, el Ministerio del Interior y de la Fiscalía General para analizar la manera de afrontar esta crisis.
Los terroristas kamikazes exigen, según aseguró el asesor presidencial Aslambek Aslajanov, el fin de la guerra en Chechenia y la retirada de las tropas rusas. Además, piden la libertad para los detenidos después de la sangrienta incursión realizada por los separatistas chechenos en Ingushetia, el 21 de junio pasado. En aquella ocasión, los independentistas encabezados por el comandante guerrillero Shamil Basayev, el hombre más buscado de Rusia, tomaron la sede del Ministerio del Interior local, realizaron una auténtica caza de policías y se llevaron muchísimas armas. Una treintena de hombres han sido detenidos a raíz de ese ataque, que más tarde motivó una purga por parte de Putin entre los responsables militares, policiales y de seguridad.
Los intentos hechos por Ruslan Valgatov, mufti o líder espiritual musulmán de Osetia del Norte, para negociar con los secuestradores fracasaron ayer, después de conversar por cerca de 20 minutos con algunos de los guerrilleros en el patio trasero de la escuela. Valgatov dijo que “los niños son inocentes y todos los niños son hijos de Alá. Deberían reflexionar sobre sus acciones y cómo serán las cosas cuando llegue el Día del Juicio”. Los secuestradores han advertido que están dispuestos a negociar sólo con los presidentes de Osetia del Norte, Alexandr Dzasojov, e Ingushetia, Murat Ziazikov. Al mismo tiempo, piden la presencia del conocido pediatra moscovita Leonid Roshal. Este médico, que anoche llegó a Beslán, hizo de mediador con el comando suicida que hace dos años se tomó el teatro Dubrovka con cerca de 900 rehenes.
El incidente comenzó alrededor de las nueve de la mañana, cuando en el patio del colegio, como a lo largo de toda Rusia, se celebraba el comienzo del año escolar (ver nota aparte). El comando de guerrilleros, vestidos de negro, encapuchados y armados hasta los dientes, llegó en un camión cubierto al que escoltaba un vehículo de la policía del tránsito que los separatistas habían capturado de camino a Beslán. Precisamente gracias al auto policial el camión logró entrar en la ciudad, que se encuentra a unos30 kilómetros al norte de Vladikavkaz, la capital de Osetia del Norte, sin ser detenido ni una sola vez.
Los policías que hacían guardia junto a la escuela trataron de desbaratar los planes del comando y se desencadenó un fuerte tiroteo que dejó las primeras víctimas. Tres hombres quedaron inermes en el suelo junto a la escuela y, como quedó claro más tarde, dos resultaron muertos y uno herido. Los secuestradores no permitían recuperar los cuerpos y los intentos que hacían los agentes fracasaban debido a que contra ellos abrían fuego. Durante el primer tiroteo, 11 civiles resultaron heridos, pero cuatro de ellos murieron en el hospital, elevando a siete el total de las víctimas en la jornada de ayer. En el interior de la escuela hay otros heridos entre los padres y profesores de los alumnos.
El único avance conseguido a últimas horas de ayer fue establecer contacto con el comando kamikaze, que se negaba a recibir alimentos y ayuda médica para los rehenes. La mayoría de los retenidos han sido encerrados en el gimnasio de la escuela. El ministro del Interior, Rashid Nurgaliev, y el director del Servicio Federal de Seguridad, Nikolai Patrushev, se encuentran en Beslán preparando las operaciones para tratar de poner fin a la crisis de los rehenes. Anochecía ayer y todavía hombres camuflados y con armas de gran calibre esperaban en cuclillas en el perímetro de la escuela, mientras otros, vestidos de civiles y con rifles automáticos, se acercaban nerviosamente.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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Imagen del momento en que las fuerzas especiales rusas evacuan a una niña y a su madre.
 
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