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Por Nick Neo *
Desde Kabul

El caso extraordinario del mercenario, su cámara privada de torturas y el periodista haciendo una película sobre su solitaria cacería de Osama bin Laden llegó a su fin en un juzgado de Kabul ayer cuando tres hombres fueron sentenciados a largo tiempo en horribles prisiones de Afganistán. El ex boina verde convicto Jonanthan “Jack” Idema insistió en que había estado trabajando todo el tiempo para Donald Rumsfeld y había estado en contacto con el Pentágono y altos oficiales afganos durante su carrera de vigilante, expuesta durante el juicio como parte del lado oscuro de la guerra antiterrorista.
El barbado Idema, que fumó cigarrillos en el banquillo de los acusados y aleccionó al juez sobre la democracia, fue conducido a cumplir su sentencia en su autodiseñado uniforme musitando obscenidades, denunciando a los jueces como talibanes y quejándose de Estados Unidos. “Sabía que el gobierno estadounidense no me iba a ayudar”, dijo. Anteriormente había intentado melodramáticamente convertirse en musulmán ante la corte y tratado de jurar sobre el Libro Sagrado. El juez no disimuló su irritación con Idema y parecía divertido con el estilo agresivo de los abogados estadounidenses que llegaron convocados por el mercenario.
Idema había mostrado un video de él mismo cuando era saludado por altos oficiales afganos y había declarado que el FBI había confiscado toda su evidencia, incluyendo intercambio de faxes. No resultaba claro anoche si era un fantasioso o si realmente tenía conexiones con los altos niveles. Idema fue sentenciado a diez años en prisión después de ser acusado de tortura, secuestro y de entrar al país ilegalmente. Su mano derecha, Brent Bennett, también fue sentenciado a diez años en prisión y Edward Caraballo, el cineasta de Nueva York ganador de un premio, recibió una condena de ocho años. Cuatro afganos también fueron sentenciados a castigos que iban de uno a cinco años. Caraballo parecía sufrir de neurosis de guerra y estuvo en silencio durante toda el juicio.
No queda claro dónde serán encarcelados los tres. Hasta ahora han estado en detención policial secreta. Jonathan Idema fue aprehendido con “sospechosos terroristas” atados por los pies y colgando del techo de una casa en Kabul, incluyendo al alto clérigo de una de las grandes mezquitas de la ciudad. Idema insistió en que el hombre había estado implicado en planes frustrados por su equipo. Con Kabul lleno de hombres armados que entraban y salían en uniforme, tanto la OTAN como el ejército de Estados Unidos fueron engañados por Idema. La OTAN mandó personal en sus ataques y el ejército estadounidense aceptó un “sospechoso terrorista” enviado por él. Idema proclamó haber detenido personalmente planes terroristas para asesinar al presidente Hamid Karzai y hacer explotar una base militar de Estados Unidos en Bagram, cerca de Kabul.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.