EL PAíS › HUGO MOYANO, EL CONFLICTO CON LOS RURALISTAS Y SU ROL EN LA NEGOCIACIóN

“Esta concentración no es para exacerbar a la gente”

“Nadie puede negar la necesidad de sentarse en una mesa a dialogar”, asegura el líder de la CGT. En una entrevista con PáginaI12 realizada antes del mensaje de la Presidenta, habla de Duhalde, la interna de la CGT, la Uocra y los medios.

 Por Martín Piqué

Son las 10 de la mañana. Hugo Moyano aparece en su oficina con la mano extendida. Saluda y se sienta ante una enorme mesa de conferencias. Lo rodean fotos de sus siete hijos, un cuadro de Juan Manuel de Rosas, una foto de Perón casi adolescente con el casco estilo prusiano del Ejército. La imagen del General se multiplica por todas las paredes de su confortable oficina del sindicato. Compite con Evita. Entre la escenografía se ve una portada ampliada de PáginaI12 con el título “la pelota en el otro campo”. Se trata de la edición del día en que Kirchner asumió la presidencia del PJ en el estadio de Almagro. Aquella tarde, además de otra pelea entre camioneros y obreros de la Uocra, se produjo el primer discurso de Moyano como vicepresidente del peronismo. Moyano acaba de llegar de una reunión y ya tiene otra en agenda. Tras la entrevista con este diario, se juntará con el resto de los miembros del comité central confederal de la CGT.

Faltan siete horas para el discurso de la Presidenta por cadena nacional. Al momento de conversar con este diario, Moyano no sabe que Cristina Fernández sorprenderá anunciando el envío de un proyecto de ley al Congreso para debatir las retenciones móviles. “El Gobierno tiene la suficiente inteligencia como para poder darle a esto un final como el que todos esperamos”, se esperanza Moyano. La entrevista sigue durante una hora y cuarto. El secretario general de la CGT interpreta los cacerolazos como un reclamo de diálogo de una buena parte de la sociedad que “hay que tener en cuenta”. Defiende a Eduardo Duhalde de las acusaciones de Luis D’Elía (“él sufrió los cacerolazos también.”) Sobre el acto de hoy en Plaza de Mayo, busca desdramatizar. “Nadie puede creer que una concentración, fundamentalmente de trabajadores, de gente humilde, sea para crear un clima adverso a lo que todo el mundo pide, que es la paz.”

–¿Qué piensa del cacerolazo?

–Y... me llevó a recordar los años 2001 y 2002. Pero con una diferencia. La gente no expresaba lo que expresaba en aquel entonces, que era “que se vayan todos”. Lo que la gente reclamaba, por lo menos la mayoría, es el diálogo. Fue una expresión importante que hay que tenerla en cuenta.

–¿Qué tiene que hacer el Gobierno?

–El Gobierno sabrá lo que tiene que hacer. Yo hablo desde mi lugar de responsabilidad. Creo que es necesario sentarse a una mesa para poder superar todos los inconvenientes. Pero para eso se necesita el esfuerzo de las dos partes. Uno que produzca el libre tránsito en las rutas. Y el otro que esté dispuesto a discutir los temas pendientes.

–¿Qué debe hacer el peronismo ante ese reclamo de diáliogo?

–El peronismo ya se ha expresado. Lo que va a reclamar es que se termine con el corte de ruta y que el Gobierno se siente a dialogar. El campo es una expresión importante de la sociedad pero la sociedad somos todos, no solamente el campo. Debería primar la humildad. A veces el que reclama la humildad no tiene suficiente como para exigir al otro que la tenga. Y esto es lo que complica las cosas. Es necesario, es imprescindible, que haya una mesa de negociación y superemos esta instancia que no le hace bien a nadie.

–Usted dijo que la mejor negociación es la que termina cuando las dos partes quedan insatisfechas. ¿En qué deberían quedar disconformes ambas partes?

–Es como cuando uno vende un auto. El que lo compra se cree que lo pagó caro y el que lo vende cree que lo vendió barato. Cuando las dos partes tienen esa sensación es que se llegó a un buen acuerdo. Cuando yo estuve tratando de aportar para superar esta instancia, ya no se discutían las retenciones móviles. Esto es lo que de alguna manera hace pensar que a lo mejor no se está tan lejos de una buena negociación, donde las dos partes salgan disconformes.

–Hubo pedidos para que el Gobierno suspenda la concentración. ¿El acto no exacerba el conflicto?

–No, al contrario. Nadie puede creer que una concentración fundamentalmente de trabajadores sea para crear un clima adverso a lo que todo el mundo pide, que es la paz. Este país ya ha sufrido mucho para no recordar el daño que nos han hecho esos enfrentamientos. Creo que nadie, mucho menos desde el Gobierno, tiene la intención de hacer un enfrentamiento. Más allá de algunos personajes, que salen a decir algo que a lo mejor pone nerviosos o exacerba a algunos. Pero esto ocurre en ambos lados.Hay que pensar de aquí hacia adelante. De ninguna manera esta concentración es para exacerbar a la gente, para intimidar.

–¿Hay riesgo de que la Presidenta no cumpla su mandato?

–Espero que no. Pero este clima creado por los cortes de ruta, con la producción de desabastecimiento, es aprovechado por muchos sectores para producir más inflación. Esto no lo puede negar nadie.

–¿Qué sectores?

–Y, los que comercializan. Para remarcar. Esto es normal. Pero el clima de desestabilización se da, o se palpa, cuando hay desabastecimiento. Se crea un clima de bronca en la gente. Yo no digo que lleguemos. Pero que se crea un clima nadie lo puede dudar.

–Hay cortes que están protagonizados por transportistas de cereales. ¿Hay algún vínculo con usted y con el ministro Julio De Vido?

–No, nosotros tuvimos una reunión con los representantes de los propietarios de camiones. Son pequeñas empresas, donde algunos tienen un camión, dos, tres. No creo mucho en esa comunidad en la que el camionero sale a apoyar al chacarero. Porque esos camioneros están realmente mal. Nadie puede ir a apoyar a alguien que no le permite trabajar.

–¿Por qué están haciendo cortes los transportistas de cereales?

–En muchos casos son los productores rurales que tienen camiones propios. Como ellos no comercializan, no trabajan.

–Usted propuso que la Iglesia podía intervenir y Kirchner dijo que no estaba de acuerdo.

–Yo puse la Iglesia como podían ser otros organismos.

–¿Le parece que Kirchner se manejó bien en la negociación?

(Silencio) –Eso lo sabremos cuando termine esto. Creo que nadie puede negar la necesidad de sentarse a una mesa a dialogar. Porque lo está reclamando la sociedad. Ayer (por el lunes) la sociedad, por lo menos en la mayoría de los casos, reclamaba un diálogo. Y esto, reitero, me parece que es la diferencia con el 2001.

–¿Toda la CGT está de acuerdo ir a Plaza de Mayo?

–Estamos de acuerdo. La mayoría está de acuerdo. No hablemos de los muchachos que no están.

–¿Eduardo Duhalde está detrás de un golpe de Estado?

–No, no. Yo lo conozco a Duhalde de hace muchos años. Nunca pude advertir que haya tenido esas intenciones. Y no nos olvidemos que también él sufrió las consecuencias del 2001, 2002...

–Duhalde llegó a la Presidencia siendo senador por la caía de Fernando de la Rúa y Rodríguez Saá.

–Por eso, él sufrió también las consecuencias de todo lo que pasó en esa fecha. Sufrió los cacerolazos también. Me acuerdo que iba a la casa de Banfield y se tenía que quedar los viernes en Olivos. Lo conozco y jamás pude ver la posibilidad que tuviera esa intención.

–¿Duhalde puede ser una alternativa para el justicialismo?

–No sé. Eso lo decidirá el conjunto. Es prematuro hablar de esto. Aparte, nosotros tenemos un presidente del PJ, que es Kirchner.

–Pero hay gente que está más de acuerdo y otros que están menos de acuerdo con la estrategia del Gobierno.

–El Gobierno tiene la suficiente inteligencia como para poder darle a esto un final como el que todos esperamos. Un final que sea beneficioso para todos los argentinos.

–Si concede en la eliminación de las retenciones móviles, ¿puede seguir gobernando con autoridad?

–¿Por qué no? Si es un Gobierno que ha sido elegido para gobernar durante cuatro años. Y no tengo ninguna duda de que lo va a ejercer hasta el final del mandato. Que va a tener diferencias, como a veces leemos en algún diario sobre un revés de Lula en el Congreso. Eso no significa ni que se debilite ni que no mantenga la fortaleza. Por eso creo que lo más importante es tener la posibilidad de sentarse a discutir estos temas y terminarlos de una vez por todas.

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“Este clima creado por los cortes de ruta es aprovechado por muchos sectores para producir más inflación”, señala Hugo Moyano.
Imagen: Rafael Yohai
 
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