EL PAíS › ANíBAL FERNáNDEZ CRUZó ACUSACIONES CON ELISA CARRIó POR LA DROGA

Aníbal y Lilita, un clásico del verano

“De Fernández siempre hay que sospechar”, había dicho Carrió sobre la droga. “Está pirucha”, dijo el ministro, y recordó su pasado en la Justicia durante la dictadura. En la Coalición Cívica le retrucaron.

Aníbal Fernández salió con los tapones de punta al cruce de Elisa Carrió por las sospechas que descargó sobre él y sus denuncias contra el gobierno nacional: “Está pirucha”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad. Pero Fernández también embistió contra la líder de la Coalición Cívica, a quien acusó de haberse sentado “a comer en la mesa de los asesinos” de la última dictadura militar. Las frases del ministro provocaron la reacción de los dirigentes de la CC. “Empiezan a insultar porque son débiles”, afirmó la diputada Patricia Bullrich. Por la noche, Carrió habló de Aníbal Fernández: “Es gente sin identidad, pequeños hombres descartables desde el punto de vista moral”.

Fernández volvió a hacer gala de su filosa lengua a la hora de responder acusaciones de la oposición en declaraciones radiales. “Está pirucha”, sentenció para referirse a Carrió. Lilita había replicado la postura del ministro a favor de despenalizar la tenencia de estupefacientes para el consumo personal, y advirtió que “el negocio de la droga está muy vinculado al poder” en la Argentina, y que de Fernández “siempre hay que sospechar”. Sin embargo, el ministro recordó que “Juan Perón decía que los hombres son buenos, pero controlados son mejores”.

Pero el funcionario redobló la apuesta y se refirió al pasado de Carrió: “Yo no sospecho, yo sé que ella trabajaba con los militares y se sentaba a la mesa de los asesinos a comer, por los bienes que vendían”. Luego Fernández aseveró que “la explicación que dio” Lilita por haberse “sentado” con los “asesinos” de la dictadura “es que no tenía obra social; eso es no tener escrúpulos, que me impute alguien de estas características es porque hace la sobreactuación de los conversos”. Pero el ministro no paró ahí. “Que me diga de qué vive, cómo hace para viajar a Punta del Este ¿Por qué no habla de su honestidad?”, interpeló Fernández.

Los dirigentes de la Coalición Cívica salieron rápidamente en defensa de Lilita. “Fernández forma parte de un poder degradado que no puede vender ni esconderse detrás del manto ideológico, su única alternativa es que no haya oposición y por eso intentan destruirla, pero con nosotros no van a poder”, respondió Bullrich y agregó que “es evidente que a Fernández lo llaman por teléfono y le dicen ‘salí e insulta’”.

En la misma línea, el peronista Gerardo Conte Grand, integrante también de la CC, aseguró que “son declaraciones del lenguaje descalificador usual con dos imputaciones falsas que esconde la imposibilidad de contestar a la denuncia de asociación ilícita” –realizada por Carrió hace un mes contra Néstor Kirchner–, remarcó el ex diputado del Grupo Talcahuano.

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Aníbal Fernández y Elisa Carrió reeditaron un clásico de acusaciones cruzadas.
 
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