EL PAíS › UN ACTO KIRCHNERISTA CON MIRAS A LA REELECCIóN DE LA PRESIDENTA

En el camino de la organización

El Movimiento de Unidad Popular (MUP), que nació como una agrupación de desocupados, se sumó a Colina, el espacio que conduce la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. El kirchnerismo busca aglutinar los distintos grupos afines.

 Por Julián Bruschtein

El kirchnerismo busca confluir en espacios comunes que contengan las políticas del Gobierno, de forma de llegar con mayor fuerza al año electoral. En este contexto, el Movimiento de Unidad Popular (MUP), que nació como una agrupación de desocupados y fue uno de los primeros movimientos sociales que se acercaron al kirchnerismo, realizó ayer un plenario en el que definió su ingreso oficial a la Corriente de Liberación Nacional (Colina) que conduce la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. “Si el horizonte lo tenemos más cerca es por la tarea que inició Néstor hace seis años”, aseguró ayer el asesor presidencial Ricardo Follonier en el acto que estuvo teñido por la figura del ex presidente Néstor Kirchner. Con las elecciones del 2011 como objetivo principal, alentaron la reelección de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

¡Vamos a hacer explotar las urnas el año que viene, compañeros!, gritó uno de los delegados provinciales del MUP que participaban del acto de cierre del plenario de la organización. Mientras escuchaba al secretario de Derechos Humanos de la CGT y dirigente de los judiciales, Julio Piumato, que formó parte de la mesa de cierre como invitado. Allí, Piumato ratificó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “es la jefa del movimiento nacional. No nos quedamos huérfanos porque tenemos una compañera con coraje”, dijo, reflexionando sobre la muerte de Kirchner cuando el MUP ya había elegido una nueva mesa de conducción y había dado un paso adelante para formar parte de la Colina, que ya agrupa a muchas de las cooperativas que forman parte del Plan Argentina Trabaja y a otros movimientos sociales.

A las 11 de la mañana ya estaban todos los delegados del país del MUP sentados para comenzar el encuentro plenario. Cerca de 450 representantes de las provincias y la Capital escucharon la apertura del plenario a cargo de su secretario general, Federico Martelli. El MUP “debe ofrecerse a Cristina como una fuerza política que le aporte sustento al modelo que está llevando adelante”, afirmó de-satando los aplausos de los militantes y destacó que el “plenario tiene otro valor después de la muerte de Kirchner; es imposible su reemplazo pero será el colectivo militante del proyecto nacional y popular el que tiene que ocupar ese lugar que dejó”.

En un acto en el que se arrancó el color amarillo de las manos del macrismo para devolverlo al campo nacional y popular, las remeras y las banderas de la organización contrastaban con el rojo predominante del salón del Bauen en el acto de cierre. En el plenario se definieron las estrategias a seguir y la nueva conducción de la organización ante la salida de Martelli después de seis años en la secretaría general, a partir de ayer en la secretaría de planeamiento estratégico de la organización. La conducción política recayó en manos de Rufino Almeida, quien se de-sempeñaba en la secretaría gremial, un ex detenido desaparecido durante la dictadura militar y activo militante cooperativista durante los años ochenta y noventa.

“Es un logro de Néstor que hoy seamos tan federales”, aseguró Follonier mientras las banderas de Mendoza, Tucumán, Salta, Jujuy, Córdoba y San Luis colgaban en el perímetro de la sala y algunas eran flameadas por los militantes en el fondo. Contó algunas anécdotas que compartió con Kirchner en la Unasur y recordó a “esa gordita denunciadora –en referencia a la diputada Elisa Carrió– que dijo que iba a ser una catástrofe para América latina y ahí lo tienen. Podemos decir que fue el primer presidente de América del Sur”. Entre medio de las sillas se paseaban los nenes chiquitos y bebés de las madres delegadas que participaban del encuentro desde temprano.

A la mañana el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, había participado de la inauguración del plenario. El neuquino advirtió que “los buenos momentos” por los que atraviesa políticamente el kirchnerismo “no tienen que hacer perder la convicción de lo que se tiene que construir como sociedad”, llamando a la militancia que “se capacite” y que “solidifique su pertenencia” al movimiento.

En el final, las trompetas, los bombos y la murga se encargaron de cerrar el acto entonando la marcha peronista, que fue seguida por los delegados al compás de la “V” en las manos de la mayoría y el agite de la nueva conducción y los referentes nacionales.

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El acto estuvo teñido por la figura del ex presidente Néstor Kirchner.
Imagen: Sergio Goya
 
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