EL PAíS › EL GOBIERNO LE DA FORMALIDAD A LA INTERVENCIóN DE LAS NACIONES UNIDAS

Una apuesta a la mediación

Adelantaron que enviarán una carta aceptando formalmente la intervención del presidente de la Asamblea General de la ONU en el conflicto. Buscan obligar al Reino Unido a abrir un canal de diálogo.

El Gobierno seguirá todas las formalidades del caso y enviará hoy una carta a las Naciones Unidas aceptando la mediación del organismo en busca de una solución pacífica al conflicto con el Reino Unido por las islas Malvinas. Así lo anunció el canciller Héctor Timerman, que la semana pasada estuvo en Nueva York para acercarle una presentación con la protesta argentina por lo que considera es una “militarización” británica de la zona del Atlántico sur.

La intención del gobierno argentino es dotar a la mediación ofrecida por los funcionarios de las Naciones Unidas de la mayor formalidad, cuestión de obligar al Reino Unido a ofrecer alguna respuesta. En verdad, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aceptó tiempo atrás actuar como gestor de buenos oficios para acercar las partes y crear una instancia de diálogo. Probablemente imaginó que la cuestión sería más sencilla, pero debió reconocer que los representantes británicos en la ONU lo ignoraban olímpicamente.

Por eso, el fin de semana, Timerman anunció que también aceptaba la mediación que le ofreció el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el qatarí Nassir Abdulaziz al Nasser, otra de las autoridades importantes del organismo. El texto del comunicado oficial recordó que “comprometió su disponibilidad para coordinar entre las partes de ser necesario”. También que había manifestado “su buena disposición para apoyar esfuerzos a fin de resolver cualquier disputa entre la Argentina y el Reino Unido” y su “esperanza de que los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido puedan resolver cualquier disputa pacíficamente a través de la mediación y el diálogo, y de acuerdo con el derecho internacional”. Habrá que ver si tiene más suerte que el secretario general Ban Ki-moon.

El restante órgano de la ONU es el Comité de Seguridad, al que Timerman dirigió su protesta. En el encuentro con el presidente del Consejo, Kodjo Menan, explicó el enojo argentino por el traslado a la zona de las islas del submarino nuclear Vanguard con capacidad para transportar armamento nuclear, aviones Typhoon II y un Destructor tipo 45, todas armas de última generación que no posee ningún país de la región. El argumento argentino es que el gobierno británico utiliza como excusa la defensa de la autodeterminación de los isleños para instalar una poderosa base militar que le sirve para controlar todo el tráfico de la región. Menan prometió transmitirle la protesta al representante británico en el Consejo –donde tiene derecho a veto– y luego comunicarse con él para hacerle saber su respuesta.

Es decir que las tres instancias de las Naciones Unidas –la Secretaría General, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad– anticiparon que conversarán con embajadores del Reino Unido para explicarles la posición argentina y transmitirles la necesidad de abrir un canal de diálogo para solucionar la cuestión de forma pacífica. La primera respuesta que dio el representante británico en la ONU –dijo que “nada había cambiado”– no dio mucho espacio para ilusiones. Con todo, la ofensiva argentina en el principal organismo multilateral encontró el eco deseado.

Para apoyar la movida que lleva adelante el Poder Ejecutivo, la Comisión de Relaciones Exteriores de Cámara de Diputados se reunirá hoy para oficializar su conformación y sus autoridades, de cara a la sesión junto con su par del Senado que realizará la próxima semana en Ushuaia para ratificar la soberanía argentina sobre Malvinas.

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El canciller Héctor Timerman con el presidente de la Asamblea General de la ONU, Nassir Abdulaziz al Nasser.
Imagen: DyN
 
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