EL PAíS › HEBE DE BONAFINI, SOBRE LA MUERTE DEL DICTADOR

“Sentí una gran angustia”

La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo contó que el fallecimiento de Videla le hizo pensar en sus hijos y “en las torturas a las que fueron sometidos”.

La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, contó ayer que la muerte del genocida Jorge Rafael Videla la dejó “paralizada” y que ésa fue la razón por la que prefirió no atender los llamados de la prensa, que intentaron contar con su opinión el día del hecho. “No tenía qué decir. Sí sentí una gran angustia. Un gran dolor que me atravesaba por todos lados”, aseguró a través de una carta que difundió a través de la página web de la asociación. Contó que, al enterarse del fallecimiento del dictador, lo primero que pensó fue en sus hijos “y en las torturas a las que fueron sometidos”.

Fue imposible contactar a Bonafini durante la jornada en la que la muerte de Videla fue la noticia más importante. Ayer, las palabras de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo se conocieron, finalmente, en forma de carta difundida vía Internet.

“Murió Videla. La noticia me paralizó”, introduce la primera línea de la carta. Y continúa: “Inmediatamente empecé a pensar en mis hijos. ¿Cómo podía pensar en otra cosa? Pensaba en ellos y en las torturas a las que fueron sometidos”.

Más tarde, en declaraciones que especialmente dedicó a la radio de las Madres y al programa conducido por el periodista Víctor Hugo Morales, Bonafini amplió el contenido de su carta brevemente y apuntó que con la noticia le “estalló el corazón” el viernes pasado, porque recordó “los duros momentos y la terrible tortura” que pasaron sus hijos durante la última dictadura. “Las Madres nunca quisimos hablar de la tortura y del horror que pasaron nuestros hijos porque es volverlos a violar, volverlos a torturar y no lo puedo soportar. Por eso me estalló el corazón cuando me enteré. No podía hablar”, remarcó.

“Se me vino el mundo encima”, destacó Bonafini. “Cada vez que me llamaba alguien sentía más angustia, porque la mayoría de los que habían apoyado la dictadura, los diarios, sobre todo Clarín, ahora le dicen dictador, ahora le dicen genocida, ¡qué vergüenza! Pero yo seguía pensando en ellos, nuestros hijos”, insistió. “Tanto que amaron a esta patria, tanto que dieron por ella y yo tenía que escuchar a éstos, que apoyaron la dictadura, hablar de genocida... ¡cuánta hipocresía! Nuestro pueblo tiene que entender que toda esa hipocresía hizo posible que nuestros hijos fuesen señalados como terroristas cuando todos éstos, que hoy se rasgan las vestiduras, miraron para otro lado”, señaló.

Por último, al igual que lo hicieron otros referentes de organismos de derechos humanos después de conocerse el deceso del genocida, también descartó que la muerte de Videla le haya generado alegría. “No estaba contenta porque había muerto –agregó–. No me podía poner contenta pensando en todo lo que nos había hecho. Pensé en todas las Madres, en tanto dolor, en todas las familias destruidas.”

“Hoy decidí escribir algo para que todos los que esperaban mi voz se enteren qué pensaba”, aclaró en el documento que amaneció publicado en la página web de la Asociación. “Me quedé ahogada de dolor, de angustia, bronca y tristeza, pero de repente dije: ¡Qué suerte que tuvimos hijos tan valientes!”, concluyó.

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