“A la oposición le cuesta entender un proceso de construcción colectiva. No tienen proyecto político”, dijo ayer el ministro de Defensa, Agustín Rossi, en la presentación del libro Hombre de Palabra, que recopila los discursos y debates que dio durante los ocho años en que fue jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria en el Congreso de la Nación. Allí, en el Salón Azul del Senado, el ahora precandidato presidencial del oficialismo habló ante un auditorio lleno, con una importante presencia de funcionarios y dirigentes, recordando su paso por ese recinto, los debates claves que dio en ese período (desde la resolución 125 hasta la estatización de YPF, pasando por el matrimonio igualitario y la ley de medios), pero también proyectándose hacia el futuro, los comicios del año próximo y la continuidad de este proyecto político más allá de 2015.

“Yo soy un privilegiado porque tener la oportunidad de contar una parte de mi vida en un libro es un privilegio. Puedo contar una parte de la historia y eso se lo voy agradecer toda la vida a Néstor y a Cristina, quienes me dieron la confianza para dirigir el bloque de diputados durante casi ocho años”, detalló Rossi, que se manifestó “orgulloso” de haber sido partícipe del tratamiento de algunas normas claves. “Siempre me sentí identificado en cada una de ellas. Con aplausos o con huevazos siempre defendimos las mismas convicciones, y es ahí donde nos critican y nos criticaron como bloque”, agregó, haciendo una referencia a las agresiones que recibió durante el debate por la implementación de retenciones móviles en 2008.

El ministro contó con una nutrida asistencia en la presentación del libro, en la que estuvieron funcionarios como la ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez; el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el de Educación, Alberto Sileoni; el secretario de Inteligencia, Héctor Icazuriaga; el secretario de Coordinación Estratégica del Pensamiento Nacional, Ricardo Forster; el titular de la Afsca, Martín Sabbatella; el secretario general de la CGT, Antonio Caló, y legisladores como la senadora por Tucumán Beatriz Rojkés de Alperovich y el diputado Carlos Kunkel, entre otros. Rossi durante la ceremonia estuvo acompañado por el titular de la Biblioteca Nacional, Horacio González; el columnista de Página/12 Mario Wainfeld; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y los jefes de bloque del kirchnerismo en la Cámara baja, Juliana Di Tullio, y en el Senado, Miguel Angel Pichetto.

Rossi recordó el rol que cumplió durante los ocho años en el Congreso. “El trabajo del presidente de bloque se reivindica en el trabajo individual de cada uno de los diputados que lo integran. Es por eso que el aporte de cada uno de los compañeros es fundamental”, señaló, antes de repasar los momentos más destacados de ese período. En ese sentido, destacó los dos años que el oficialismo no tuvo mayoría, y aseguró que “nunca hubiera existido el Grupo A si los veinte diputados que se pasaron a la oposición no hubieran ido a elecciones con la boleta de Cristina Fernández de Kirchner”. Por último, recordó la noche en la que la Cámara baja aprobó la ley de retenciones móviles, que luego quedaría trunca en el Senado por el voto no positivo del vicepresidente Julio Cobos. “Fue la sesión más tensa, el debate más difícil. Después de la 125 el Congreso fue la caja de resonancia de los principales debates de la Argentina, tuvo un nivel de relevancia que nunca antes tuvo.”