EL PAíS › ACTO EN EL EX CENTRO CLANDESTINO DE LA COMISARíA QUINTA DE LA PLATA

Un nuevo espacio de memoria

El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, encabezaron el acto en el que se formalizó la desafectación de los antiguos calabozos y la maternidad clandestina.

La Comisaría Quinta de La Plata, que durante la última dictadura funcionó como centro clandestino de detención por el que pasaron cerca de 200 víctimas de delitos de lesa humanidad, es, desde ayer, también un Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos. En un acto simbólico, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el secretario de Derechos Humanos de Nación, Martín Fresneda, y su par provincial, Guido Carlotto, formalizaron la puesta en marcha de ese espacio en parte de las instalaciones del edificio en donde aún funciona la comisaría. Del acto también participaron la hermana y la madre de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Giselle Fernández y Ofelia Wilhelm.

“Yo nací ahí, mis viejos desaparecieron ahí. Para mí es un lugar sagrado.” Leonardo Fosatti es quien, desde Abuelas, hizo fuerza, insistió y finalmente logró lo que la “voluntad política” venía prometiendo pero no concretaba: que parte del edificio de la diagonal 74, entre las calles 23 y 24, en La Plata, en el que funciona aún la Comisaría Quinta de La Plata, sea desligado de la fuerza y cedido a los organismos de derechos humanos. “Lo de hoy (por ayer) fue el ingreso oficial de la memoria a la comisaría. Se ha desafectado una parte, la de los antiguos calabozos y la maternidad clandestina, y también el lugar por donde se llevaban a las víctimas ‘trasladadas’. Ese es el ingreso al espacio”, contó Fosatti en diálogo con este diario.

Su mamá, Inés Ortega, lo parió en la mesa de la cocina de ese centro clandestino de detención, que funcionó dentro de la red de lo que se conoce como Circuito Camps. Fue una de las varias mujeres secuestradas que parieron allí. Está desaparecida, al igual que su papá, Rubén Fosatti, que también pasó por la Quinta. A él lo entregaron a otra familia, que lo crió con una identidad falsa. En 2005 recuperó su historia, que sigue construyendo todos los días. Para él, la recuperación del espacio en donde nació y sus padres fueron vistos por última vez con vida es “fundamental para completar el ciclo de memoria, verdad y justicia”. “Es importante que desde el propio escenario de los hechos se cuente qué pasó acá, se difundan los juicios a los responsables”, consideró.

En ese sentido, el acto de ayer es simbólico. La inauguración completa llegará cuando el espacio quede finalmente desafectado de las actividades de la Policía Bonaerense. No obstante, asistieron las principales autoridades provinciales y nacionales en materia de derechos humanos. En ese sentido, Scioli enmarcó la apertura del nuevo Espacio para la Memoria en “este proyecto político (que) entiende que la política de derechos humanos no es una etapa, sino que forma parte de la identidad democrática, como forma parte la lucha y el trabajo de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo”. “Cada uno de los pasos que damos es un orgullo de pertenecer y ser parte de un espacio político que comenzó en su etapa fundacional con ese presidente que tuve el honor de acompañar, Néstor Kirchner, y que hoy conduce nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, completó.

En diálogo con los medios, Estela de Carlotto calificó la apertura como “un hecho histórico increíble” y resaltó que “en estos lugares no hay que olvidar lo que pasó, para que no vuelva a pasar”. Además, valoró a su vez la presencia del mandatario provincial en el acto: “El gobernador Scioli es un convencido de que esto hay que hacerlo, y eso me parece que es asegurar la memoria, no sólo para no-sotros, que la tenemos clara, sino para los jóvenes y niños que pasarán y preguntarán sobre la historia de este lugar”. Su hijo y secretario de Derechos Humanos provincial, Guido Carlotto, contextualizó históricamente el predio: “Este lugar es de los más siniestros de la dictadura. Pasaron 230 compañeros. Es muy importante esta apertura porque estamos recuperando un espacio para la memoria, por que hay gente que necesita saber qué pasó y que nosotros le contemos, es muy importante”.

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Leonardo Fosatti, que nació en esa comisaría, con Carlotto, el gobernador y otras autoridades.
Imagen: Télam
 
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