EL PAíS › LAS CONCLUSIONES DE LOS MEDICOS FORENSES Y LOS CRIMINALISTAS SOBRE LA MUERTE DE NISMAN

Ante los avances, crece el intento de embarrar la investigación

La fiscal Fein ya tiene en su poder las conclusiones de la junta médica y esta semana recibirá las de los criminalistas. Frente al avance de la investigación, la querella y los medios opositores tratan de dificultar el esclarecimiento y enrarecer el clima político.

 Por Raúl Kollmann

La junta de criminalistas dictaminará este martes sobre la muerte de Alberto Nisman. Está claro que, nuevamente, habrá cinco profesionales que sostendrán una postura que respalda tácitamente la hipótesis de que el fiscal se paró frente al espejo del baño, tomó la pistola que había pedido prestada y se quitó la vida; mientras que un solo criminalista, el que representa a Sandra Arroyo Salgado, insistirá en que al fiscal lo llevaron amenazado al baño, lo obligaron a arrodillarse y le dispararon desde atrás. De todas maneras, lo más llamativo es que en los últimos 20 días, la querella, que encabeza Arroyo Salgado, ya no pone tanto el acento en que al fiscal lo mataron, sino que plantean que no hay forma de saber lo que ocurrió. En la junta médica dijeron que “es imposible aproximar un diagnóstico”. En el análisis del video del baño, afirman que “se trabajó mal, se perdieron las pruebas, no se puede asegurar nada”. En la pericia informática sostienen que “hay movimientos inexplicables en la computadoras”. La realidad es que desde el punto de vista del expediente, la junta médica y la criminalista van sentando las bases para sostener que Nisman se quitó la vida y, ante esa realidad, se pretende patear el tablero afirmando que no se puede determinar nada y que la investigación fracasó. Por esa hendija, se intentan colar algunos políticos, en especial los referentes de la derecha “republicana”.

Tránsito

Este martes 9 de junio, a las ocho de la mañana, los criminalistas oficiales y de parte se reunirán para redactar sus dictámenes finales. Son cuatro de la Policía Federal, incluyendo al médico legista, Horacio Sapag, un químico, un balístico y un criminalista; el que representa a Arroyo Salgado, Daniel Salcedo, y el contratado por la defensa de Diego Lagomarsino, Luis Olavarría.

Hay varios puntos claves, pero uno concentra el debate entre los profesionales. Teniendo en cuenta las imágenes tomadas del piso del baño por la Policía Federal –fotos y videos–, antes del ingreso al baño de los que levantaron rastros, ¿se puede afirmar si hubo tránsito por ese baño? En otras palabras: si en el baño hubo pasos, después de la muerte del fiscal, de otra persona. Como es obvio, si en el baño no hubo nadie más que Nisman, la conclusión será que el fiscal se suicidó, aunque no se va a decir de esa forma.

El tema del “tránsito” no es fácil porque aunque se dice que ni el médico de Swiss Medical ni el del SAME entraron al baño, el custodio Armando Niz y hasta la madre Sara Garfunkel podrían haber pisado cuando empujaron la puerta para ver a Nisman en el interior. Justamente en el diálogo de Sergio Berni con la fiscal Viviana Fein se reflejó eso: hasta ese momento nadie había entrado de verdad al baño, pero hay que ver si la madre y el custodio no pusieron algún pie allí.

Es posible que por los rastros en el piso se pueda determinar si hubo o no “tránsito” de otra persona, aunque los criminalistas no van a poner la palabra suicidio –los peritos nunca son tan taxativos– en el dictamen.

Parado

Lo que parece un hecho es que cinco criminalistas van a dictaminar que Nisman estaba parado frente al espejo cuando murió. Hasta ahora, Arroyo Salgado sostenía que al fiscal lo obligaron a arrodillarse y que por eso salió la sangre hacia la bacha del baño, a la altura de una persona arrodillada.

La mayoría seguramente sostendrá que las gotas en la bacha provienen del sangrado de Nisman por la boca. La junta médica ya determinó que el fiscal sangró por la boca, el oído y por el orificio de entrada del disparo, al lado del oído derecho.

Las demás conclusiones de cinco de los seis criminalistas irán en la misma línea: el cuerpo quedó como quedó porque Nisman estaba parado; tiene un golpe producto de la caída, es lógico que el arma haya quedado debajo de su hombro; concuerda que el dedo haya quedado como en posición de haber gatillado. Todo esto será motivo de discrepancia con Daniel Salcedo, el representante de Arroyo Salgado.

Pero quedará otro punto de importancia: es muy probable que los criminalistas dictaminen que la puerta estaba cerrada, algo que se apreció por la ubicación de algunas gotas de sangre al pie de la puerta. Estando abierta, las gotas hubieran pegado en la puerta. Esto también será determinante.

Embarrando

La evolución de la causa hacia la hipótesis del suicidio motivó una asombrosa ofensiva para embarrar la cancha. La fórmula sería la investigación está mal hecha, no se puede averiguar nada. La jugada inicial fue el intento de sacar a Fein del caso: Arroyo Salgado ya lo impulsó en cuatro instancias distintas y la fiscal fue confirmada en todas.

La difusión del video sobre el trabajo en el baño (ver aparte) apuntó en la misma dirección. La querella manda el mensaje de que es una investigación sin destino y, dada la supuesta nebulosa, se trata de imponer políticamente la hipótesis del asesinato.

Pero los elementos que se acumulan en el expediente van en otra dirección:

- Está probado que el disparo fue a menos de un centímetro.

- No hay ningún rastro de defensa en el cuerpo de Nisman.

- No hay evidencia alguna de desorden o pelea en el baño. Parece inverosímil que alguien haya llevado al fiscal al baño sin que se resista aunque sea mínimamente.

- El arma fue pedida prestada por Nisman, no sólo al informático Diego Lagomarsino, sino también al custodio Rubén Benítez. No hay evidencias de contactos entre Lagomarsino y Benítez.

- Arroyo Salgado sostiene que Lagomarsino integra un servicio de inteligencia, que no es cierto que Nisman le pidió el arma prestada y que el informático participó del plan criminal. Resulta difícil explicar por qué, en ese caso, dejó un arma a su nombre en la escena de la muerte. Se podría haber simulado un suicidio perfectamente con una pistola sin identificación. No tiene sentido que un servicio de Inteligencia –argentino, iraní o venezolano como dice Elisa Carrió– deje semejante firma de uno de sus supuestos integrantes.

- Hay dos testimonios independientes, el del custodio Niz y el de la madre de Nisman, Sara, de que la puerta del baño estaba cerrada. Esto coincide con una conclusión inminente de los criminalistas y añade otro elemento más a la hipótesis del suicidio, ya que es casi imposible entrar, matar, salir y, desde afuera, acomodar el cuerpo contra la puerta cerrada.

Médicos

La forma insólita en que se intentó reflotar el dictamen de la junta médica fue parte de la táctica de instalar que no se puede investigar nada ni llegar a ninguna conclusión. La junta médica se pronunció el 20 de mayo y las conclusiones fueron transcriptas por este diario y varios otros. Sin embargo, se trató mediáticamente de hacer creer que esta semana –11 días más tarde– hubo una novedad, dando a entender que no se puede llegar a una conclusión.

Trece forenses –diez del Cuerpo Médico Forense que depende de la Corte Suprema, dos de la Policía Federal y el contratado por la defensa– concluyeron básicamente tres cosas:

- La querella encabezada por Arroyo Salgado presentó un informe en el que señaló que “de las tres hipótesis posibles, el homicidio, la muerte accidental y el suicidio, se descartan las dos últimas”. Los trece forenses contestaron: “Ninguna de las observaciones indican con certeza pericial médico legal, que se haya tratado de un hecho homicida”. O sea que los trece forenses rechazaron la postura de Arroyo Salgado y sus especialistas.

- La junta médica afirma “desde el punto de vista médico-legal no podemos afirmar ni descartar cualquier hipótesis”. Los forenses sostienen que dictaminar sobre homicidio-suicidio no les corresponde, lo tiene que hacer la fiscal teniendo en cuenta todas las pruebas del expediente.

- Arroyo Salgado sostuvo que Nisman murió el sábado 17 de enero cuando en el departamento de Le Parc estaba el informático Lagomarsino. Ella sugiere que Lagomarsino fue parte del plan criminal. Los trece forenses, en cambio, afirman que la muerte del fiscal fue el domingo 18 de enero, cuando Lagomarsino no estaba en Le Parc.

La estrategia de patear el tablero ya se vio con el dictamen de los dos forenses de Arroyo Salgado. En su conclusión dijeron que “es imposible aproximar un diagnóstico”, cuando antes habían afirmado el homicidio, descartando el suicidio y el accidente.

Desde el punto de vista de la causa en su conjunto, los médicos sentaron las bases. Ahora la fiscal tiene que juntar ese dictamen con lo que digan los criminalistas, lo que surge de los testimonios y los datos de computadoras y celulares.

Informática

También en la última semana se pretendió instalar un misterio alrededor de entradas en la computadora Samsung del fiscal. Supuestamente ingresaron tres pendrives al mismo tiempo, las 20.07 del domingo, cuando el fiscal yacía muerto en el baño. La operación era tan extraña que incluso quienes lanzaron el dato fueron retrocediendo: admitieron que conectar tres pendrives al mismo tiempo es casi imposible, que la única chance es hacerlo mediante un hubUSB –una cajita en las que se enchufan los pendrives– pero que ese hubUSB hubiera quedado registrado en la computadora.

De manera que hoy por hoy se está trabajando en otras hipótesis. Por un lado se evalúa que se trató de una falla en una actualización de Windows, eso habría colgado la máquina y cuando se descolgó hizo constar todos los ingresos de pendrives, celulares y otros implementos a la misma hora. La otra alternativa es que alguien realizó una manipulación en la Samsung.

La jueza Fabiana Palmaghini retiró a la Policía Federal del trabajo informático a raíz de la filtración de fotos de Nisman con modelos. La magistrada le entregó la pericia a cibercrimen de la Policía Metropolitana, una fuerza de intensa relación con los organismos de seguridad e inteligencia norteamericanos. Se recordará que al principio, cuando se fundó la Metropolitana, Mauricio Macri explicó que le pidió referencias a Estados Unidos para designar al titular de la fuerza. Los norteamericanos le recomendaron entonces a Jorge “El Fino” Palacios.

En cualquier caso, la pericia tendrá que terminarse en las próximas semanas y, más allá de los fuegos artificiales, la clave está en un dato: según el trabajo de los especialistas, Nisman abrió su computadora el domingo 18 de mayo a las 7.30. Eso sería una nueva confirmación de que a esa hora estaba con vida y una nueva refutación para la hipótesis de la querella que hasta hoy insiste con la muerte el día anterior.

Hechos

La movida orientada a decir que “no se puede investigar nada” intenta poner en escena, a continuación, a las voces que no hablan de hechos sino de especulaciones. Elisa Carrió habló del comando iraní-venezolano y el viaje de iraníes en el Buquebús del 18 de enero para verificar que se había concretado el crimen. La fiscalía recabó que no había ni iraníes ni personas de Medio Oriente en las listas de pasajeros. Tampoco se encontraron personas extrañas viviendo en Le Parc y que podrían integrar el comando, algo que también señaló Carrió. La fiscalía recibió el listado de los que viven en esas torres y, por lo que se averiguó hasta ahora, ninguno se mudó o desapareció al día siguiente de la muerte del fiscal.

Se pretendió instalar que Nisman iba a incorporar más pruebas y datos sobre negociaciones secretas entre Irán y la Argentina por cuestiones nucleares, y que ésa habría sido la razón de un supuesto asesinato. El fiscal no sólo no incluyó ni una palabra de la cuestión nuclear en su denuncia sino que le dijo al juez Ariel Lijo, que lo declaró ante la fiscal, que no agregaría más nada a lo que ya había entregado.

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