EL PAíS › EL DICTAMEN DE LA MAYORIA DE LOS CRIMINALISTAS FUE CONTUNDENTE RESPECTO A QUE NISMAN ESTABA SOLO

Ratificaron que no hubo nadie más

Cinco de seis criminalistas no encontraron ningún rastro que indique desplazamiento de personas en el interior del baño, según las conclusiones del dictamen. Sólo el perito de Arroyo Salgado insistió con que el cuerpo fue movido.

 Por Irina Hauser y
Raúl Kollmann

El texto de los peritos sostiene que al momento del disparo Nisman estaba frente al vanitory, al lado de la bañera.

El dictamen de la junta de criminalistas que analizó la dinámica de la muerte de Alberto Nisman es contundente al decir que no se encontró ningún rastro que indique el “desplazamiento de personas por el interior” del baño, ni tampoco de objetos ni huellas o marcas de sangre que indiquen que el cuerpo haya sido arrastrado. Así lo especifica el punto sexto (de trece) de las conclusiones, a las que tuvo acceso Página/12, que fueron firmadas por cinco de los seis peritos convocados, cuatro de ellos de la Policía Federal y Luis Olavarría, quien representa a la defensa de Diego Lagomarsino. Esto abona la teoría de que el fiscal de la Unidad AMIA se quitó la vida y descarta que hubiera alguien con él siquiera amenazándolo u obligando a dispararle. En minoría, solo, quedó el perito de Sandra Arroyo Salgado, Daniel Salcedo, quien dice lo contrario: que hubo alguien más dentro del escenario del hecho y que el cuerpo fue movido.

- El texto de la mayoría sostiene que en el momento del disparo Nisman estaba parado frente al vanitory, al lado de la bañera, sobre la alfombra y frente al espejo, con el lateral del torso levemente perfilado hacia la puerta. Los peritos no ofrecen ningún margen de duda respecto de esta posición. En cambio, Salcedo sostiene, como lo planteó la querella en el escrito original que generó la controversia que derivó en la convocatoria a una junta, que estaba con una rodilla apoyada en el piso y la otra flexionada.

- Buena parte del estudio está basado en las salpicaduras y el recorrido de la sangre. Los cinco votos que Nisman tenía las dos manos manchadas de sangre (con ambas sostuvo el arma) con salpicaduras “compatibles con retroproyección generada por disparo de arma de fuego efectuado a corta distancia”. Aunque esas salpicaduras quedaron en el pelo, la pistola, las manos y el hombro, “algunas de ellas alcanzaron la bacha, la porción central derecha de la mesada, el piso (cercano al inodoro) y el borde superior del inodoro”. Salcedo dice que si Nisman estaba parado no podría haber mancha en la bacha. Y que otra persona sujetó la mano derecha de Nisman para disparar. Según Olavarría la mancha es sangre que salió de la boca y pide que se analice si hay saliva mezclada mediante un hisopado.

- El dictamen dice que Nisman cayó “hacia atrás”, hacia la puerta del baño “cuyo panel se encontraba cercano al marco o cerrado al momento del desplome”. El cuerpo quedó ocupando el sector izquierdo del ambiente. Para la querella, cayó de costado.

- En el fondo de la bacha no había sangre, algo que ya se había probado con los reactivos hemáticos. El informe lo confirma: “no existen manchas de sangre lavadas o erradicadas en grifería y/o bacha”.

- Las manchas de sangre en la zona abdominal izquierda de la remera, según los cinco criminalistas, fueron producto del goteo de la boca, nariz y oído izquierdo. La mancha del lado derecho toráxico abdominal se produjo por el contacto de la remera con la sangre derramada sobre el piso entre la espalda de Nisman y la bañera. Una mancha sobre el tobillo izquierdo proveniente de un “goteado vertical” coincide con la caída hacia atrás. La alfombra de baño confirmaría la posición inicial, parado, y la caída. Para Salcedo, el cuerpo estaba sobre un charco de sangre y fue movido por otra persona.

- “La ubicación final de la pistola debajo del hombro izquierdo podría corresponder con la caída”, dice la mayoría. El voto de Salcedo, que la pistola fue ubicada allí para simular un suicidio.

Los criminalistas plantean un análisis de sus conclusiones en conjunto con la junta médica, que determinó que no hay indicios de que a Nisman lo hayan matado y sitúa el horario de la muerte el domingo cerca del mediodía, mientras que la querella habla del sábado entre la tarde y la noche. Ahora Arroyo Salgado y sus peritos están empecinados en intentar decir que la recolección de pruebas y la investigación se hicieron mal, de modo que no se podrán sacar conclusiones. Cuantos más datos aportan a la hipótesis de suicidio, más tratan de generar situaciones de duda. La fiscal Viviana Fein recién dictaminará sobre cómo murió Nisman cuando tenga en sus manos el peritaje tecnológico, para lo cual falta por lo menos un mes y medio.

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