EL PAíS › EL PRO INTENTA ACERCARSE AL PAPA

Buscando la bendición

El Gobierno salió a dar la pelea por mostrarse cerca del Papa, tras el encuentro que Jorge Bergoglio tuvo con la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en la que ella consideró que Francisco estaba triste porque en la Argentina se vive un clima similar al que hubo tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón. Ayer el secretario de Juventud nacional, Piter Robledo, difundió su encuentro con el Papa y aseguró: “Francisco me dijo que no cree que vivamos un clima como el del ‘55”. En tanto, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se apresuró a elogiar una iniciativa propiciada por el Papa.

El mensaje que el Gobierno busca que se instale es que no hay ningún tipo de conflicto con el Vaticano. Los gestos surgen luego de que el PRO cuestionara algunas acciones del Papa, como enviarle un rosario a Milagro Sala o recibir a Bonafini. En esa oportunidad, Peña se mostró decepcionado y comparó a la Madre de Plaza de Mayo con quienes intentaron asesinar a Juan Pablo II o los que implementaron la segregación racial en Sudáfrica. Un exabrupto por el que el jefe de Gabinete nunca se disculpó, aunque el Gobierno entró a revisar su estrategia luego de que la dirigente filomacrista Margarita Barrientos asegurara que el Papa no había querido recibirla y la información luego quedara relativizada: el Papa la invitó, pero Barrientos –que no pierde una oportunidad para elogiar a Macri– se negó a ir. La vicepresidenta Gabriela Michetti dijo que el Papa no entendía el proyecto de Macri. Luego debió desdecirse y asegurar que no habían tenido oportunidad de explicárselo “en sólo 20 minutos”, en una velada crítica al poco tiempo que el Papa le concedió al Presidente en el Vaticano.

Pero quizás el trago más amargo para los macristas fueron las dos horas que le concedió Bergoglio a Bonafini, a pura sonrisa. Con un gesto más adusto, había recibido a Macri, y por pocos minutos. Tras el encuentro, Bonafini habló de un Papa entristecido por el revanchismo en la Argentina.

Para responderle a Bonafini, el Gobierno eligió al subsecretario de la Juventud, quien hace poco despidió de ese área a 30 personas a las que acusó de ser militantes kirchneristas para reemplazarlos con jóvenes PRO. “No quiero que la secretaría sea un local partidario”, dijo Robledo, sin sonrojarse. Con la misma ubicuidad, Robledo aseguró ayer tras su encuentro con el Papa: “Francisco me dijo que no cree que vivamos un clima como el del ‘55”. “Me acerqué y le conversé al oído para decirle que confiara en nuestro Gobierno, que estábamos trabajando para los que menos tienen y que no crea en los que dicen lo contrario. Le dije que no es cierto que somos la derecha y que se quede tranquilo que estamos trabajando por la unidad, para al menos intentar disminuir la grieta”, sostuvo Robledo.

El mismo camino siguió Peña, quien celebró que el primer Partido por la Paz será en La Plata, Argentina. “Es una alegría apoyar el proyecto Scholas Ocurrentes por la impronta que le dio el Papa Francisco como herramienta de difusión de los valores de la paz, la inclusión, el respeto por la diversidad y el encuentro entre los jóvenes de todo el mundo”, aseguró el jefe de Gabinete. Macri firmó un decreto el viernes por el cual manifestó “su compromiso con los valores y las acciones que promueve el Papa Francisco a través de la Fundación Scholas Occurrentes”.

Los dichos de Bonafini también provocaron la respuesta de la Iglesia argentina. “Hebe de Bonafini no es la persona indicada para informarle al Papa como está Argentina”, sostuvo el obispo Jorge Casaretto. “El Papa tiene mucha mejor información. Hay una Iglesia en Argentina, hay obispos, hay Conferencia Episcopal. Nosotros somos mejores informantes”, indicó.

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