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Los represores de la ESMA también deberán ir a juicio por ladrones

El juez federal Sergio Torres dio por probado que existió un plan delineado para desapoderar a los secuestrados de sus bienes. Otros marinos irán a juicio por tormentos.

La Justicia dio por probado que durante la dictadura existió en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) un “plan delineado previamente para capturar víctimas y desapoderarlas de sus bienes, perpetrado por Jorge ‘Tigre’ Acosta y Jorge Rádice”, entre otros. Por eso serán sometidos a juicio oral acusados de haber tenido un “rol protagónico” en el montaje de una asociación ilícita dedicada al robo de bienes a secuestrados en ese centro clandestino de detención. Acosta era jefe de Inteligencia del grupo de tareas 3.3.2 y será juzgado, entre otros hechos, por el “desapoderamiento ilegítimo” de un automóvil que pertenecía a la familia de Hugo Tarnopolsky. Se lo acusa también del robo de la biblioteca que pertenecía a Mercedes Carazo, secuestrada el 21 de octubre de 1976, en el lugar donde posteriormente el represor instaló sus oficinas.

La decisión fue tomada ayer por el juez federal Sergio Torres, quien dio también por cerrada la pesquisa contra Juan “Jeringa” Barrionuevo, procesado por tormentos a un secuestrado, y envió a juicio además a otros tres ex represores de la ESMA: el almirante Oscar Montes y los capitanes Carlos Capdevila y Adolfo Donda Tigel, todos retirados. Los tres últimos serán juzgados por “tormentos, amenazas y privación ilegal de la libertad”, en el marco de la megacausa ESMA por delitos de lesa humanidad, donde ya fue enviado a juicio el prefecto Héctor Febres. Por último, en una cuarta resolución, Torres solicitó al fiscal federal Eduardo Taiano que dictamine si corresponde dar por cerrada la pesquisa relativa al desapoderamiento de tierras a un secuestrado en Chacras de Coria, Mendoza, una causa donde también está procesado el Tigre Acosta. Todos los ex represores serán juzgados por el Tribunal Oral Federal 5, que concentra los juicios orales en estas causas por delitos de lesa humanidad y ya tiene a su cargo el proceso contra Febres.

“Los delitos que se analizan fueron cometidos dentro del aparato del Estado y constituyeron no sólo violaciones a los derechos humanos, sino también, por su escala, volumen y gravedad, crímenes contra la humanidad de acuerdo al derecho internacional”, consideró el juez en los casos de Acosta y Rádice. En esta causa, Torres también envió a juicio al ex jefe logístico del Grupo de Tareas 3.3.2 en la ESMA, Carlos Pazo. Para el magistrado, los tres conformaron una asociación ilícita que tenía por objetivo “el desapoderamiento de bienes sufrido por algunas personas que permanecieron clandestinamente detenidas en la Escuela de Mecánica de la Armada, durante el período de gobierno de facto comprendido entre 1976 y 1983”. A las personas secuestradas, “conforme a la prueba colectada, se las obligaba a suscribir documentos en blanco y/o poderes a efectos de despojarlas de sus pertenencias”, agregó el juez en su resolución. Acosta se apoderó de un Chevrolet, modelo Special, sedan, luego de que el 16 de julio de 1976 entrara a la vivienda de la familia Tarnopolsky en la calle Peña al 2600 de Capital Federal mediante “el uso de un artefacto explosivo” y detuviera a sus ocupantes, recordó el magistrado.

Torres hizo un extenso repaso de los testimonios recolectados en la megacausa reabierta tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final para acusar a los represores de desapoderar de sus bienes a los secuestrados Juan Carlos Muneta, Hugo Tarnopolsky e Inés Carazo. El Tigre Acosta y Ruger o Gabriel Rádice “tuvieron un rol protagónico” en la asociación ilícita, “siendo también primordial” el papel que cumplió Carlos José “León” Pazo, que se encargaba de disponer de los bienes de los detenidos ilegalmente. Por su parte, Barrionuevo era legislador electo por Tierra del Fuego cuando fue reconocido por el ex detenido Víctor Basterra, quien denunció que fue represor en la ESMA y uno de sus torturadores, un hecho por el que fue enviado a juicio. Lo apodaban “Jeringa” porque, según la denuncia, era el encargado de inyectar a los desaparecidos. Fue detenido y luego excarcelado por la Cámara Federal.

Cuando el fiscal Taiano se pronuncie irán a juicio oral los ex marinos Juan Carlos Rolón, Rádice, Acosta, Jorge Perren, Pablo García Velazco, Alberto González, Aldo Maver y Eduardo Enrique Massera, hijo del ex comandante Eduardo Emilio Massera.

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Jorge “El Tigre” Acosta en 2003, cuando le notificaron el pedido de detención de Baltasar Garzón.
 
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