EL PAíS › DECLARO UNO DE LOS PROTAGONISTAS DEL CASO SKANSKA

El turno de Ulloa ante el juez

El ex administrador de Nación Fideicomisos no discutió la supuesta existencia de las coimas, pero sostuvo que él no las cobró.

 Por Irina Hauser

Néstor Ulloa, uno de los personajes centrales del caso Skanska, declaró ayer ante el juez federal Guillermo Montenegro y no puso en discusión que pudieron haber existido coimas en la construcción de dos gasoductos, pero intentó demostrar que él, como gerente de Nación Fideicomisos, no las cobró. En todo caso, sugirió, quienes tenían poder de decisión sobre los contratos y el dinero para financiar las obras eran el Ente Regulador del Gas (Enargas) y las gerenciadoras TGN y TGS. El ex funcionario basó su indagatoria en tratar de demostrar que carecía de atribuciones que le permitieran favorecer a la empresa sueca o a cualquier otra.

La audiencia en el cuarto piso de los tribunales de Retiro empezó con un momento tenso para Ulloa: tuvo que escuchar de punta a punta las 16 pruebas que, según el juez Montenegro, lo hacen sospechoso de haber recibido sobornos. La lista incluye una auditoría interna de Skanska donde el ex gerente Javier Azcárate habló del pago de coimas de 2 por ciento al fideicomiso y 3 por ciento al Enargas; el relato del auditor; comunicaciones internas de la constructora donde un ex ejecutivo lo señala como nexo con una sociedad que aportó facturas truchas (para disimular supuestos pagos ilegales); cruces de llamadas telefónicas y la compra de inmuebles escriturados en la época en que se habrían pagado las coimas.

El ex gerente argumentó que “el fiduciario” que estaba a su cargo era “sólo un administrador de bienes de terceros” (dinero), pero no aprobaba contratos. “Por mis funciones –dice su declaración, a la que accedió Página/12– no tenía posibilidad de favorecer a ninguna empresa respecto de ningún aspecto”. Sólo podía liberar los pagos para las obras, señaló, “cuando llegaban los comprobantes debidamente autorizados por el gerenciador del proyecto y por el Enargas”. Alegó que los trámites a su cargo no registran demoras que pudieran despertar sospechas.

El ex titular del ente del gas, Fulvio Madaro, ya fue indagado. También se proclamó inocente y, en su caso, apuntó al actual secretario de Energía, Daniel Cameron. Los directivos de las gerenciadoras TGS y TGN tienen pedido de indgatoria del fiscal Carlos Stornelli, igual que Cameron, pero el juez no los citó aún.

Frente a las preguntas, Ulloa reconoció haber tenido contactos y reuniones con tres ex gerentes de Skanska: Azcárate, Héctor Obregón y Roberto Zareba. Admitió que con los dos primeros no sólo fue mientras se realizaban las obras (entre febrero de 2005 y mayo de 2006) sino este año, cuando ellos ya no pertenecían a la multinacional y el caso estaba en los diarios. Iban a verlo, justificó, “en representación de la empresa Camargo Correa”. Con Madaro, dijo, también tuvo diálogos múltiples.

La indagatoria empezó a media mañana y a las dos y media de la tarde hicieron un cuarto intermedio para almorzar. Ulloa se comió un sandwich parado, en el kiosco/librería del entrepiso de Tribunales, junto con sus abogados, Oscar Rabinovich y Pablo Slonimsqui.

A la vuelta, el ex directivo del Nación buscó poner en duda el valor de un e-mail y un memo en los que el ex gerente de Skanska Alejandro Gerlero lo menciona como quien propuso contratar a la sociedad fantasma Infiniti Group como proveedora de facturas falsas para simular operaciones. “Me sugirió que debía contratar la ingeniería a una consultora de su confianza”, decía el texto de Gerlero. Ulloa alegó que “el trabajo de ingeniería de detalle es una tarea ya realizada y abonada por TGN, no estando a cargo de Skanska (...) lo que demuestra la falsedad de las afirmaciones del memorando”. No conoce, dijo, ni a Gerlero ni a Infiniti.

También le tocó explicar su patrimonio. El diputado Adrián Pérez (ARI) había denunciado la adquisición sospechosa, entre 2005 y 2006, de tres inmuebles en Barrio Norte. El ex funcionario dijo que eran cuatro y que habían sido comprados por su suegra y su esposa, con plata de ellas. El, señaló, no tiene bienes a su nombre y está “desocupado” desde que el presidente Néstor Kirchner lo echó por decreto junto con Madaro.

El juez le señaló algunos viajes sugestivos “en los que fue y volvió en el mismo día” a Uruguay y Panamá. Al país vecino, gambeteó Ulloa, fue a ver si alquilaba una casa de veraneo. Lo de Panamá, dijo, fue una escala en un viaje a Venezuela por “la construcción del Gasoducto del Sur” (un proyecto que marcha a paso de carreta), al que también fue Madaro. Su Señoría le mostró, además, que del análisis de sus llamados telefónicos surgen algunos con un fondo fiduciario formoseño, Fonfipro, identificado como eslabón la ruta del dinero de las coimas: había cheques a nombre de ese organismo por trabajos inexistentes. Ulloa dijo que hablaron de crear “un fideicomiso para desarrollo provincial” que no se concretó.

Ahora, la pregunta del millón es si Montenegro se irá del juzgado como ministro de Mauricio Macri y si lo hará antes o después de terminar la investigación. Por lo pronto, difícilmente resuelva la situación de Ulloa antes del 16 de octubre, la nueva fecha de indagatoria de Gerlero.

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Ulloa responsabilizó al Enargas y las gerenciadoras TGN y TGS.
 
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