EL PAíS › CENA DE CRISTINA KIRCHNER CON SU PAR RAUL CASTRO

Bilateral y sobre la desestabilización

Recibida con todo el protocolo, la Presidenta dialogó a solas con el cubano sobre la situación de los gobiernos progresistas en la región.

 Por Fernando Cibeira

Desde La Habana

La presidenta Cristina Kirchner se reunió y cenó anoche en el Palacio de la Revolución con su par cubano, Raúl Castro, sin temario definido pero seguramente con los intentos de desestabilización de los gobiernos progresistas de la región presentes, una preocupación que ambos comparten, a tenor de sus últimos discursos. “Gobiernos legítimamente constituidos que trabajan por un futuro mejor, se enfrentan a numerosos intentos de desestabilización”, alertó ayer Castro en el discurso que ofició como bienvenida al papa Francisco. Cristina Kirchner, única jefa de Estado extranjera invitada a la ceremonia de hoy, reiteró a su llegada a La Habana su rechazo al bloqueo norteamericano a la isla, algo que definió como una “política de Estado” para la Argentina. “Los bloqueos van cayendo. Cuando no caen por acciones nuestras, terminan cayendo por el precio de la propia historia”, consideró.

El encuentro contó con todo el protocolo de honor. Kirchner y Castro caminaron a lo largo del Salón de los Helechos frente a la guardia militar que interpretó el himno argentino. Como su nombre lo indica, la decoración del amplio salón está dominada por la vegetación tropical. Los presidentes desfilaron de cara al enorme mural de cerámica vidriada de René Portocarrero en el que se adivinan 17 perfiles de mujer. Luego fue el turno de los saludos a la comitiva. La argentina compuesta por el canciller Héctor Timerman, el ministro de Agricultura Carlos Casamiquela, el secretario de Culto Guillermo Oliveri, el secretario de Comunicación Alfredo Scoccimarro, el embajador argentino en el Vaticano Eduardo Valdés, la embajadora en La Habana Juliana Marino, y el debut en estas lides del yerno de la Presidenta, Camilo Vaca Narvaja, quien tiene un cargo referido al Parlasur en el Congreso y que vivió de niño en Cuba por el exilio de sus padres. Cuando lo saludó, Castro le comentó que su nombre se debía a “su Camilo”, en referencia al héroe revolucionario Camilo Cienfuegos.

Luego de los saludos, los presidentes se retiraron para una reunión privada a la que seguiría la cena de honor con el resto de la comitiva. Un tema clavado es el de los intentos de desestabilización en la región. Es algo de lo que suele hablar la Presidenta y por estos días tiene cosas para agregar de su propia cosecha, de acuerdo con la interpretación que hace a propósito de la inédita anulación judicial de las elecciones en Tucumán. Raúl Castro introdujo el tema ante el Papa al comentar que pese a los esfuerzos, América latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del planeta y alertó sobre los avances contra los gobiernos.

Cristina Kirchner llegó por la mañana a La Habana, luego de volar toda la noche. Sin maquillar y con anteojos negros, habló brevemente con la prensa en el aeropuerto y en el ingreso al Hotel Nacional, donde la esperaba el personal en fila y con un ramo de flores. “Dos argentinos en Cuba es una cosa maravillosa”, dijo sobre el nuevo encuentro con el Papa. Aseguró que en La Habana se sentía “como en casa”. “Esta tierra siempre ha sido un ejemplo de heroísmo, de coraje, de convicciones. Es un gran honor que nos inviten a un acontecimiento histórico como el que se va a vivir mañana en la Plaza de la Revolución”, sostuvo.

Un periodista cubano la llevó al tema del bloque norteamericano. “No hay país democrático en América latina y en el mundo que no repudie el bloqueo”, respondió. CFK concluyó con elogios al pueblo cubano. Recordó que ya se había expresado así en la última Cumbre de la Celac, también en la de las Américas, cuando Raúl Castro y Barack Obama formalizaron con una reunión el restablecimiento de las relaciones bilaterales. “A Cuba nadie le regaló nada, ustedes se ganaron el lugar que tienen”, les dijo a los periodistas.

La Presidenta estará hoy desde las 7 en el palco de los invitados especiales a la misa. Está previsto, ella lo pidió así, que luego de la ceremonia se acerque al Papa para un saludo, igual que lo hizo en Asunción, y luego retornará a la Argentina. Será la séptima vez que se encuentre con Francisco desde que fue electo Papa y, por lo que trascendió aquí en Cuba, no será la última antes de que deje la Casa Rosada. Hay cada vez más chances de que Cristina Kirchner adelante su viaje el fin de semana que viene a Nueva York para que coincida algún día con la gira de Francisco. El Papa la invitó para su mensaje ante la Asamblea de las Naciones Unidas el viernes, pero a la Presidenta –que hablará allí el lunes– le pareció que se ausentaría demasiados días. Ahora gestionan algún tipo de contacto. Además, también están adelantadas las conversaciones para que Cristina Kirchner haga una escala en Roma cuando a mitad de noviembre viaje hacia Anatolya, Turquía, sede de la cumbre del G-20. Esa sería la despedida formal entre ambos, antes de que CFK deje la presidencia, el 10 de diciembre.

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