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Nueve actrices de muy variado registro eligieron textos poéticos de un conjunto de ocho autoras, con la intención de concretar un ciclo de unipersonales. Así surgió el proyecto 8 mujeres, que comienza este domingo y continúa hasta el 8 de noviembre en No avestruz (Humboldt 1857). La idea consiste en rescatar de la letra impresa las voces de Alejandra Pizarnik, Adélia Prado, Olga Orozco, Juana Bignozzi, Clarice Lispector, Silvina Ocampo, Marosa Di Giorgio y Susana Thénon. Así, cada una de las intervenciones actorales reflejará los diversos modos en los que el poema accede a convertirse en fabulación, espacio sagrado, arma de seducción, evocación visionaria o memoria de infancia, entre múltiples posibilidades. Quien tiene a su cargo la apertura es la cantante y actriz Rosario Bléfari, con una selección de textos de Juana Bignozzi, poeta nacida en Buenos Aires en 1937 pero instalada desde 1974 en Barcelona: “Conocí su poesía al leer su libro La ley tu ley –cuenta a Página/12– y desde la primera palabra me capturó. Algo llega como una flecha y me deja en silencio después de cada poema. ¿Cuáles son los mitos de los que habla? es una pregunta que ronda la lectura, y cada vez que intento contestarla me encuentro pensando en mis posibles mitos, sospecho algo compartido, pero no es eso lo que más me interesa sino su personalidad, su ‘yo poético’... estoy trabajando sobre el eco que produce en mí.”
El sábado 11 será el turno de Noemí Ron y Malas maneras (preámbulos barrosos), espectáculo armado sobre textos de Alejandra Pizarnik. El mundo de esta autora canonizada por la crítica tras su suicidio ocurrido en 1972, constituye para la actriz “un encuentro con la infancia contada desde el desgarro, una aparente pérdida de la inocencia que se reencuentra en los juegos de las palabras y en las maneras inconvenientes del decir”. Según Ron, los aspectos autobiográficos de la autora están presentes en su obra, en la medida en que “su poesía entabla un juego que conduce a una realidad propia: la muerte como atracción y rechazo y como una salida a la desaparición constante del amor”. El domingo 19, Marta Paccamici estrenará su Ensamble poético, en el cual reunirá textos de Irene Gruss (nacida en Buenos Aires en 1950) y la poeta y novelista brasileña Adélia Prado, nacida en 1936. La actriz (quien ya había interpretado textos de la misma Prado en Corazón disparado, bajo la dirección de Helena Tritek) dice que tal vez sea “un tanto irrespetuosa por tomar fragmentos de sus textos para realizar este ensamble poético, pero en ese acto, a mi entender, está contenida el alma femenina”. Según Pacamici, la voz de Gruss “es filosa, sin ambigüedades, mientras que Prado sacraliza el mundo cotidiano llevándolo al misticismo pero, al mismo tiempo, reconoce visceralmente el deseo carnal... leyéndola se puede vivir en presente climas, colores, olores... hasta molestarse con los insectos del campo”, grafica.
Fabiana Rey se ocupará el domingo 26 de la obra de la pampeana Olga Orozco (1920-1999), autora de La Cartomancia y Duro Brillo mi boca: “Para armar el espectáculo –describe– tomé en cuenta varios aspectos: el neorromanticismo y el surrealismo de su literatura, esa mezcla de sensibilidad y la conexión con los elementos oníricos que le da una dimensión cotidiana a lo mágico. Pero fundamentalmente, este trabajo se basa en la resonancia del ritmo oracular de su poesía”. El domingo 3 de octubre, Prado volverá a estar presente, pero en la figura de Paulina Rachid: “Campesina y naïf, bucólica y pastoril, este espectáculo describe la siesta, el zumbido de los insectos, el súbito deseo del cuerpo y reúne en una única ecuación el ardor divino y el carnal”, describe la intérprete. El 10 de octubre será para María Inés Aldaburu y los textos de la poeta y fotógrafa argentina Susana Thénon: “Su poesía me da ganas de decirla en voz alta y no toda lectura silenciosa me provoca ese entusiasmo casi inmediato, donde se mezclan ironía, coraje, humor, dolor en una escritura sin olor a humedad”, explica la actriz.
Para el domingo 17 de octubre, Erica Rivas interpretará textos de la recientemente desaparecida poeta uruguaya Marosa Di Giorgio, como ya lo hizo anteriormente, en Estoy maldita, basándose en los relatos eróticos de la autora: “Era una persona capaz de ver la realidad –y de contemplarse a sí misma– con una mirada mágica: su poesía tiene una gran musicalidad y mucho humor y es muy difícil decirla sin caer en lo extravagante y lo kitsch”. Para el 24 de octubre, Analía Couceyro reestrenará su espectáculo Tanta mansedumbre, sobre textos de la brasileña de origen ucraniano Clarice Lispector (1925-1977). Sobre textos de Lazos de familia y La hora de la estrella, la actriz construye un personaje habituado “al bostezo de la felicidad”, mujer inteligente, cínica y despierta que vive agonizando y “añorando la gracia de una vida lánguida”. Y el 8 de noviembre, Inés Saavedra presentará Divagaciones, un espectáculo que se inspira en textos de Silvina Ocampo: “Para mí, su obra se vuelve más esencial en el lenguaje poético. Sus temas se manifiestan crudamente, sin el tiempo que el lenguaje narrativo exige”. El nombre del espectáculo se basa en una cita de la autora: “En una carta se puede divagar”, escribe Ocampo. “Es lo que hago. Facilita poder no decir nada las probabilidades de poder decir algo.” Saavedra compone Divagaciones a modo de collage, echando mano de poemas, recuerdos y anécdotas de la autora.